Hay veces que Lucia llega a casa asombrada, contándonos que sus amigas tienen un montón de suerte porque son “súper ricas”, tienen casas enormes, sus padres son súper modelos o trabajan en el Corte ingles (aún no he conseguido averiguar si de dependiente o de directivo jajajaja) y tienen amigos famosos, si, si, de esos que salen en la tele.
Yo siempre intento hacerle entender que no siempre las cosas son como la gente cuenta, que cuando uno alardea de algo demasiado no suele ser del todo cierto y que nosotros podemos tener lo mismo o más que el resto, pero que no por eso tenemos que gritarlo a los cuatro vientos. Para mi uno de los puntos más importantes de la educación consiste en que uno vale por lo que es y no por lo que tiene.
Mi hija aún no me ha pedido ningún ejemplo de la lección “súper mamá” que estoy intentando que aprenda, pero si lo hiciera no me tendría que ir muy lejos…… por ejemplo, tengo la enorme suerte de que mi padre cuenta con un circulo de amigos, que aunque es cierto que no salen en la prensa del corazón, si que muchos de ellos han hecho cosas importantes para la sociedad y muchos de ellos son de los que con una conversación de sobremesa se puede aprender mucho más que con un libro de texto.
Hoy voy a hablar de uno de ellos, de José Ignacio, un salmantino, economista, nacido en 1968, con un master en Ciencia, Tecnología y Comunicación, que siendo un alto cargo del CNIO conoció a mi padre por motivos laborales y poco a poco se han convertido en grandes amigos.
Y os estaréis preguntando que hago yo en un blog de planes con niños, hablando de un directivo del CNIO (Centro Nacional de investigaciones oncológicas), tranquilos, no me he vuelto loca, la razón es porque gracias a él y desde Diciembre, Cosmocaixa (con novedades y diferencias) ha vuelto a abrir sus puertas, la sede del Museo de Ciencia y tecnología se muda hasta Alcobendas.
No se si sabéis que el Museo de Ciencia y Tecnología no es nuevo, ya existía desde 1980 junto al Museo del Ferrocarril. En él se recogía una colección de instrumentos que abarcan desde el siglo XVI hasta nuestros días y que han sido cedidos por diferentes instituciones a lo largo del tiempo. Gestionado por la Fundación de Apoyo al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Museo organizaba todo tipo de programas educativos para grandes y pequeños, algo, que hacia su visita fuera obligada para todos.
Yo era de esas madres que cuando cerró sus puertas Cosmocaixa, me costó entender como algo tan divertido y educativo no seguía abierto. 😦 Por eso, cuando José Ignacio nos anunció durante una comida familiar,la apertura de la nueva sede del Museo de Ciencia y tecnología allí me encantó la idea, pero sobre todo cuando contó cómo lo había montado y organizado todo.
Cuando el Ayuntamiento de Alcobendas, la Obra social de la Caixa y la FECYT llegaron a un acuerdo, lo primero que hizo José Ignacio fue llevar a su hijo mayor de conejillo de indias, le pidió que recorriera cada una de las salas del antiguo Cosmocaixa y que le contara que le gustaba y que no de cada cosa que estaba viendo.
Poco a poco y durante semanas, un grupo de expertos de la FECYT y con esa valoración tan especial encima de la mesa, estudio, analizó y diseño lo que iba a ser el nuevo museo, un museo pensado para los más pequeños de la familia y en el que entre sus objetivos estarían….
* Crear “un centro social abierto y dinámico que invite a la participación de todos, acercando la ciencia a la sociedad”.
* “Popularizar la ciencia y mejorar la educación científica en la ciudadanía”, buscando que la gente comprenda lo que la ciencia significa en nuestras vidas.
Por ejemplo…. ¿Cómo eran los relojes de la época de nuestros abuelos o bisabuelos?, o ¿cómo se median antes las distancias? , o ¿como funcionaba un coche de bomberos hace 100 años?
¿Qué más se puede pedir? Estoy segura que es el primer museo pensado para niños desde la propia mente de un niño…… 🙂
Os podéis imaginar que con esta puesta en escena, no dudamos ni un instante en que teníamos que ir a conocerlo, así que hace un par de semanas nos fuimos a pasar la tarde del domingo al nuevo MUNCYT.
