Alohomora a la magia

Lucia siempre ha sido una niña muy lectora. Le encanta leer y nunca uno solo. A esto ha salido a su padre, los dos son capaces de estar con tres o cuatro libros a la vez sin liarse en los argumentos.

Esa capacidad que tienen los dos la envidio tremendamente. No se vosotros, pero yo soy de esas que me dedico a un libro en exclusiva hasta que lo acabo. Si un libro me gusta, no soy  capaz de  dejarlo aparcado unos días para empezar otro y después, volver a donde lo dejé con el primero sin tener que repasar que es lo que pasaba. Si un libro me interesa lo devoro hasta acabarlo pero si no me interesa o me resulta pesado lo dejo sin más.

Ellos no, ellos los acaban si o si, a su ritmo pero  acaban todos les gusten o no y encima cuando aún no han terminado, ya están rumiando la temática del siguiente  y buceando en «Amazon» para comprarlo.

Por eso  cuando hace casi dos años Lucia nos pidió el primer libro de la saga «Harry Potter» (en inglés) no pude negarme aunque pensé que aún era muy pequeñita para ellos y que en ciertos aspectos le iba a costar entenderlo.

«Lucia, nosotros te los compramos encantados, pero si ves que no lo entiendes o que es muy complicado, no te preocupes, lo compramos en español o lo  dejas y lo volvemos a intentar en un par de años, ¿ok?»

«No hay problema mamá, pero seguro que no me pasa, es en ingles y todo es más fácil en ingles»

Einnn? En un primer momento me hinché de «orgullo de madre», satisfecha al ver que todo el esfuerzo que hacemos para que el inglés no le suponga un problema tiene sus frutos, pero no pasaron ni dos segundos cuando todo ese «orgullo» pasó a «terror» imaginando el posible momento en el que mi inocente niña viniera a preguntar que quería decir algo y no pudiéramos contestar. Me veía leyendo el libro en español para ver por dónde venían los tiros jajaja.

El libro le encantó, después de ese primero llegó el segundo, el tercero, el cuarto…  No sé por cual vamos ya, he perdido la cuenta, pero lo que si se es que en poco tiempo se ha convertido en una doctora «honoris Causa» del tema.

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Libro a libro el mundo de este joven mago ha pasado a formar parte de nuestras vidas. Ella descubre y luego nos cuenta. Hay veces que resulta un poco agobiante la cantidad de información que intenta transmitirnos, pero viendo la emoción y su  brillo en los ojos no podemos negarnos a escuchar  y hasta poner cara de asombrados con cada descubrimiento que hace.

En poco tiempo, entre lo que estudiaba en el cole y estos libros, Londres comenzó a ser un sitio que Lucia quería visitar. Siempre venia  con un sitio chulo de esa ciudad que quería visitar. Cada vez que teníamos un puente, un fin de semana largo o alguna oportunidad, ella proponía Londres como su opción de destino y nunca perdía la sonrisa cuando le decíamos que un poquito más adelante.

En mayo de este año lucia cumplió diez años…

«Mamá, por mi cumpleaños me harás algo especial ¿verdad? Es la primera vez que añado un digito a mi edad y la próxima vez que lo haga no vas a estar conmigo, así que… me harás algo especial ¿verdad?, sé que si lo vas a hacer, tu siempre haces cosas especiales por nosotros «.

Con un condicionante así no podía fallar a mi pequeña y hablándolo con Manu lo tuvimos claro enseguida, el regalo por el decimo cumpleaños de Lucia tenía que ser un viaje a su ciudad.

Durante mi infancia pasé muchos veranos en Inglaterra y todos ellos los recuerdo con mucho cariño. Conocí mucha de gente y lugares, mejoré mi nivel de inglés (era el objetivo), pero sobre todo lo pasé genial.

Preparé el viaje minuciosamente. Hice una lista con cada uno de los sitios que quería que mis peques conocieran, los distribuí por días para que no se cansasen demasiado y como no podía ser de otra manera reservé un día entero para HARRY POTTER.

