www.mamaspequesysuperplanes.com

El por qué de mi ausencia

Pase lo que pase, siempre estaré junto a ti….

Esto me dijiste en una de nuestras ultimas conversaciones y como me retumba en la cabeza desde el día 1 de diciembre. Desgraciadamente desde hace un par de años sabia que este momento iba a llegar más temprano que tarde, pero tan pronto y así…. no ha sido justo.

No ha sido justo, no dio tiempo a prepararme, aunque creo que a esto, por mucho que lo sepas nunca te puedes preparar del todo.

Entraste a una operación relativamente sin gravedad, salió bien, incluso saliste del hospital bailando, pero a las 24 horas tu cuerpo decidió que ya no podía más, que había estado luchando durante años y que necesitaba parar. Decidió apagarse poco a poco sin marcha atrás hasta que un mes después, como solo tu sabias, con esa elegancia que te caracterizaba, cuando ya estabas solo en tu habitación con vistas te decidiste marchar… tranquilo, sin avisar a nadie, sólo, para que nadie sufriera más de la cuenta, repito, como solo tu sabias hacerlo.

Que ironía tiene la vida, muchas veces cuando he escuchado sobre este tipo de situaciones y la gente dice cosas como… «cuando pasó yo noté una punzada en el corazón», «tuve una sensación rara y supe que algo malo pasaba» nunca me lo creía, incluso me hacía gracia cómo funcionaba la somatización en este tipo de situaciones en la gente, pero ainsss, como tengo que comerme mis palabras y reconocer que no se puede escupir para arriba que siempre cae…

Ese Domingo, después de pasar la semana contigo en Roma, había vuelto a Madrid el viernes para estar con los enanos, cogía el primer avión al día siguiente contigo, pero no me sentía «normal», las cosas no iban bien me sentía extraña y tuve la necesidad de escribir un mensaje a Laura para que te dijera que estuvieras tranquilo, que todo estaba bien y que todo iría bien. que estábamos muy orgullosos y que podías descansar… tres horas después sonó esa fatídica llamada. «Marta,  me acaban de llamar de la clínica, papá se acaba de ir».

Lo que sentí no puedo describirlo, el mundo se cayó en mis pies…

Para mí la muerte siempre ha sido el mayor de mis temores, es algo que no termino de entender y las cosas que no entiendo me aterran, les doy mil vueltas en mi cabeza y he pasado muchas noches en vela por culpa de ella. Pero cuando empezamos con nuestra lucha familiar contra el P.. cáncer decidí que no iba a volver a perder un solo minuto en este miedo irracional, disfrutar el día a día. Sabes que está ahí, que en algún momento llamará a la puerta, pero mientras no llame´, la vida está ahí… solo así he podido tomarme la enfermedad como lo que es, una carrera de fondo, una lucha constante, de altos y bajos, de continuos sustos, de continuos nervios cuando hacer una prueba de control, de alegrías cuando te dicen que todo ha ido bien, que hay un nuevo tratamiento o que hay una solución para algún problema colateral que surge… y de verdad tengo que decir que lo conseguí, que mucha gente me preguntaba cómo podía seguir sonriendo o tomándome las cosas con tanta filosofía y sin tragedias con lo que teníamos encima y yo siempre he contestado lo mismo… «de otra manera no se puede vivir» hay que aprovechar los buenos momentos y estar preparados para los malos».

Oye, que la vida no es de color de rosa, he llorado mucho, me he agobiado mucho, me han salido enfermedades complicadas por el estrés, pero he disfrutado al máximo de mi padre durante estos trece años de lucha y estoy segura de que él también lo ha hecho con todos nosotros.

Pero por mucho que te entrenes y te pongas la coraza de gladiador, nunca se está preparado para enfrentar esa llamada telefónica, creo que nunca la podré superar, hay veces que me despierto por las noches con esa llamada y creo que me va a costar mucho asumirla y convivir con ella.

Él si… él sabía que el momento se acercaba y poco a poco nos iba preparando a todos para cuando pasase, él nos conocía a la perfección y sabia como avisarnos de una manera discreta y con ese tacto que le describía, nos avisó sin que nosotros nos enterarnos por con su efectividad de siempre.

El año 2019 empezó de manera complicada, pero íbamos superando los baches… las últimas vacaciones de verano nos reunieron a todos (amigos y familia) en su sitio idilio en la costa amalfitana (sabía que iban a ser las ultimas). El otoño empezó complicado, pero parecía que con la operación todo se solucionaría, pero sin saberlo aquí empezó la peor fase de esta lucha… Noviembre fue un muy complicado……

En cuanto a la logística todos hacíamos turnos para que él no estuviera solo y Laura se sintiera acompañada, yo iba durante la semana, mi hermana fines de semana largos, Vitty cuando sus viajes de trabajo se lo permitían nos sustituía y Betty, la única de los cuatro «hijos» que vive en Roma daba apoyo a todos y «on» para cualquier imprevisto.

