Creo que estamos todos de acuerdo si digo que la música tiene que ser un componente esencial dentro de la educación de nuestros peques, nos ayuda a desarrollar el sentido del ritmo, el auditivo o las facultades sociales.
Podemos ponernos un poco más científicos y decir que hay varios estudios que afirman que al escuchar música, nuestro cerebro segrega una sustancia llamada dopamina que no es otra cosa que el neurotransmisor del placer, o que si escuchas música triste se libara otra sustancia química que nos ayuda a experimentar alivio.
Pero ya sabéis que yo soy una mamá practica y si tengo que justificar la música en la vida de mis hijos diré que es algo perfecto, es como el genio azul de Aladino, un mago con poderes ilimitados que nos permite con una sola nota sentirnos bien, convertirnos en más creativos, relajarnos o darnos energía, nos puede ayudar a dormir o expresarnos, nos enseña a percibir y sobre todo… a crecer.
Me he dado cuenta que cada vez son más los padres que cuentan con un CD de ese grupo tan famoso llamado “cantajuegos” (tengo que reconocer que yo también, son de los pocos grupos que han sabido modernizar las canciones de siempre sin perder esa esencia de “canciones infantiles” ) olvidándose un poco de mostrar a los peques de casa el resto de variedades musicales con las que contamos en el mercado.
Con esto no quiero decir que enchufemos a nuestros peques el “la Novena sinfonía de Beethoven”, en vena y sin anestesia, pero si que hay muchas opciones musicales para ellos. Desgraciadamente la ecuación musical en los colegios de nuestro país es bastante escasa, por lo que es casi una obligación de los padres complementarla en casa. Afortunadamente hay muchas opciones para hacerlo, alguna ya os la conté como nuestro primer concierto de música clásica y hoy os voy a contar otra, os voy a contar un secreto….. La opera también es cosa de niños.
Pero antes de nada y como siempre… un poquito de historia.
Si buscamos la definición de “Opera” encontraremos que la palabra viene de la lengua italiana y hace referencia a una obra teatral cuyo texto se canta con acompañamiento de una orquesta.
Este genero nació entre la nobleza italiana hace más de 400 años y en un intento por recuperar el teatro griego. Aunque siempre estuvo financiada por los príncipes, cortesanos y un poco más tarde por los burgueses (Era costoso el montaje ya que había que dotar al teatro de su orquesta, coro, ballet, vestuarios), no tardó demasiado es convertirse en un espectáculo popular.
¡Oye! ¿Habéis llevado a los peques a alguna Opera?, ¿os lo habéis planteado alguna vez?
Muchos de vosotros estaréis mirando fijamente a vuestro enano mientras está haciendo alguna de las suyas y os estareis preguntando … ¿Cómo voy a llevar a este terremoto a un sitio como ese? No duraríamos ni cinco minutos… Otros estaréis pensando que aun son peques para estrenaros con esta actividad y otros muchos estaréis con una media sonrisa afirmando algo así como….. Buff si no me gusta ni a mi, ¿cómo le voy a hacer eso al pobre?
Toc, toc.. señores… que noooo, que la opera es divertida, y hay operas para todas las edades, solo se tiene que buscar la ideal para cada uno… a ver…… Planteároslo de otra manera, ¿a que niño no le gusta escuchar un cuento? 🙂 pues la opera no es más que una cuento cantado, una historia fantástica con príncipes y princesas, con malvadas brujas y valientes caballeros, con damiselas en apuros o niños traviesos.
Nosotros ya probamos el año pasado con “La pequeña flauta mágica” de Mozart. Los enanos estaban emocionados ante el nuevo plan. Yo iba un poco escéptica por si aguantarían sentados durante los 60 minutos que duraba la obra, pero para mi sorpresa aguantaron, ahí estaban sentados en sus butacas de principio a fin, en silencio absoluto cuando apagaron las luces y con los ojos como platos desde que salió Mozart a explicarnos en que consistía la obra.