El viaje fue fantástico, conocimos un montón de sitios, disfrutamos como enanos…

Pero eso ya os lo contaré en otra ocasión, hoy y aprovechando que en unos días se estrena en Madrid la exposición de Harry Potter, nuestra entrada va a ir dedicada exclusivamente al día tan divertido que pasamos en el «Harry Potter Studio Tour».

Tengo que reconocer que yo muy fan de Harry Potter no soy, la publicación del primer libro ya me pilló un poco grande por lo que no me enganché demasiado (aunque el primer libro se publicó en 1997 en el Reino Unido, en España no llego hasta el 99). A pesar de mi ignorancia sabía que con el éxito que tiene la saga existan ciertas atracciones para los fans pero no tenía muy claro dónde y cuáles.  Buceando en internet descubrí que los estudios Warner Bros (productor de la saga en el cine) había creado un tour por los escenarios originales de las pelis en la que se pueden descubrir muchos de los secretos de los decorados, el vestuario, los trucos de los efectos especiales y muchas cosas más que pueden pasar inadvertidas a primera vista. No lo dudamos ni un momento, lo reservamos.

Pero, no podíamos ir al santuario de los fans de Harry Potter sin tener alguna idea del argumento, personajes y autora, ¿no os parece?

Joanne Rowling ideó la historia de este famosísimo aprendiz de mago durante un trayecto en tren entre Manchester y Londres allá por el año 90 del siglo pasado. De esta idea nacieron siete libros traducidos a más de 29 idiomas, nueve películas y una obra de teatro, algo que le ha convertido en la duodécima persona más rica del Reino Unido, por delante de la mismísima reina Isabel II.

La historia cuenta las aventuras de este jovencísimo mago y sus amigos, Hermione y Ron, durante su estancia en el Colegio Hogwarts y su lucha contra el malvado Lord Voldemort, quien asesinó a sus padres cuando éste era pequeño para poder acabar con la profecía que citaba su propia muerte.

Ahora sí, ya podemos entrar en el fantástico mundo de Harry Potter sin sentirnos un pez fuera del agua.

El 1 de mayo amaneció un día típicamente inglés (cielo cubierto y con previsión de alguna lluvia), los dos pequeñajos se levantaron de un salto, olvidando lo agotados que estaban la noche anterior porque mamá nos había hecho recorrer «cientos» de kilómetros andando durante todo el día.

Desayunamos en un «pis pas» y nos dirigimos hacia la estación de Euston donde teníamos el tren a las 11.30 que nos llevaría a los estudios Warner.

Los estudios están situados a unos 30 kilómetros de Londres, allí se filmaron películas como «Goldeneye», «Sherlock Holmes» o «el caballero oscuro», pero tan solo la parte de Harry Potter es la que se ha convertido en Museo.

Sobre las 12.15 llegamos a Leavesden donde ya nos estaba esperando el autobús lanzadera para llevarnos a los estudios de cine.

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El recorrido, de apenas quince minutos, se nos hizo largo, sobre todo a Lucia que no paraba de soltar carcajadas nerviosas y preguntando cada segundo cuanto quedaba o todas las cosas que había investigado que íbamos a ver.

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Finalmente llegamos. Lo primero que se ve es una gran nave (que por lo que nos contó la guía, se usó para construir construyeron aviones  durante la Guerra Mundial) en medio de la nada pero que gracias a sus letras gigantes en la parte superior del edificio «WARNER BROS STUDIOS» supimos que habíamos llegado.

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Una vez que la guía nos repartió los auriculares por los que escucharíamos todas sus explicaciones de la visita y tras un pequeño video introductorio en el cuarto donde dormía Harry en casa de sus tíos, empezamos nuestra aventura….

De la nada aparecieron las puertas de Hogwarts que se abrieron

y de un plumazo estábamos en el impresionante comedor del colegio con los uniformes de cada una de las casas y los de los profesores presidiendo el salón. Simplemente alucinante.

