By María.
Finalizó la navidad, volvemos a nuestras rutinas del día a día; colegios, trabajo,…. al fin sabemos en que día vivimos, porque yo durante estos días tenía que pensar un poco en que día de la semana estaba.
Nuestras navidades han sido bastante tranquilas. Hemos pasado unos días en casa de mis padres en Vedra (cerca de Santiago de Compostela), los niños y yo, porque a Nacho este año le tocó volar el día de Nochebuena y Navidad. Allí los niños pudieron disfrutar de sus abuelos maternos y de sus primas.
Hacía ya unos años que no disfrutaba de la Nochebuena con mi familia, normalmente me tocaba ir en Nochevieja. Así que estuve muy a gusto, a pesar de tener a Nacho a más de 10.000 Km fuera de casa. Pero para que otros puedan estar con sus familias esa noche, alguien la tiene que pasar fuera… así fue este año.
Además de disfrutar de mi familia, también hemos podido disfrutar con amigos.
Mi hija Gabriela es bastante introvertida, como yo …. sí Marta, se que te estás partiendo el culo de risa al leer esto, pero es cierto. De hecho, si ahora hablo hasta con las farolas, es por Gabriela, para enseñarle a ser más abierta y sociable con la gente que le rodea.
Desde que Gabriela entró en el colegio, me esforcé en ser más comunicativa y participativa en todo lo referido a su vida escolar. Esto me ha llevado a tener buenos amigos entre los papás y mamás de sus compañeros (tanto de ella como de Alejandro). De hecho, quedamos muy a menudo con unos y otros: una merienda, un cine, un teatro, una excursión,… cualquier cosa es una buena excusa para juntarnos y pasar un buen rato niños y mayores.
Esta vez tocó reunión en casa de Eva, una súper mamá de dos preciosas niñas. Para qué?… para juntar siete niños y tres adultos en su cocina!…. increíble, verdad?. Se trataba de tener entretenido una tarde a nuestros peques, elaborando galletas y brownies navideños. De paso, Jesús y yo nos retamos a realizar una tortilla para cenar.
Vale, perdí yo!… reconozco que la de Jesús estaba más jugosa, lo único que puedo decir en mi defensa es que la mía venia hecha de casa y se me secó más de la cuenta… justa victoria para este chico!…
El jurado fueron, por supuesto, los niños… que con los ojos vendados probaron trocito de una y trocito de otra, entre risas y bocas llenas.
Respecto a las galletas, la masa la tenia debidamente preparada Eva. Noooo…. tanto niño es imposible para realizarla, si fuésemos capaces, ya estaríamos montando talleres,… je, je, je. A ellos, reunidos alrededor de la mesa, les dejamos lo más divertido: estirar la masa y dar forma con los moldes.
Mientras tanto, teníamos ya en el horno los brownies Dr. Oetker, pare economizar tiempos. Una vez listos estos, dejamos libre el horno para meter las galletas.
Así mientras, los niños desaparecieron a jugar…. dejando que Jesús hiciese su tortilla y Eva descorchase una botellita de vino.
Alejandro, que era el más pequeño, disfrutaba del juego con los mayores, un bonito grupo que iba de los 4 hasta los casi 11 de la más mayor. Todo risas, ni una pelea, la verdad es que es una gozada verles disfrutar así.
Galletas listas, hora de juntar los niños de nuevo en la cocina y decorar!… Aquí dieron rienda suelta a su imaginación, y con virutas de chocolate, corazones, estrellas, foundant, …. etc… (nos habíamos provisto de medio expositor de decoraciones)… surgieron las más variadas galletas del universo!
Creo que Marta nos regaló en uno de sus post reposteros, una receta de ricas galletas, podéis recuperarla, y si no, seguro que en vuestras casas tenéis una a mano. De lo que se trata es de pasar un buen rato con los niños, hasta los menos cocinillas disfrutaron del momento decoración.
Llegó el turno de los brownies navideños, simplemente es colocarles un gorrito de Papá Noel hecho con la base de nata, una fresa encima y el pompón del gorro de nata otra vez.
Por supuesto, todos y cada uno de nuestros niños, tenían que probar la nata directamente del bote!…. que risas!!
Con el trabajo hecho por parte de los niños, los mayores recogimos toda la cocina y poner la mesa para la cena. Tortillas y pizzas para todos!. El postre no os lo digo, ya lo sabéis: galletas y brownies!
De nuevo recogimos la cocina, y Jesús nos preparó una copita, disfrutando de una agradable y divertida sobremesa.
Hubo momentos en que nosotros dejamos de estar allí como adultos, nos convertimos en tres niños más.
También aprovechamos para ir al cine, Big Hero 6, con Paula, Alejandra y su madre Ana. Peli que gustó mucho a los niños (aunque tiene alguna escena bastante triste). A Alejandro le gustó tanto que se pidió para Reyes el muñeco Baymax (cosa que como se le ocurrió a última hora, sus Majestades no pudieron atender por estar todo agotado!).
Ver un espectáculo de magia de Robin Ventura y Alanis Jaipur en «A Toda Magia» en buena compañia ….
Disfrutar de un coro cantando villancicos en la Galería de Cristal en Cibeles….
A la Cabalgata de los Reyes también fuimos, en este caso a la de Alcobendas, como en años anteriores con nuestra amiga Mar y su hijo Hugo (además de los papis de Mar). Elegimos Alcobendas por no meternos en el follón de Madrid. Aquí los peques en primera fila, pudieron recoger un montón de caramelos y ver las carrozas tranquilamente sin largas esperas.
Pero quizá el próximo año nos animemos con la de Madrid, Alejandro ya tendrá 5 años y puede que aguante más la espera, eso sí, ataviados con sillitas de camping y cartas para echar una partida con los amigos… ja,ja.ja…
Han sido unas Navidades tranquilas y muy caseras. Espero que todos vosotros hayáis pasado unos días fantásticos y que el 2015 sea un año propicio para todos.