Desde que nació internet es alucinante descubrir como escribiendo una sola palabra en google puedes encontrar cosas que desconocías o que incluso pensabas que no existían…. Desde lo más simple como puede ser una noticia, una definición, un viaje o un hoteles, hasta cosas un poco más específicas como pueden ser ideas para regalar, tiendas online, recetas de la abuela o de la thermomix o hasta cursos para encontrar pareja.
Poco a poco nacieron los blogs, una especie de publicaciones de diarios online de personas que cuentan con una periodicidad determinada y de manera sencilla sus historias, experiencias o aventuras sobre un tema determinado. Una manera diferente de conocer el mundo que te rodea a través de los ojos de otras personas.
Desde que los blogs entraron en mi vida, poco a poco me he ido suscribiendo a infinidad de ellos, (no creo que sea una sorpresa si os digo que la mayoría de ellos tratan de cosas relacionadas con niños) ya que cuando ideo o descubro un plan chulo para hacer con los peques me gusta mucho bucear e investigar sobre las opiniones de otras mamás antes de lanzarme a la aventura.
Uno de esos planes que he consultado a esas mamás blogger es el que hoy os voy a contar, un plan que me rondaba en la cabeza desde que una amiga me lo propuso el año pasado y que por diferentes cosas he tenido que posponer hasta hace unos días.
¿A quién no le gustan las fresas? 🙂
Esta famosa fruta de la que solo podemos disfrutar en temporada estival (aunque ahora con los invernaderos se pueden consumir durante todo el año pero el sabor no es el mismo 😦 ) se come desde tiempos inmemorables, es más, se tiene constancia que incluso en la prehistoria ya se recolectaban fresas silvestres.
Curiosidad de mamá: ¿Sabíais que en Holanda se conoce a esta fruta como “la pequeña reina del verano”
Por lo que he leído por ahí tengo constancia que en países nórdicos como Suecia, los agricultores acostumbran a abrir sus tierras para que la gente pueda ir a recolectar sus productos, pesándolos al final y pagando por lo recogido. Y tengo que decir que alguien en España ha debido leer lo mismo que yo y poco a poco esa costumbre se está empezando a implantar en nuestro país.
Cuando mi amiga me envió una foto con la publicidad de una de esas granjas madrileñas me apeteció enseguida la idea, me pareció una actividad súper divertida, original y a la vez educativa para pequeños y grandes ya que desgraciadamente muy poca gente relaciona lo que come con su origen y ¿qué mejor forma para hacerlo que comiendo unas fresas arrancadas por nosotros mismos de la mata?
Así que hace un par de sábados, después de nuestra clase de natación, dedicamos el resto de la mañana a esta actividad tan campestre en la Finca Monjarama, una empresa familiar que lleva más de 30 años cultivando (entre otras cosas) fresas ecológicas y que está situada a tan solo 19 kilómetros de Madrid.
Siendo sincera tengo que reconocer que nos costó un poco llegar, ya que desde la desviación a Algete que tienes que tomar hasta llegar a la finca, hay que ir por un camino de tierra durante unos diez minutillos y a medida que vas alejándote del asfalto te empieza a comer la incertidumbre de si estarás yendo por el camino correcto o no. (Pero si lo piensas….. una granja no va a estar en medio de un núcleo urbano. ¿No? Jajajaja) 😉
A pesar de esos minutos de «tensos» encontramos la finca a la primera, justo después de pasar un recolector del Canal Isabel II.
Ya solo el paisaje era precioso, era un día totalmente despejado y con un sol radiante que hacia destacar el color verde de los arboles frente al azul del cielo.
Aparcamos justo al lado de la casa y fuimos a la recepción para ver cómo funcionaba todo, si, éramos novatos en el tema y la verdad es que en la página web no daban demasiadas pistas sobre el funcionamiento. 😦
Los encargados nos atendieron encantados y nos dieron unas nociones básicas para que la experiencia fuera un éxito, alguna de ellas nos pillaron un poco a contrapié así que aprovechando la ocasión y para que no os pase lo mismo, os las voy a contar desde aquí. 🙂
Consejos sobre el equipo de campo.
1. Llevad una cesa para poder pesarlas (no es un requisito indispensable, ellos te pueden facilitar una caja, pero ésta te costará 1 euro)
OJO. No llevéis una bolsa de plástico que los expertos dicen que estropean la fresa.
