ost by María.
Conocéis los Jardines del Campo del Moro??…. desconocido incluso para muchos madrileños, los jardines reales del Campo del Moro, es un estupendo lugar para pasear con nuestros peques, en pleno centro de Madrid, es como si nos trasladásemos a un bonito bosque de cuento.
Está situado bajo el Palacio Real, tras el desnivel que daba fortaleza defensiva a las antiguas murallas madrileñas. Para hacernos una idea del origen de su nombre: Campo del Moro, hay que saber que las primeras murallas de Madrid estaban donde hoy está el Palacio Real. Donde hoy se encuentran estos jardines, se asentaron entonces las fuerzas almoravides de Alí ben Yusuf, que querían conquistar nuestra ciudad, Madrid, allá por el año 1100. De aquel campamento surgió el nombre actual de Campo del Moro. Fue declara de interés histórico-artístico en el año 1931.
No suele ser muy visitado porque aunque pertenezca al Madrid de los Austrias, se sale del recorrido típico turístico. Estando junto al Palacio Real, su acceso solo se puede realizar por el Paseo de la Virgen del Puerto (Metro Príncipe Pío).
Este parque o parcela, fue adquirido por la Corona Española en tiempos de Felipe II y lo forman unas 20 hectáreas de jardines de estilo inglés, donde encontramos dos fuentes diseñadas por Ventura Rodríguez, la fuente de Los Tritones y la fuente de Las Conchas. En su tiempo fue coto de caza real.
Posiblemente sea el jardín mejor cuidado de Madrid.
Con todo este calor que está haciendo esto días, entrar en este “bosque” alivia la temperatura, los niños pueden corretear entre todos sus senderos sin peligro alguna. Cada sendero tiene un nombre, uno de ellos era “el sendero de los mosquitos”, con tal nombre, y dada la delicadeza de la piel de Gabriela a la picadura de estos insectos, una mamá precavida como yo, les atizó de repelente a los peques!!!…. por si acaso…
Durante nuestro paseo, descubrimos un carromato, que no hizo recordar a aquellos que portaban cañones, tirados por bueyes….
También encontramos un par de edificaciones, el Chalé del Corcho, un pequeño kiosco cubierto por láminas de corcho, y el Chalecito de la Reina, de la rina María Cristina de Habsburgo, del estilo tirolés, eso sí, ambos, bastante deteriorados.
Cierto es, que estos jardines son para dar un magnífico paseo entre una gran arboleda, y si tienes peques tan inquietos como los míos, si no les das una historia a contar mientras pasean, pueden aburrirse.
Los míos estaban “ojo avizor” buscando los pavos reales que allí podemos encontrar. Ya estaban desesperados cuando les dije: “pero habéis pasado a su lado, y no la habéis visto!”…. “el qué mamá?”…. “pues la pavita que está ahí sentada, media camuflada”… Volvieron atrás corriendo, y aún así, tuve que indicarles, dónde estaba, al padre incluido. Resultó ser una pavita que estaba empollando sus huevos, lo cual a los niños les hizo mucha ilusión verlo. Ahora quieren volver otro día para comprobar que el “chope” ha nacido…. ja, ja, ja,…. lo del “chope” es cosa de Alejandro, que esa noche en lugar de pavo, dijo “chope”…. si, si.. como habréis entendido a mi hijo le encanta el chope de pavo, y como al pobre no le salía la palabra pavo, empleó “chope”!….. quedará para la posteridad!….
Fue un precioso paseo en familia, que en un instante nos trasladó de la ruidosa ciudad a la tranquilidad de un precioso bosque que contiene unas 70 especies de árboles, algunos de ellos centenarios.
Si os apetece dar un bonito paseo, podéis hacerlo de 10:00 a 20:00h, horario de verano (en invierno cierran a las 18:00h), la entrada en gratuita y tener en cuenta que no permiten la entrada al recinto media hora antes del cierre.