No os podéis imaginar la cara de fascinación de Lucia, no paraba de hacer fotos a un lado y al otro.

La guía nos contó que todo el material expuesto era origina de las películas y que se fueron fabricando a lo largo de diez años.

Curiosidad de mamá: Si le echáis un ratito os podréis fijar que en la mesa están tallados los nombres de los personajes más conocidos de la saga.

Casi sin darnos cuenta entramos en la zona de atrezo, donde pudimos ver los trajes de profesores y alumnos, incluso la cicatriz en forma de rayo que se ponía el actor que encarnaba a Harry.

Miraras a donde miraras veías mil cosas que te hacían estar dentro de cada una de las películas. Los escenarios, la colección de todas las varitas, la sala de estar de Gryffindor, el despacho de Dumbledore donde si te fijas encontraras al sombrero seleccionador y los retratos de sus antecesores, la cabaña de Hagrid, la habitación de Harry y Ron

Pasamos un rato en la cocina de los Weasley donde Lucia y Jorge descubrieron que había objetos que se movían como si estuvieran encantados….

Nos gustó mucho la sala de pociones, donde el detalle está cuidado al máximo. Cada uno de los tarros están escritos a mano e incluso si tienes la suerte que uno de los guías te abra uno de los libros. ¡Verás que están completos de fórmulas mágicas! Por eso Lucia cree que la silueta de Snape está allí para vigilar que todo está en orden.  😉

Pero la que tuvo más éxito fue la zona de las escobas.

Allí aprendimos a levantarlas y a ¡volar con ellas!

¡Ah!  y el famoso anden 9 y ¾ donde el Hogwarts expréss nos esperaba para que subiéramos a bordo y descubrir cómo se grabaron escenas como la de la rana de chocolate.

¡OJO! No desperdiciéis la posibilidad de empujar el carrito cargado de maletas y atravesar la pared que conecta el mundo «muggle» con la estación de magos.

Confesión de mamá: No hagáis como yo, que estuve esperando una hora y cuarto la cola de la estación Kings Cross de Londres para hacer lo mismo jajajajaja.  (todo por mis peques) aunque la foto salió chula. 🙂

Justo a la mitad del camino pudimos parar a descansar y como no, a probar la famosa ¡cerveza de mantequilla!

Conocer la casa de Harry en el número 4 de la Calle Privet Drive y la casa de sus padres en Godric’s Hollow

El famoso autobús noctambulo.

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O el  coche del  padre de Ron y la moto voladora de Hagrid.

No te olvides de cruzar el puente.

Tras el descanso fotográfico volvimos a entrar a la parte cerrada del recinto donde pudimos conocer de primera mano cómo se crearon las criaturas y animatrónicos de la película como Dobby  el elfo doméstico.

Después paseamos por el famoso «Callejón Diagón», una de las calles más animadas del mundo de Hogwarts y que era la parada obligada para todo mago que necesitara algún material mágico.

Todo era alucinante, los peques no paraban de ir de un lado para el otro descubriendo cosas nuevas… sin imaginar que se nos reservaba para el final de la visita, una maqueta de Hogwarts que se utilizó para grabar algunos de los planos en las diferentes películas.

Si alguien tenía dudas hasta el momento de si la magia existía, en este punto de la visita se le disiparon.  ALUCINANTE la sensación que da esta sala.

La aventura acaba en este punto, bueno no, como en todo parque temático que se tercie, nada acaba sin pasar por la tienda de souvenirs y tengo que decir que de todas las que he visitado, ésta merece la pena……

No quiero contaros nada más para no acabar con la magia, el resto lo tenéis que descubrir vosotros solos…… ¿vale?

¡Pero ya sabéis como soy y no puedo acabar mi sentradas sin una lista de consejos para que vuestra visita sea perfecta!