2. Llevad calzado de campo, podéis encontraros con zonas embarradas por el riego.
3. No olvidéis un gorro para protegeros del sol, sobre todo a los peques.
Con un par de cajas en nuestro poder, el encargado y sus hijas nos llevaron hacia los cultivos… Lucia y Jorge se quedaron alucinados de la extensión de terreno que había delante de ellos, no sabían por cual de las calles iban a empezar su aventura.
Pero antes las últimas recomendaciones de los expertos….
1. Hay que elegir la calle que queremos cosechar y ponerse de espaldas al sol.
2. Recoger las fresas rojas dejando las verdes para que sigan creciendo y cuanto más pequeñas más ricas. Ñam, ñam…. 🙂
3. Las fresas se cortan con la uña y no se arrancan de cuajo.
4. Hay que cosechar la calle completa, no se puede pisar ni saltar por encima de ellas.
5. No ser impaciente y no comer fresas calientes, dan dolor de estomago.
Y el último consejo que fue el que más gusto a mis bichos…. Hay que cantar una canción mientras se cosecha, las fresas estarán más ricas.
Nos separamos en dos equipos, (chicas por un lado y chicos por el otro), elegimos una calle y 3.2.1…… ¡Manos a la obra!
Una fresita, dos fresitas, tres fresitas……. Poco a poco la caja se iba llenando, estuvimos súper entretenidos buscando una a una cuales eran más rojas, recogiendo las más grandes y brillantes (recordad que son mejor las pequeñitas, pero es difícil convencer de eso a un niño 🙂 ), descubriendo como debajo de unas hojas se encontraba la más bonita…..
Hasta el padre que había venido con muchas reticencias se animó 🙂
Casi sin darnos cuenta teníamos las cajas repletas, hicimos incluso cambio de equipos porque la competición había quedado en tablas y los papás casi tuvimos que enfadarnos porque los enanos habían cogido carrerilla y el plan original no cosechar para toda la familia jajajaja.
Tras una hora larga de recolección, más de una fresa engullida en secreto y alguna picadura de ortiga que otra (no llevéis bermudas jajajaja ) conseguimos llevar a los recién estrenados recolectores a pasar por caja para pesar y pagar el fruto de nuestro trabajo.
Acabamos encantados y seguro que repetiremos el año que viene, fue una experiencia súper bonita ver como los enanos disfrutaban y se sentían orgullosos de merendar lo que habían recogido ellos mismos.
Desgraciadamente esto no se puede hacer durante todo el año, hasta una inculta como yo en el mundo de la agricultura sabe que cada producto tiene unas fechas de recolección y el de la fresa es desde junio hasta Agosto (dependiendo del tipo), así que si os apetece hacer este tipo de actividad no podéis demorarlo demasiado.
Sé que hay más pero yo os dejo el enlace de la Finca que nosotros conocemos para que entréis y veáis la disponibilidad de la actividad (Cuando estuvimos allí nos dijeron que calculaban que tendrían genero hasta finales de junio, pero en la página web solo pone los horarios del mes de Mayo) ya que ésta depende de lo que los recolectores como nosotros hayan ido dejando a los siguientes. 😉
Poco más me queda por decir….
Solo añadir que esta vez estoy más que encantada de haber descubierto esta posibilidad de ocio en Madrid, pues es una actividad divertidísima para hacer con niños un sábado por la mañana. Una actividad que a la vez de pasárselo bomba aprenden a distinguir si una fruta está aún verde, madura o incluso estropeada. Una actividad que les permite averiguar que las cosas (en este caso la fruta) que comen no aparecen en el súper por arte de magia, sino que detrás está el trabajo de mucha gente. Una actividad que en definitiva permite acercar de una manera original a la vida del campo tanto a peques como a mayores.
¡Ahhh y que no se me olvide!.. Javi, el año que viene tienes voluntarios para recoger esas ricas alubias que tu y yo sabemos, eso sí, el tractor es para la madre jajajaja… 🙂
Bs
Ja ja, os esperamos
Vi tu anticipo de post en facebook y estaba deseando leerlo, ya me llamaba la atención y desde luego no me ha decepcionado, te lo copio y lo probaré con toda seguridad, solo falta encontrar el hueco antes de que se acaben
Jajaja.me alegro! La verdad es que los enanos salieron encara dos. Recomendable 100% ya nos contarás!