Como ya era costumbre en el antiguo emplazamiento del Museo, el MUNCYT compaginaba su exposición permanente con otras temporales. Aquí, no iba a ser menos y nada más entrar te encuentras como comparten el espacio de la planta baja, la parte temporal titulada “biotecnología y calidad de vida”, que nos puede sonar a chino a los ciudadanos de a pie, pero que según hemos aprendido, su impacto es directo en nuestro día a día.. vacunas, test de embarazos, alimentos, diagnósticos, terapia genética…… y una de las tres muestras permanentes, la llamada “Patrimonio” que nos enseña la vida cotidiana desde el punto de vista de la evolución científica.
Nosotros empezamos por la esta segunda, ya que pensamos que para los peques iba a ser más sencilla de comprender…..
Nuestro paseo comenzó por el mundo de las imágenes…
* Lo pequeño se ve grande. Un pequeño recorrido por la historia del microscopio desde el siglo XVII.
* Fascinación. Espacio donde pudimos conocer un poco más el mundo del cine y la fotografía.
Desde el “tambor mágico” de William George, hasta la maquina que inventó Emile Reynau y con la que consiguió crear lo que hoy conocemos como los “dibujos animados”.
También descubrimos una selección de cámaras, a través de las cuales pudimos ver evolución de este durante más de 150 años. Es alucinante ver como las primeras que se inventaron eran de madera, pero que a medida que pasan los años se fueron fabricando con materiales de menos valor pero más duraderos.
Aprendimos que la primera cámara fue del siglo XIX y gracias a Niepce y Mandé Daguere y que tuvimos que esperar hasta 1888 para que una empresa llamada Kodak introdujera el carrete en ella.
* Más vale prevenir que curar. Pequeña muestra de la historia de la medicina, sobre todo desde el siglo XIX.
Creo que todos estamos de acuerdo que el tratar de conocer las enfermedades, su curación o incluso su prevención es uno de los propósitos más antiguos de la sociedad y hemos aprendido que en el progreso de la medicina ha tenido un papel muy importante la evolución de sus instrumentos. (Los rayos X, el microscopio, nuevas técnicas de anestesia….)
Hemos visto instrumentos que se usaban en las antiguas consultas oftalmológicas u odontológicas (madre mía, casi era mejor no pasarse por una consulta de esa época 😦 ), hemos visto los instrumentos que se usaban para una cirugía, o incluso donde se sentaban nuestras abuelas cuando iban al ginecólogo (no comment jajaja).
* Tecnoevolución. Donde hemos conocido un poquito mas sobre la evolución de la imagen y el sonido.
¿Sabíais que los primeros instrumentos musicales datan del siglo I D.c.?, o ¿qué el primer fonógrafo lo inventó un tal Edison hacia 1887?, o ¿qué ese aparato que solemos ver en las series de época, llamado gramófono, se inventó en 1887 por Berliner?. Yo no lo sabia, pero ahora si. 🙂
Hemos aprendido la evolución de la comunicación entre personas, como ha evolucionado desde las señales de humo hasta nuestros días, hemos descubierto que el telégrafo se inventó en el siglo XVIII y el teléfono fue patentado en 1876 por Graham Bell.
Además, hemos descubierto que la comunicación a través de la radio empezó en la década de 1880 y que la creación de la primera tele fue hacia 1926, aunque empezó a emitir el 30 de septiembre de 1930.
Homenaje de mamá a los ferrolanos: En este punto de la exposición tengo que hacer un parón obligado. Si señores, al Cesar lo que es del Cesar y por una vez que descubro que una gallega de Ferrol tiene una mención en un museo de este tipo, me veo en la obligación de contárselo a todo el mundo, ¡esto no pasa todos los días!. 🙂
Pues si señores, Ángela Ruiz Robles, una maestra de la escuela ferrolana de Mandiá (al ladito de Esmelle, la ruta de los molinos que os comenté hace alguna entrada ya..) ideó un “procedimiento mecánico eléctrico y a presión del aire para la lectura de libros”. Algo que suena muy complicado pero os diré que los expertos en la materia lo consideran como el precedente de los libros electrónicos.
* Hogar dulce hogar.
Todos somos conscientes de que el hombre desde la prehistoria, ha sentido la necesidad de fabricar instrumentos que le facilitasen su día a día. Muchos de estos instrumentos también se idearon para la casa, por ejemplo las maquinas de coser, los secadores de pelo, las depiladotas , las planchas o incluso los ordenadores.