Consejo 1. LAS ENTRADAS. ¡OJO! solo pueden comprarse online y por anticipado. No se os ocurra ir hasta allí sin ellas porque os quedareis en la puerta. ☹

El precio variaría en función del paquete que compréis, yo os recomiendo que al menos compréis el que viene con el desplazamiento incluido (tren o bus), así os evitareis temas de cuadre de horarios.

El shuttle bus no suele estar incluido, tiene un coste de aprox 2.50 libras y para el cálculo de horarios tienes que calcular que su duración es de 20 minutos, además, para poder subir a él tienes que enseñar tu ticket de reserva de tour.

Hay packs familiares con los que se obtiene un descuento bastante chulo y los niños menores de 5 años son gratis, pero hay que incluirlos en la reserva.

Las entradas no se imprimen, se recogen el mismo día de la visita, por eso tenéis que llegar 30 minutos antes de la hora reservada para ir a recogerlas en la taquilla.

Consejo 2. EL IDIOMA. Desgraciadamente para los que no controléis demasiado el idioma, tanto las visitas como los carteles son en inglés, pero no todo está perdido, está la opción de alquilar una audioguia en español, eso sí, hay que reservarla junto con las entradas. (5 libras aprox)

Consejo 3. ACCESIBILIDAD. El recinto está perfectamente adaptado para sillitas, no hay escaleras en ninguna parte del recorrido.

Consejo 4. COMIDA. Aunque hay un par de restaurantes dentro, está permitido llevar la comida, pero solo lo podrás comer en la zona exterior.

Consejo 5. CALCULO DEL TIEMPO. Para no llevarte disgustos, calcula bien el tiempo entre la duración del trayecto entre Londres y Leavesden (dependiendo del medio, la estación de partida es diferente), la del shuttle bus y el horario de entrada al parque.

El tiempo que se usa de media en la visita oscila entre las 3 y 5 horas.

OTRAS COSAS A TENER EN CUENTA….

Hay guardarropa gratuito.

Hay wi-fi en todo el recinto.

Existe préstamo de silla de ruedas.

El aparcamiento, en caso de ir en coche, es gratuito.

«Mamá, este regalo es el mejor que he podido tener en mi décimo cumpleaños, tardaré en olvidarlo y estoy deseando llegar a los 20 para ver que me tiene preparado»

Yo creo que va a ser difícil superarlo…. Ains….

Solo me queda por decir, que soy consciente de que no es una visita económica, pero si a vuestros peques les gusta Harry Potter merece la pena.

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Y aprovechando que en unos días comienza la exposición de Harry Potter en Madrid (de la que por supuesto tenemos ya las entradas 😉 y  os contaremos que tal) que os parece si vais, ¿la conocéis y si os gusta… os animáis a dar el salto a la ciudad del Big ben?

Para más información…. https://www.wbstudiotour.co.uk/

Bs

P.D. Si os ha gustado… ¿Podéis compartir?

 

 

 

 

Vacaciones en el mar

Holaaaaaaaa!

¡Ya estamos de vuelta! Lo sé…. Mi compi Maria me lleva ventaja y está en pleno rendimiento  con su segunda entrada publicada la semana que pasada, pero yo me he incorporado al mundo real  más tarde y entre las cosas del cole (que mis peques empezaron el dia 1) y alguna cosa más, aún no estoy al 100% en mi proceso de adaptación al mundo real.

¿Cómo han ido esas vacaciones? Las nuestras fantásticas, tengo que decir que vengo con muchas ganas y con las pilas recargadas a tope, porque puedo decir con voz muy alta que este año es el primero en el que de verdad puedo decir que he desconectado, he descansado y  lo he vivido a al máximo.

Desde que mis peques han empezado a ser un poco más mayores la idea de ir a un crucero con ellos me rondaba en la cabeza, yo he ido a alguno que otro y tengo un buen recuerdo de ellos. Mis padres se separaron cuando mi hermana y yo teníamos 5 y 11 años respectivamente, mi padre se volvió a enamorar  e incorporamos al equipo  infantil  otros dos peques.

