Post by María.
Los que seguís habitualmente el blog y nos conocéis ya lo sabréis, uno de los principales valores que Marta y yo queremos inculcar en nuestros hijos es la solidaridad. Ser solidario debe ser una regla como las demás normas de educación, al menos así lo creo yo. Por lo tanto es un valor que debemos fomentar tanto en el ámbito familiar como fuera de él, y que debe ser enseñada y transmitida a través del ejemplo.
Ahora que se acerca la Navidad, podemos hacer partícipes a nuestros peques de un ejercicio de conciencia y solidario.
Imagino, que al igual que en mi casa, vuestros hijos ya están preparando la carta a Papá Noel o Reyes Magos (ambos para los más afortunados). La televisión ya está avasallándonos con sus anuncios de juegos y juguetes, los niños lo quieren todo: esto me lo pido, esto también….. Un horror!…. En mi casa solo pueden pedir tres cosas, aunque luego aparezcan sorpresas en casas de familiares.
Hay un cuento que me encanta, y que explica a los niños porqué no pueden pedir todo lo que se les pase por delante de los ojos. Se titula «El ayudante de Papá Noel» y está fenomenal para enseñar a nuestros hijos a valorar el acto de regalar más que el regalo en sí.
El ayudante de Papá Noel.
«Todas las navidades Tito quería muchos regalos. Cuando llegaba la mañana de navidad si no tenía todos los regalos que había pedido se enfada mucho, muchísimo.
Aunque su mamá y su papá le explicasen que no podía tener todos los regalos, Tito nunca lo entendía. Y se enfadaba muchísimo. Este año tenía una larga lista de regalos que continuaba llenando cada vez que veía algún juego o juguete que le gustaba.
Una noche mientras dormía, despertó asustado al escuchar un golpe en la ventana. Un pequeño duende había entrado en su habitación y estaba mirándole.
-Soy uno de los duendes de Papá Noel, he venido a buscarte para que me acompañes a la fábrica de regalos.
El duende le agarró de la mano y en pocos minutos estaban en el mismísimo Polo Norte, en la fábrica de regalos de Papá Noel.
-Esta noche, Tito, vas a ser ayudante de Papá Noel, como todos nosotros, queremos que veas cómo funciona la fábrica.
El pequeño duende le explicó a Tito el funcionamiento de la fábrica. Primero tenían un buzón enorme donde estaban las cartas de todos los niños y niñas del mundo. Los duendes además pasaban todo el año visitando las casas para saber cómo eran los pequeños y que es lo que querían. Mientras tanto otros duendes ponían las máquinas de hacer regalos en funcionamiento, con mucha ilusión y mucho cuidado hacían todos y cada uno de los juguetes. Finalmente, otro grupo de duendes con las cartas y con la información que tenían de los niños y niñas repartían los juguetes, seleccionando los que correspondían a cada uno de los pequeños.
Todo tenía que estar listo para el día de navidad, era un trabajo muy importante, y gracias a este trabajo todos los niños y niñas tenían regalos la mañana de navidad.
Tito, estaba encantado con su visita a la fábrica, ayudó a los duendes que leían las cartas, a los que ponían en marcha las máquinas de regalos y finalmente se dispuso a repartir los regalos que correspondían a cada uno de los niños y niñas.
Uno de los duendes comenzó a explicarle:
-Tenemos que leer al detalle la carta y seleccionar bien los regalos que vamos a repartir a cada niño o niña. Es muy importante prestar atención a esto último, aunque parezca fácil no lo es.
Mira Tito, esta es tu carta y vamos a llenar el saco que te corresponde con todos los regalos que has pedido- a medida que el duende llenaba el saco, este se hacía más y más grande y quedaban menos regalos fuera- Cuando un niño pide tantos regalos, nos vamos quedando sin regalos para los demás niños y niñas, como puedes comprobar.
Tito comprobó que el duende tenía razón.
-No puedes pedir tantos regalos, Tito, porque si recibes todos los regalos habrá otros niños y niñas que no puedan recibir los suyos. El año pasado llenamos tu saco y hubo algún pequeño que a causa de eso no pudo recibir nada. La navidad es una época para compartir y pensar en los demás, todos los niños y niñas tienen que tener regalos. Lo importante no es recibir muchos regalos sino disfrutar de los que recibimos porque alguien ha puesto mucho trabajo e ilusión para que los podamos tener.
A la mañana siguiente cuando Tito despertó en su cama no sabía si lo había soñado, pero ahora sabía porque no podía pedir tantos regalos y sabía también que tenía que estar contento y agradecido con los que recibiera porque alguien había dedicado su tiempo, su trabajo y su ilusión para ello. Aquellas navidades cambió su carta y seleccionó unos cuantos juguetes, y no se enfadó al comprobar que no tenía todo lo que quería, se puso muy contento por poder recibir regalos.»
Se lo he contado a Gabriela y Alejandro, los cuales se han concienciado mucho y entendido muy bien, porqué su lista de regalos no puede ser como la lista de la compra!!… y de paso, ellos mismos quieren convertirse en ayudantes de Papá Noel (y quien dice Noel también dice Reyes Magos!).
¿Cómo?, fácil…. Ellos este año harán dos listas: una de las cosas que van a pedir como regalos de Navidad y otra con las cosas que donarán a otros niños, ayudando en su labor a Papá Noel y convirtiendo su acción en la más solidaria. Les he explicado que donando estos juguetes, harán felices a otros niños que sin su ayuda podrían quedarse sin regalo; entendiendo que esto no es «hacer limpieza» en casa. Deben ser conscientes de que no pueden donar juguetes rotos o en mal estado (por ello es importante enseñar a nuestros peques el hábito de cuidar sus cosas).
¿Dónde donar estos juguetes?
Podemos preguntar en iglesias, asociaciones locales, ayuntamientos, hospitales, colegios, instituciones… que a menudo promueven campañas puntuales, sobretodo en estas fechas.
Se realizan también, campañas para recogida de juguetes que normalmente organizan establecimientos. Por ejemplo: el AlCampo que tengo cerca de mi casa, por estas fechas siempre coloca unos contenedores para depositar los juguetes.
También están las instituciones nacionales e internacionales, como por ejemplo: Cáritas, Cruz Roja, Unicef, Intervida…
Googleando descubrí esta web:
Aquí encontrareis un listado colaborativo de entidades que recogen juguetes de cara a las fiestas navideñas.
Desde aquí, una vez más os animo a ser solidarios, es este caso, donando juguetes; porque jugar es un derecho fundamental de los niños y así lo reconoce la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia. Porque el juego es uno de los aspectos esenciales para el crecimiento de un niño. El juego les ayuda a hacer amigos, a relacionarse con los demás, a desarrollar habilidades y capacidades. Les ayuda a crecer, a expresar sentimientos y fantasías. Pero desgraciadamente no todos los niños pueden disfrutar del derecho a jugar.