Nadie me puede negar que Roma es una ciudad que hay que visitar al menos una vez en la vida, millones de turistas lo avalan y no pueden equivocarse todos ya que es una de las ciudades que más turistas recibe a lo largo del año.
Roma es una ciudad que por muchas veces que se visite siempre quedan cosas por hacer, no es solo un destino para hacer una escapada romántica, o un viaje de fin de curso o un viaje obligado para un nostálgico de la historia; Roma es la ciudad eterna, la ciudad por excelencia.
Estoy segura de que muchos pensareis que no es un destino preparado para ir con la familia y no puedo daros la razón, aunque todos sabemos que viajar con niños para hacer turismo cambia mucho el ritmo del día y las visitas deben de ser un poco diferentes…. sin descuidar los típicos peligros de cualquier destino como pueden ser las eternas colas o el cansancio acumulado por pretender tenerlos culturizándose las 24 horas del día, si lo preparáis bien (como cualquier otro viaje) puede llegar a ser un viaje divertido e incluso inolvidable para todos.
He tenido la suerte de estar en Roma muchísimas veces, ya no me acuerdo en cuantas ocasiones he paseado por sitios tan emblemáticos como “El Vaticano”, “Vía Condotti”, “Plaza de España”, “el Coliseo” o “Los foros romanos”…. Mi padre se mudó por trabajo a esta maravillosa ciudad cuando yo tenía apenas 12 años, vivía a escasos metros del “Circo Massimo” donde salía a correr todas las tardes que el trabajo se lo permitía. Con el tiempo y con Laura, una romana de los pies a la cabeza, han construido una familia maravillosa pluricultural y especial (papá, Laura, Betty, Vittorio, mi hermana Paula y yo), una familia un poco rara y difícil de comprender a primera vista pero que me encanta aunque no pasemos todo el tiempo que quisiéramos juntos. Durante algunos años cambiaron su domicilio a Ginebra pero como la morriña italiana también existe no tardaron demasiado en volver…
Cuando una está en plena edad del pavo no valora las oportunidades que la vida le da y yo, que he tenido la inmensa suerte de conocer muchas ciudades, bastante países y algunas culturas, no he comenzado a hacerlo hasta bien entrada en los 20; ahora que soy madre, me he empeñado que mis hijos valoren todas estas cosas antes que yo 😉 y que cada vez que visitamos una ciudad, y sobre todo esta, conozcan su historia y cultura a través de sus museos, monumentos y obras de arte; paseando por sus calles, pisando cada uno de los adoquines de sus aceras, conociéndola poco a poco a través de las historias que les contamos de romanos y gladiadores que hacen volar su imaginación y disfrutándola poco a poco mientras toman un helado o comen una ”vera pizza italiana”
Para mi sería muy sencillo hablar en esta entrada de lo de siempre, de lo típicamente turístico, pero creo que puede ser mucho más útil si os hablo de una Roma diferente, de una Roma desde el punto de vista del residente y no del turista, desde el punto de vista de la ciudad donde vive mi padre más que el de la ciudad histórica por excelencia y aunque soy consciente de que soy una privilegiada en este sentido, creedme cuando os digo que esto tiene sus pros y sus contras, más de una vez he pensado que en cierta manera he podido perder ese punto de romanticismo con el que se visita una ciudad como esta.
El fin de semana pasado, mientras que en Madrid se estaba celebrando nuestro primer “Evento solidario” con la Fundación Theodora, Manu, Lucia, Jorge y yo estábamos en Roma visitando a nuestra familia italiana, allí están al tanto de mi aventura “bloguera” así que me tenían preparado un fin de semana de los más activo. 🙂
Roma desde el 2001 goza del título de “Ciudad de los niños” y como tal tiene un gran abanico de oportunidades de ocio para los más pequeños que nada tiene que envidiar a las nuestras, entre las mejoras podemos destacar “Hydromania” el parque acuático de la ciudad, “la escuela de gladiadores” que da a los más peques la posibilidad de aprender y serlo por un día, jugueterías enormes y preciosas como “Little big town” o “Disney store”( una de las más grandes del mundo), “3D rewind” donde podemos conocer la Roma antigua tal y como era hace 2000 años, el “zoo” o bioparco como lo llaman allí, el maravilloso «Parque de villa Borghese» o el “Zoomarine” que es un parque peculiar donde hay espectáculos con los delfines.
