By Maria.
Los primeros domingos de cada mes, podemos visitar la réplica de una mina de carbón en pleno Madrid. Sí, como habéis leído….. una mina en Madrid!… Se trata de la mina de Marcelo Jorissen, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid, situada en la calle Río Rosas 21.
Al profesor Jorissen se le ocurrió excavar una mina en pleno centro de Madrid, replica de una mina de carbón con fines de aprendizaje para sus alumnos en 1963, debido a la falta de yacimientos naturales en la comunidad madrileña. Hoy en día, los actuales alumnos visitan y aprenden de las minas «in situ», con lo cual decidieron abrir al público esta réplica a la que llevamos a los peques el pasado domingo.
La mina se encuentra a unos 25m de profundidad y tiene una longitud de unos 50m. Se accede a ella bajando una escalera de…. según escuchaba contar a Gabriela… setenta y pico escalones; en el patio de la Escuela de Minas.
Pese a que no abren hasta las 10, y las visitas a la mina comienzan a las 10:30, tenéis que llegar tempranito porque va mucha gente. Nosotros llegamos a las 9:45 y ya había bastante cola. No hay posibilidad de reservar, y según va llegando la gente, se van haciendo grupos. Nosotros elegimos la visita infantil, y nos dieron hora a las 11:30h,…. así que haceros una idea.
Para hacer tiempo, en uno de los patios se realiza un mercadillo de minerales y fósiles también los primeros domingos. Me dijeron que llevaban haciéndolo más de 20 años. Ideal para todos aquellos coleccionistas y para nosotras las mujeres…. je, je… porque hay mucha artesanía de abalorios…. Me compré un anillo muy chuli de concha, Gabriela hizo lo mismo, además de comprarse también un colgante de calzedonia y un cuarzo rosa (por supuesto). Alex prefirió una amatista azul…. La verdad es que se nos pasó el tiempo muy rápido visitando este interesante mercadillo.
Bueno….. y llegaron las 11:30…. nos dirigimos al patio donde se encuentra la entrada a la mina a esperar a las guías… los niños vieron todas las escaleras que teníamos que bajar y se pusieron nerviosos: mami, tenemos que tener cuidado de no resbalar; …. papi, que habrá ahí abajo?….. Una de nuestras anfitrionas traía en la mano un pequeño muñeco, se trataba de un duende llamado «Picador»…. ya os dije que escogimos la visita infantil, así que los niños iban a conocer la mina a través de un cuento que les fueron narrando.
Una vez reunidas todas las familias abajo, comenzó el cuento…. los niños tenían que ayudar a «Picador» a expulsar a un «ogro» que se había adueñado de la mina y no permitía a los humanos y a los duendes trabajar en ella. Entre el cuento, el escenario en el que nos encontrábamos y el ambiente que allí se respiraba…. mis peques tenían los ojos como platos y la boca abierta…. ja, ja, ja…. A través del cuento fueron describiendo los diferentes utensilios y elementos que ahí abajo nos encontramos…. los raíles, las vagonetas, la máquina cortadora de carbón, el pico, el casco, martillos perforadores neumáticos …. Fuimos avanzando poco a poco por el estrecho túnel, lo más seguro era caminar entre los raíles de las vagonetas, esquivando pequeños charcos de agua y barro, bajo una iluminación tenue y unas paredes grises con vigas de madera pobladas de algunas telas de araña. Toda una experiencia!!
La visita a la mina, cuesta un euro, que se destina a su mantenimiento.
He de deciros que en la Escuela de Minas también se realizan diferentes talleres dirigidos a los niños y podéis encontrar información acerca de ellos en las siguientes webs: http://www.minas.upm.es, y http://www.mineralius.com. Cada mes los van variando. Eso nos lo guardaremos para otro día.
Ya que teníamos el Museo Geominero al lado, aprovechamos para visitarlo ya que allí se encontraba una exposición sobre la historia de la tierra: minerales y fósiles. Este museo declarado de Interés Cultural fue realizado por el arquitecto Francisco Javier de Luque y la verdad es que es imponente, su interior es una combinación de mármoles, madera, hierro forjado y cristal. La entrada es gratuita y también cuenta con diversos talleres para niños.
A mis hijos, lo que más les llamó la atención fue una réplica de un cráneo de tiranosaurio y la reproducción de una excavación con los restos de un mastodonte. Si os digo la verdad, no llegamos a ver todo el museo porque Alex ya estaba muy cansado y el hambre ya apretaba. Pero si queréis más información sobre el museo y sus actividades, podéis encontrarla en http://www.igme.es
Reblogueó esto en mamás peques y súper planesy comentado:
Hace un año hicimos esta visita, la verdad es que estuvo genial!