Teníais que ver las caras de los peques viendo como la gente se aseaba, aprendía francés o se secaba el pelo.
* Ruedas. Espacio en el que nos enseñan la evolución de los medios de transporte a lo largo de los años.
Las bicicletas, los velocípedos, los aviones, las motos, los trenes y coches son el fruto del escuerzo del hombre que siempre había soñado con transportarse de un lugar a otro con rapidez.
Empezamos escuchando el motor de un coche diesel, o el sonido de un coche tirado por caballos y terminamos intentando explicar a Jorge como en un bicho como este, se podía pedalear sin caerse uno. Jajajaja.
Confesión de mamá: Tengo que decir que la exposición me encantó, me parece una manera súper divertida y original de explicar a los peques como la vida no era igual hace unos años y que gracias a algunas mentes maravillosas el mundo es así de cómodo.
Pero si tuviera que decir que es lo que más me ha sorprendido, diría que ha sido el descubrir la cantidad de creadores españoles que ha habido en la historia y que a pesar que sus inventos se usan cotidianamente, ellos, son unos grandes desconocidos….
Por ejemplo. …
- ¿Sabíais que la aceitera la creó un Español en 1961?. Rafael Marquina.
- ¿Sabíais que la primera olla a presión la inventó un español en 1919?. José Alix Martínez.
- ¿Sabíais que la lata de hojalata para conservas la invento un español en 1810?. José Casado.
- ¿Sabíais que el inventor del aparato para extraer el cristalino, no fue otro que el español Ignacio Barraquer? O que fue Ramón Castroviejo el pionero en el injerto de las corneas?.
- ¿Sabíais que fue un español, Mónico Sánchez Moreno, quién inventó un aparato portátil de rayos X?.
Alucinante, …….
Tras dar esta vuelta por la historia, nos atrevimos a visitar la exposición temporal y que estará abierta al publico hasta diciembre de 2015 y que nos intenta explicar de una manera sencilla y de a pie, el uso de organismos vivos para crear productos y servicios que mejoran nuestra calidad de vida.
Como dicen los organizadores… “No sabéis la cantidad de encimas y otros organismos que se encuentran detrás de muchos de los medicamentos»
¿Pero que es un museo para niños sin actividades para niños?
Como ya pasaba con Cosmocaixa, el museo ofrece diferentes actividades para los más peques… desde el NANO ESPACIO (para niños de 3-5 años) y donde se experimentan con cada uno de los sentidos; el NANOPLANETARIO (de 3-8 años) donde se pretende despertar la curiosidad sobre el mundo de la astronomía y el MICROESPACIO (3-8 años) que está dedicado a experimentar con las grandes áreas temáticas del museo, la materia, la mecánica, la luz y la comunicación.
Consejo de mamá: Ojo, tal y como pasaba con Cosmocaixa, estas actividades tienen un horario y aforo limitado, así que os recomiendo que si vais al museo pensando en meter a los peques en ellas, primero miréis su disponibilidad en la pagina Web.
Como a día de hoy, la apertura del museo no es muy conocida entre el publico, nosotros pudimos apuntar a los peques a una de estas actividades. Se lo pasaron bomba.
Y nosotros aprovechamos para recorrer la planta alta del museo, en la que nos encontramos la sala de “Espacio y tiempo” donde se encuentran las piezas históricas mas importantes del MUNCYT; la sala llamada “GABINETE” donde vimos instrumentos de diferentes disciplinas científicas y la sala “CIENCIA Y ARTE F-LAB” que es una de las partes con las que ya contaba el museo en la época de Cosmocaixa y donde se puede experimentar los diferentes fenómenos asociados a las cuatro fuerzas de la naturaleza.
Inciso de mamá: los niños no estaban, pero los padres si y disfrutaron como lo hubieran hecho ellos jajajaja.
Cosmocaixa era uno de esos ejemplos donde se demostraba que el saber es divertido y estoy segura que el MUNCYT va a ser la continuación de este lema tan importante.
Creo que el MUNCYT es un lugar perfecto para pasar una tarde cualquiera y en la que tanto grandes y pequeños pueden aprender de manera entretenida como funcional el mundo en el que vivimos.
¿Os vais a animar? Nosotros si, volveremos, siempre hay cosas interesantes que aprender… ¿verdad?
¡Gracias José Ignacio!
Bs
Chulisimo pero la consulta del dentista y la del ginecólogo pone los pelos de puntaaaa 😳
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