Opera divertimento, compañía que montó el espectáculo supo ganarse a los niños desde el principio, cosa súper complicada pues no existe publico más exigente que ellos. Dicen las cosas como las sienten, sin preocuparles las consecuencias (jajaja.. aún recuerdo un día en el ascensor de casa, Jorge sin ningún tipo de pudor espetó .. “mamá este señor es muy feo y huele mal” 😦 podéis imaginar que el recorrido entre el bajo y el tercero se hizo el triple de largo que un día normal y que yo no hacia más que sonreír con las orejas más rojas que la nariz de Rudolf en Navidad) no mienten ni disimulan, si algo les divierte lo dicen pero si les aburre.. también 😉
Foto: Opera divertimento
Mozart actúo como maestro de ceremonias y nos explicó cuales eran los elementos esenciales de un opera, además de contarnos como el príncipe Tanino, enamorado de la bella princesa Pamina (encerrada en la tierra de su padre el rey Sarastro) emprende su rescate con la ayuda del hombre pájaro Papageno y los poderes de su flauta mágica.
Fotos: Opera divertimento
Fue fantástico verles reír y participar con los actores, se les veía felices y entretenidos, respirando y viviendo este nuevo género musical.
Lucia no se resistió a subir al escenario….
¡Hasta nos hicimos fotos con los actores! (Bueno, Jorge prefirió quedarse tras la cámara)
La experiencia nos gustó tanto que cuando vimos que se representaba la obra “Hansel y Gretel” no lo dudamos y compramos las entradas para el fin de semana pasado.
La compañía encargada de adaptar este famoso cuento alemán volvía a ser Opera Divertimento así que el éxito estaba asegurado. En esta ocasión han adaptado la obra a niños de a partir de 3 años, diseñando las coreografías y las canciones que permiten la participación del publico.
Fotos: Opera divertimento
Una vez más no nos decepcionaron, los actores supieron usar su habilidad para que los niños disfrutaran de la belleza de la opera, a comprender el sentido de la historia y a salir del teatro con ganas de contar a todo el mundo la historia que habían conocido.
Otra vez no podía faltar la foto con los actores, y como la primera Jorge prefirió estar detrás de la cámara. 😉
¿Os acordáis de que trata el cuento?
Cuando salimos de la opera pregunté a los enanos que habían entendido del cuento y esto es lo que me contaron…
“En un bosque muy lejano vivía un padre con sus dos hijos, uno gordito llamado hansel y una niña rubia llamada Gretel. Era una familia muy pobre y el padre hacia escobas para vivir.
Un día mientras el padre no estaba, los niños se pusieron a jugar y tiraron el único tarro de leche que tenían para comer. Tal fue el enfado del padre cuando llegó que les castigó a ir a recoger fresas al bosque oscuro, un bosque donde había una bruja que comía a los niños.
La bruja tenia una casa de caramelos y galletas y cuando Hansel y Gretel la vieron se pusieron a comer algunos trozos, pero llegó la bruja y les encerró. A hansel le tenia comiendo todo el día para que engordara y comérselo y a Gretel la tenia de ayudante.
Cuando la bruja pidió a Gretel que echará leña al fuego para cocinar a Hansel, la niña tuvo una idea y empujó a la bruja dentro de la chimenea. Así salvó a su hermano y pudieron volver a casa”
No se a vosotros pero a mi me parece que se han quedado con la historia, ¿no creéis? J
Un día leí por ahí algo que me hizo que pensar y me gustó tanto que lo voy a tomar prestado para terminar la entrada de hoy. “Nuestros hijos con pequeños moldes y todo lo que nosotros metamos en ellos formara parte de los adultos que serán mañana”
“La opera no es mas que un teatro que nos explica las cosas importantes de la vida”. Y que mejor manera para enseñárselo a nuestro peques.
Obra: Hansel y Gretel.
Donde. Teatro de Bellas Artes (Madrid)
Hasta cuando: Hasta el 3 de Enero del 2016
Horarios: Sábados a las 16.00 y Domingos a las 12.00
Precio. 10 y 12 euros.
La primera vez que yo lleve a los míos, el de en medio me dijo, jo mama como cantan deben ser súper famosos. Jaja Se había quedado impresionado con esas voces tan íncreíbles
Si es que el mundo desde los ojos de un niño es maravilloso!
Bs