En cuanto a lo sentimental ese maldito mes de noviembre fue una especie de preparación para el desenlace. tu poco a poco te apagabas, luchabas, pero ya no con las mismas ganas…dejaste  de escribir en nuestro chat «noticias del frente», dejaste de llamar por teléfono, dejaste de sonreír, dejaste hablar, dejaste de levantarte de la cama, dejaste de comer, dejaste de beber, dejaste de abrir los ojos…. Creo que sin saberlo ya nos estabas preparando a no estar contigo y comenzar a aprender de tu ausencia. Hasta esto lo hiciste bien.

Fue un mes muy duro, pero gracias a lo que sea nos dio tiempo a todo lo que nos hubiera gustado hacer de saber que esto se acababa…

Los niños pudieron despedirse de ti cuando aún estabas «bien», incluso pasaste una tarde impartiendo una clase magistral a Lucia sobre el examen de estadística que tenía esa semana.

Cantaste el cumpleaños feliz a Jorge por su décimo aniversario…

Y conmigo…. cuanto tiempo pasamos juntos a solas, algo que nos gustaba, pero escaseaban las oportunidades para ello. Aprendí a afeitarte, a discutir contigo cuando no querías hacer algo, ser más paciente, a entenderte a admirarte más si cabía. No puedo quitarme de la cabeza esas horas a tu lado, cuando aún me hablabas y en alguna de las conversaciones me soltabas perlitas sin venir a cuento de donde estaban las claves del banco, que muebles te gustaban, que libros te gustarían que los niños tuvieran cuando no estuvieras, el por qué de esto o que hacer para tal o cual. Yo como siempre te preguntaba si era necesario hablar de eso (siempre he pensado que cuando se hablan de estas cosas es que esperas que se vana a necesitar en un corto plazo de tiempo y me negaba a ni siquiera planteármelo) y tu con tu sonrisa me decías que no, pero que era buen momento como cualquier otro. Ahora se que si hacia falta saberlo y que tu lo sabias….

Y llegó ese fatídico domingo 1 de diciembre, las 22.30 cuando sonó ese maldito teléfono y llegó el minuto en el que te das cuenta de que ese momento que me aterraba ha llegado de manera categórica e irreversible.

*Ese momento en lo que todo lo vivido juntos se convierte en recuerdos.

*Ese momento en que te das cuenta de que un ciclo ha acabado.

*Ese momento en el que la vida te cambia para siempre.

*Ese momento en el que el niño que fuimos y que creo que nunca se ha ido del todo se siente solo y desprotegido.

Ese momento en el que te das cuenta que ya nunca te voy a volver a oír, a volverte a ver, ya no te voy a poder contar cuantas canastas metió Jorge en su último partido o las buenas notas de Lucia, ya no te voy a poder escribir ese mensaje mañanero en el que averiguaba, según escribieras o emoticonos hubiera, estabas mejor o peor, ya no voy a poder pedirte consejo, ya no voy a disfrutar de ese olor a pipa que tanto me gustaba y mil cosas mas …

¿Y ahora?

Ahora toca lo más difícil….

*Recuperarse, del cansancio físico y emocional de una época bastante complicada.

*Recuperase de la pena tan grande que tengo, se ha ido mi padre, mi superhéroe, mi referencia, mi ejemplo a seguir.

*Aprender a vivir sin él. Para mí no se va el cuerpo de mi padre se va parte de mi universo, sus palabras, sus caricias, sus abrazos, sus consejos, sus manías, mi sabio favorito, el abuelo, mi protector, mi maestro, en definitiva… «MI PAPÁ»

Hoy he dado el primer pasito, he llorado mucho escribiendo estas líneas pero estoy orgullosa, es la primera vez que expreso como me siento después de estos 90 días. Aún no he conseguido hacerlo en alto, aún evito hablar del ti con la gente, aún esquivo las preguntas sobre ti, aún no he dejado que me den el pésame  pues siento que me derrumbaría, pero poco a poco.

Me costará lo sé, pero me enseñaste a ser fuerte. saldré de ésta y tú papá, estés donde estés, estarás conmigo.

IMG_6983

Pd. gracias a todos los que nos habéis ayudado en esta fase tan dura de nuestra vida.

Y no podia acabar esta entrada sin poner nuestra  canción…..