Mi padre tenía un trabajo en el que un día estaba en Brasil  y al día siguiente en Japón, Nosotras vivíamos en Madrid, ellos en Ginebra y excepto en verano, no eran demasiadas las ocasiones en las que pasábamos más de cuatro días juntos, por lo que cuando llegaba Agosto, siempre buscaban cosas divertidas y que todos, independientemente de la edad que tuviéramos, disfrutásemos.

Un año surgió el tema del crucero, la mujer de mi padre conocía a gente de una de las compañías de la época y lo organizó. Recuerdo que el primero fue por las islas griegas…. Como lo pasamos, mi padre siempre cuenta la anécdota de que yo desembarqué llorando por dejar a mis nuevos amigos.

Aclaración de mamá: Solo decir que tenía 14 años y estaba en plena edad del pavo.

A este le siguieron otros, Mar báltico, fiordos, Mediterráneo, islas griegas…. Cada uno con mil experiencias y anécdotas que contar.

Después llegó mi “peor edad”, la universitaria, descolgándome un poco de las vacaciones familiares y de los últimos cruceros, pero gracias a Dios la cordura volvió a mi persona y tras casarme las retomamos, incluso fuimos a alguno que otro crucero más, eso sí, en esta época el resto del equipo infantil (ya era junior) eran los que tenían la “época mala” y no nos acompañaban demasiado.

Vamos… que puedo decir que soy una especie de… como dicen ahora los peques… “PRO” en esto de los cruceros en familia.

Os dejo un par de fotillos que he rescatado, podeis reiros.. he mejorado con la edad jajaja.

Los que ya nos seguís desde algún tiempo sabéis que tengo la familia bastante repartida y excepto a mi madre de la que puedo disfrutar todo el año, al resto no les vemos tanto como nos gustaría. Por eso desde hace unos años, suelo repartir las vacaciones entre la familia italiana y la gallega.

Con la parte gallega lo tenemos fácil, tenemos una casa allí…. Pero con la parte italiana siempre intentamos ir a un sitio diferente. Normalmente solemos tener el plan organizado desde Semana Santa o así, pero este año, por mil causas diferentes llegamos a mediados de Julio y no teníamos nada pensado.

Las oportunidades se reducían… buscamos en Portugal, en el País vasco francés, y  Menorca pero nada nos convencía. El tiempo se echaba encima y  la opción de no tener vacaciones juntos no nos gustaba, así que sin pensarlo demasiado envié al resto del grupo cuatro o cinco opciones de crucero, esperando que me dijeran que no. Cual fu mi sorpresa que me equivoque y en una semana ya teníamos los billetes de avión, los del barco.

Opción elegida… Mediterráneo occidental, compañía de crucero… Costa Cruceros, esa en la que Shakira dice eso de… “Felicitá al cuadrado”

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Puede que algunos de vosotros estéis pensando que hacer un crucero no está en vuestra lista de vacaciones ideales en familia. Camarotes pequeños, masificación de gente, preocupación por lo que se hace cuando uno no está en tierra…. Pero nada más lejos de la realidad. Los cruceros ya son auténticos resorts flotantes, con espacios  y servicios diseñados para toda la familia; en el que se pueden conocer muchas ciudades sin la necesidad de tener que  cargar, hacer y deshacer maletas todos los  días;  donde no tienes que romperte la cabeza buscando un sitio para desayunar, comer o cenar  y en el que cuando abres la puerta de tu “habitación de hotel” tienes una ciudad a tus pies.

Pero como todo en esta vida también hay cosas que se pueden mejorar, por eso al final del post os daré algunos consejillos para que la experiencia sea, si no al 100%, casi perfecta.

Por el momento comienzo con la experiencia en primera persona, así que… ¡TODOS A BORDO!

Embarcamos en Venecia, tendríais que ver la cara de Jorge y Lucia cuando vieron el “mamotrenco”  de barco al que estábamos a punto de subir.