Pero hoy os voy a hablar de “EXPLORA”, un museo orientado íntegramente para niños y familias. A un paso del centro histórico (cerca de la Plaza del Poppolo), dentro de Villa Borghese, se encuentra el primer museo para niños de Italia pensado para niños de 0 a 12 años, donde el “no tocar” está prohibido y donde a través del tacto, la vista y la práctica, el niño puede conocer el funcionamiento y el porqué de las cosas.
Podríamos decir que es una mezcla entre nuestro Micropolix y el recientemente cerrado Cosmocaixa, por un lado el museo es una recreación de una ciudad a medida de los más pequeños, donde ellos son los protagonistas y donde a través de juegos y actividades, van interactuando en diferentes escenas de la vida cotidiana, aprendiendo de forma divertida la vida de los adultos. Por otro lado, el museo ofrece experimentos y prácticas que nos hacen descubrir cosas muy interesantes acerca de nuestro entorno.
La verdad es que nada más entrar nos desconcertamos un poco, no controlábamos el sitio y no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, desde que cruzamos el umbral de la puerta lo único que veíamos eran niños correteando por allí, todos estaban encantados yendo de un sito para otro y teníamos que tener cuidado para que no nos arrollasen, como dicen en Italia, todo era un verdadero “casino”. Gracias a dios, cuando ya nos estábamos agarrando los machos para meternos en faena (nos debieron de ver cara de perdidos) nos facilitaron un folleto donde te dan unas pequeñas instrucciones para que la estancia sea lo más divertida y practica posible, evidentemente estaba en italiano pero escrito de manera tan sencillito que hasta una persona que no tenga conocimiento alguno del idioma es capaz de entenderlo…. Yo os lo resumo y así vais ya de “adelantadillos” 😉
- No hay un sitio fijo por dónde empezar, lo mejor es decidirlo nosotros mismos con los enanos.
- La visita no es guiada, dejan plena libertad a los niños para elegir la zona en la que quieren jugar y el tiempo que quieran gastar en cada una.
- La visita dura más o menos una hora y media o dos horas, distribuiros bien el tiempo que hay muchas cosas que hacer
- Tienen diferentes talleres dependiendo de la edad del niño.
Y la última que aunque no viene en el folleto os la digo yo, “No os agobiéis con tanto italiano, cada una de las actividades y atracciones viene explicado en ingles así que entre uno y otro entenderéis perfectamente de que va la cosa… “ 🙂
Más relajados (lo que los niños nos permitieron) y enterados comenzamos la aventura……
Mientras que en la planta de abajo trabajamos en el banco, abrimos una cuenta, hicimos nuestro propio dinero que luego utilizaríamos en el supermercado para hacer la comida a los mayores 😉 ; fuimos bomberos con casco y todo, haciendo competiciones de quien lanzaba más lejos el agua de las manqueras (podéis imaginar cómo acabo alguno después de esto 😦 ); trabajamos en sitios como una gasolinera o en un estudio de televisión para aprender lo que era gastar o ahorrar; jugamos a descubrir cuantos materiales conocíamos a través del tacto, e incluso descubrimos como funciona una casa ecológica.
En la segunda planta nos convertimos en pequeños exploradores aprendiendo que la trompa de un elefante mide 2, 80 metros, que el ADN mide 2,40 metros o que el intestino de un niño mide 5 metros; hemos descubierto que hay diferentes tamaños de pies o de manos, que las personas no pesan lo mismo o la cantidad de niños que caben en un metro cuadrado de agua.
Casi sin darnos cuenta nuestro tiempo había acabado, salimos encantados de allí y con la sensación de habernos divertido y aprendido grandes cosas. SI tengo que resumirlo en pocas palabras me atrevería decir que EXPLORA es un gran sitio para pequeños.
Ya sabéis, si tenéis pensado ir a Roma con vuestros niños, pasaros por allí, será una buena manera de desconectar y viendo la cara de vuestros niños al entrar comprobaréis que no os habéis equivocado!
Y no puedo acabar este post sin decir… “Grazie Laura e Claudia” 🙂 🙂 🙂
Vía Flaminia 80/86
00196 Roma
Notas adicionales que creo pueden ser de interés:
- Tiene parking propio
- Tiene cafetería y restaurante
- Tiene tienda y librería
- Tiene Jardín con más actividades
- Tiene zona especial para niños menores de 3 años
- Para evitar colas es preferible ir con las entradas compradas
Y como diría los italianos…. Ciao ciao, bacci a tutti! 🙂