Post by María.
El pasado fin de semana se celebró el Día Mundial de las Aves (siempre se celebra el primer fin de semana de octubre), así que nosotros decidimos visitar CAÑADA REAL, para celebrar con ellos tal acontecimiento.
Primero os cuento un poco acerca CAÑADA REAL OPEN CENTER. Se trata de un centro de recepción y acogida de fauna ibérica silvestre y herida. Fue creado en 1988 y colaborando con el Centro de Recuperación de la Consejería de Medio Ambiente, acoge en un hábitat artificial idóneo a los animales que no están capacitados para vivir en libertad. También desarrollan proyectos de educación e investigación de carácter conservacionalista relativos a la fauna ibérica.
El centro de naturaleza CAÑADA REAL está situado en Peralejo (El Escorial) a unos 48 km. de Madrid y ocupa un espacio de 14 hectáreas surcadas por un arroyo estacional (que vi la primera vez que visitamos este sitio, poco después de nacer Alex, en esta ocasión estaba seco).
Una pequeña calzada o senda, hace para nosotros que la visita sea más fácil y para aquellos que llevéis carritos no hay ningún problema para su «rodadura».A lo largo de la misma hay diferentes puntos de agua potable, que también está bien saberlo. No perdemos detalle de todo lo que allí podemos observar gracias a las indicaciones y paneles informativos que encontramos a lo largo de la senda (de todas formas, con la entrada te dan un pequeño mapa).
CAÑADA REAL quiere impulsar el respeto por el medio ambiente, cosa realmente importante en la formación de nuestros hijos, al menos así lo considero yo.
A las 12:30h siempre realizan una visita guiada por el centro, pero como os dije, celebramos el día de las aves, con lo cual la visita guiada en esta ocasión se centraría en las aves que allí habitan.
El programa que teníamos era el siguiente:
– 12:30h. Visita guiada.
– 13.30h Ver como alimentaban a los lobos.
-14:00h Comida.
-15:30h Taller para elaborar comederos de pájaros.
– Hasta las 20:00h (hora en la que cerraba el centro) podíamos quedarnos visitando por nuestra cuenta el resto de las instalaciones.
En esta ocasión mi marido no pudo acompañarnos, le tocaba trabajar, así que fuimos los niños y yo.
El Centro tiene una amplia zona de aparcamiento, así que aparcamos y fuimos a comprar las entradas y reservar comida y taller. Con la entrada, tu puedes entrar y salir del centro cuantas veces quieras, y esto os lo digo porque podéis aprovechar para comer en el pueblo, o dejar las mochilas del pícnic en el coche y luego ir a por ellas ….si, si,… podemos hacer picnic dentro del recinto, que tiene una bonita zona habilitada para tal menester, incluso con máquinas expendedoras y microondas, súper preparados están!.
Bueno, una vez reunido el grupo en el punto de encuentro, debido a que éramos unas cuantas familias, nos dividieron en dos grupos. Gabriela, Alex y yo con la bióloga del centro: Lola, con la que aprendimos muchas cosas.
Lola nos fue explicando las diferentes características de todas las aves que nos mostró, así como el motivo por el cual cada una de ellas vivía en CAÑADA REAL. Así, pudimos ver: el águila real, el azor, águila culebrera (sabías de sus patas están muy bien recubiertas para evitar que el mordisco de las serpientes penetre en ellas?, pues ya lo sabéis),águila perdicera (esta especie está muy amenazada por la caza furtiva),milano (al que aprendimos a diferenciar por la forma de su cola del resto de rapaces) la cigüeña negra (su población en la Península no llega a 300).
Conocimos también a las rapaces nocturnas, tales como: el búho real, la lechuza, el mochuelo…
Los diferentes patos y gansos que en su laguna habitan… el que más gustó a Gabriela, el pato azulado.