Como ahora casi todo se puede hacer online, el checking fue rápido, solo tuvimos hacer control de pasaportes y firmar un documento en el que dábamos fe que no subíamos enfermos ni habíamos vomitado durante las 48 horas previas.

Después de la primera de las  miles de fotos  que te hacen a bordo durante el viaje.

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Entramos en el “Costa Luminosa” y una persona de seguridad nos sacó una foto, que luego vincularían con nuestras tarjetas para controlarnos en las subidas y en las bajadas del barco.

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Cotilleo de mamá: el método es igual que en cuando vas a un gimnasio a matricularte y te hacen una foto desde recepción que luego ponen en tu carné. Siempre sales horroroso, ¿verdad?, pues en estas igual jajajaja…

Después tomamos el ascensor que nos llevaría hasta el puente (si, puente, los pisos del barco no se llaman pisos, se llaman puentes ;)) donde estaba nuestro camarote.

Los niños alucinaron…. Teníamos una cama de matrimonio, una zona de saloncito que por las noches se convertían en dos literas para los peques, dos armarios, un baño con ducha y una terraza… una terraza que nos encantó a todos y sobre todo al padre de las criaturas.

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Os podéis imaginar que los nervios no permitían a los peques estar quietos un segundo, así que mientras mamá deshacía las maletas, ellos visitaron al abuelo y a la tía en sus respectivos aposentos, esperándome a mí para hacer el tour del barco.

14 puentes o cubiertas, 4 restaurantes, 11 bares, 3 piscinas, spa, peluquería, gimnasio, club infantil, cine 4 d, sala de videojuegos, teatro, minigolf, biblioteca, simulador de coches, tiendas, discoteca, casino…… las bocas de los enanos no conseguían cerrarse jajajaja.

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Inciso de mamá: Aquí me quiero parar un poco y contaros algo que me parece primordial en este tipo de viajes.

Costa Cruceros está dentro del grupo de navieras que ha pensado en la familia al completo y por eso han creado el grupo de animación “Costa” que consigue divertir a los niños con miles y diferentes actividades durante las jornadas a bordo y siempre distribuidos por franjas de edad.

Squok club: Un mini club con actividades para niños de 3 a 11 años y suele estar abierto de 9 de la mañana a las 12 de la noche.

Teen club Junior: club con actividades para niños de 12 a 14 años

Teen club: para adolescentes de 15 a 17 años.

¡UNA CREPERIE! Gritamos todos al unísono cuando la descubrimos, nos habíamos retrasado en el embarque y no habíamos comido así que nos lanzamos a la camarera para pedir tres creps de nocilla y un helado de mango que nos sentó de maravilla, justo lo que necesitamos para sentarnos y leer toda la información que nos habían dejado en el camarote…

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Diario de a bordo, folletos de las excursiones… que ilusión me hizo ver el diario, una especie de periódico que se imprime día a día con todo lo que el barco ofrece en cada minuto. Aun tengo guardados los de cruceros anteriores.

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A las 18.00, con puntualidad inglesa, sonaron las sirenas del barco que indicaban el simulacro de seguridad. Todos teníamos que ir a los camarotes, coger los chalecos salvavidas y dirigirnos a nuestro punto de encuentro.

Yo ya se lo había contado a los peques, la verdad es que yo lo recordaba más liviano, con el fotógrafo haciendo fotos y todo, pero la cosa ha cambiado, en esta ocasión nos colocaron en fila, nos dieron un folleto explicativo que a la vez sonaba por los altavoces en italiano, inglés y alemán.

Fue un ratito complicado, hacía mucho calor para los niños y se les hizo muy pesado.

“Mamá, esto no lo veo tan divertido como me contabas”

Que si, mira…..

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Vosotros ya sabéis que no cierro la boca ni debajo del agua, por lo que cuando todo acabó fui a preguntar el por qué del “endurecimiento” de este momento y tengo que reconocer la explicación me convenció. Después del caso del “Costa Concordia” la seguridad del barco ha pasado a ser el punto número uno de la lista de prioridades en la vida de a bordo, tanto es así que ahora fichan con la tarjeta a todos los que acudimos y a los que no, les enviaron una carta indicándoles que al día siguiente habría otra oportunidad a la que no podían faltar.

No sé si leyéndolo parece un día estresado, pero si…. así que como las excursiones ya las habíamos reservado online no tuvimos que perder tiempo en la cola de la oficina de turismo, los peques se fueron a la piscina hasta la cena y después del espectáculo de rigor nos fuimos a la cama, iba a ser una semana dura y teníamos que cogerla con fuerzas!

Hemos conocido ciudades tan bonitas como…

Trieste. Una ciudad con el encanto de centro Europa y el legado austrohúngaro en sus calles.

Corfú. La más septentrional de las islas Jónicas, que se encuentra en la boca del mar Adriático y por la que no encanto pasear entre sus callejuelas que recuerdan a Venecia.

Aquí, no pudimos resistirnos a conocer el “Achilleion”, nombre que le dio la emperatriz Sissi por su admiración al héroe “Aquiles” de la mitología griega cuando lo adquirió.

Y la “la Isla del Ratón” Foto obligada si visitas la isla.

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Katakolom y Olimpia. Donde se celebró la primera Olimpiada en el año 772 a.C.

Mykonos. Isla que junto a Santorini forma parte del archipiélago de las Cicladas con esos paisajes que enamoran, casas blancas con tejados azules y unas playas cristalinas y tranquilas.

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(foto. http://www.huffingtonpost.com)

Destino frustrado, hacia tano viento que no pudimos acercarnos al puerto. Una lástima ya que yo lo conozco y quería enseñárselo a los peques… habrá que volver jajajaja

Dubrovnik. Situada en la costa Dálmata, el tesoro de la costa adriática meridional…  es una ciudad fuertemente vinculada con Venecia y aun hoy puedes ver en sus calles testimonios del dominio de esta ciudad italiana.

Cotilleo de mama. La ciudad es preciosa, pero a los niños lo que más les gusto fue la tienda de chuches “Capitán Candy”. No os podéis imaginar que es eso, toda la tienda de gominolas de todos los tamaños y sabores, milagroso fue salir de allí sanos y con algún euro en el bolsillo.

Ojo. No dejan hacer fotos dentro, así que tuvimos que hacerlas de extranjis jijiji.

Pero no solo hemos conocido ciudades, también….

*Nos hemos bañado en la piscina.

*Hemos participado en concursos.

*Hemos visto espectáculos.

*Hemos jugado y estado en familia.

*Hemos ido a fiestas.

*Hemos salido por los  aires.

*Hemos hecho el ganso.

*Hemos ido a ponernos guapas.

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*Hemos sido princesas por un día, con baile incluido.

*Hemos aprendido a ser capitanes de un barco, con diploma como premio.

*Hemos conocido las entrañas del barco. Nos metimos hasta en la cocina.

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No me extraña que algún día haya sido difícil levantar a alguno jijiji.

Creo que una imagen vale más de mil palabras, pero por si acaso os diré que NOS LO HEMOS PASADO GENIAL, que nos ha gustado tanto la experiencia que repetiremos seguro. No sé si con la misma compañía o con otra, si con tan grande o uno más pequeñito, pero que ya estamos buscando nuevos mares que surcar… SEGURO.

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Ahhh antes de que se me olvide. Aquí van algunos consejillos para no llevarnos sustos.