Los cuatro principales motivos por los cuales estas aves habitan en el centro son:
– Los tendidos eléctricos que provocan la rotura de alas (y la muerte también, claro está), nuestros amigos plumíferos van observando el suelo para vigilar su presa y de repente….. cataplof! se come el cable del tendido y se hace una buena avería…. Están pidiendo que se soterren los cables, sobretodo en zonas que se saben de paso de aves, pero todas estas cosas ya sabemos que son costosas, y el «hombre» prefiere cargarse la naturaleza que complicarse en proyectos caros.
– Disparos. Señores cazadores que dicen «disparar por error» …. En el centro vive Nicolás, un buitre leonado, y esta ahí por un disparo errado, vamos a ver, todos sabemos lo grande que es el buitre, es un blanco considerable, así que lo del «error», fue por no acabar con su vida?…. Este buitre, en principio, andaba suelto por el centro, su principal hobby era desatacar las zapatillas de cordones de los visitantes, pero como muchos de ellos se asustaban al ver acercarse Nicolás, tuvieron que meterle en un cerrado. Me hubiese encantado tenerlo cerca y desatase mis zapatillas!
– Después está la gente que se encuentra un polluelo o ave herida y se la llevan a su casa para cuidar. Esas aves se acostumbran al «hombre» y luego no pueden volver a vivir solas en la naturaleza. Así que por favor, si os ocurre esto de encontrar un ave herida o sola, llamar a la guardia civil para que se encarguen ellos. Es triste ver un cuervo como el que vimos, Federico, que está perfectamente pero que tiene que vivir en cautiverio por la cercanía al ser humano.
– Cetreros… malos cetreros que diría yo. Alguno de ellos se dedican a robar polluelos de sus nidos para luego adiestrarlos.Luego en una inspección, les piden los papeles, y no los tienen, por lo cual deben decomisar el ave. La cetrería tiene unas normas y hay que cumplirlas,seamos serios.
Una vez acabada la ruta por las aves, Lola, nuestra magnífica guía, nos llevó a ver como alimentaban a los lobos!.. todo un espectáculo que entusiasmó a los niños y a los mayores.
Estos lobos, algunos son descendientes de los que empleó Félix Rodríguez de la Fuente en su documental «El hombre y la vida». De hecho, aquí conservan la cabaña que empleaban para elaborar su programa.
Lola les lanzaba trozos de carne al aire, y ellos saltaban en busca de su trozo, vimos alguna pelea entre ellos por llevarse el mejor trozo. Aquí los niños aprendieron que la manada tiene un jefe y para ser jefe hay que luchar!…
Una de las lobas, había perdido un ojo, y no fue por pelea alguna, sino que algún simpático metió un palito por el rejado y le fue a dar en el ojo, fue tal la infección que tuvo que no quedó más remedio que sacarle el ojito.
Como podéis comprender, mis peques y yo misma, salimos muy concienciados con lo que allí vimos y aprendimos.
Hora de comer…. unos macarrones con chorizo, patatas fritas con albóndigas y un yogurt (y agua) por 6€…. ji, ji… Está bien, pero yo prefiero hacer el pícnic, en la otra ocasión lo hicimos. Esta vez cogí comida por logística, el taller que íbamos a realizar estaba al lado del comedor.
Al finalizar la comida, nos dirigimos al taller de comederos para pájaros pequeños.
Necesitamos un tetra brik, un cúter, dos palitos, hilo, y para decorar en nuestro caso: hojas de roble y pegamento.
Gabriela hizo el suyo y Alex también se animó… los dos con mi ayuda, porque lo de emplear el cúter,… como que aún son pequeños!… Pasamos un buen rato.
Después del taller, nos dedicamos a ver alguno de los demás animales que allí habitan, como: la cabra montés, el lince, ardillas, gamos, corzos, jabalí, tortugas, ….
Hasta que Alex empezó a pedir «colito» (para los no gallegos, «brazos») con lo cual dimos por finalizada la visita.
Es un sitio estupendo para pasar el día con los niños. Los míos quieren volver para enseñárselo a sus amigos.
Podéis encontrar toda la información en http://www.opennature.com
No os lo perdáis!!…. os encantará!!
Ah!… los comederos ya están colocados en nuestra terraza.
Pingback: Centro de Fauna José Peña | mamás peques y súper planes