  1. Investigad sobre las edades mínimas aceptadas en el barco.
  2. Elegid bien el tipo de camarote que necesitéis.
  3. Reservad con antelación los horarios de las comidas.
  4. Preguntad que se puede y que no se puede subir al barco.
  5. Averiguad si hay servicio de entretenimiento para los peques.
  6. Embarcad ya con las excursiones reservadas. En la propia página suelen explicarte las opciones.
  7. Reservad los pasajes con suficiente tiempo, suele haber diferencias de precios, además, consultad si tienen paquetes familiares ya que rebaja algo el precio final.
  8. No todos los paquetes llevan la bebida incluida así que ojo para no llevaros sustos al final.
  9. Aunque llevan un “hospital” a bordo, éste no es gratuito, así que no olvidéis de llevaros un botiquín básico para el viaje.
  10. Tened al día vuestra documentación, no en todos los destinos basta con el DNI, hay veces que hace falta el pasaporte.

Y ahora si que si…. Que, osanimáis? 

Bs

Pd. Si te ha gustado comparte por fa.🤗

Unas merecidas vacaciones….

¡Dios mío, ya estamos a 27 de Julio y casi sin darme cuenta ha pasado la mitad del verano!

Este curso ha sido un poco atípico en la familia de “mamás peques y súper planes”, María tuvo que ausentarse una temporada y yo, aunque lo intenté semana a semana, entre el trabajo, niños, clases y varios… Me fue imposible seguir con el ritmo que llevábamos las dos.

Pensé que con su vuelta podríamos regresar a la normalidad, olvidando esos meses de agobios por no llegar a ninguno de mis “deberes”. Pero desgraciadamente, nada más cercano a la realidad, mi papel de madre y mi trabajo comenzaron a exigir  mucho más tiempo del acostumbrado, circunstancia que alteró mucho mi ya alocado ritmo de vida y  que no fui capaz de compaginar con el resto. Tuve que elegir,  como os podéis imaginar  y pongo la mano en el fuego que vosotros harías lo mismo, mi familia que es mi prioridad absoluta pasó a serlo todavía más y el poco tiempo restante fue destinado a cumplir con el trabajo.

Han sido unos meses de locos, cuadrando los minutos para que los niños tuvieran cubiertas todas sus necesidades con mamá, que el trabajo saliese como siempre y sin que nadie notase que lo que antes podría hacer en dos horas, ahora, tenía que salir en solo una, pues la otra tenía que estar en otro sitio.

Con el fin de curso la cosa prometía un poco más tranquila, pero parece que a nuestra familia nos va la marcha y completamos el mes de Julio con algunas decisiones importantes que tomar y nuevos proyectos en familia que casi nos han quitado más energía que lo pasado durante el curso jajaja.

Yo no he sido consciente de todo esto, si estaba más cansada, mi energía se acababa en el momento que los niños se iban a la cama, pero yo no notaba que mi vida ¡iba demasiado deprisa! Pero hoy, sentada delante del ordenador con un sentimiento de culpa horrible por no haber sido capaz de publicar una sola entrada desde Junio, me estoy danto cuenta de cómo ha pasado el tiempo de rápido. L

Por eso creo que ha llegado el momento de darnos un respiro, a coger la maleta y disfrutar de unas MERECIDAS vacaciones, recargar las pilas que tenemos bajo mínimos para volver con más fuerza y volver a la rutina de nuestro pequeño gran blog.

Muchos de vosotros ya estaréis en modo vacaciones, algunos estáis disfrutando de  la playa o de la montaña, de turismo de ciudad o de la vida relajada… ¡Y nosotros vamos a ello!

Siempre digo lo mismo, nuestras vacaciones del año pasado fueron perfectas, pero en éste  intentaremos que lo sean más si cabe…. Una semanita surcando el  mar Adriático con el abuelo y luego en nuestra casita de Galicia.

Exprimiremos los días como si fueran el último…. nos levantaremos temprano, desayunaremos todos juntos, conoceremos  sitios nuevos, haremos cosas nuevas, veremos las estrellas, dejaremos  que los niños monten de las suyas, pasearemos por la playa, leeremos (sobre todo yo que durante el año no me da casi tiempo), reiremos mucho, hablaremos mucho más, caerá alguna lagrimilla seguro… En resumen, ¡ VAMOS a DISFRUTAR!

Y aunque voy a intentar desconectar un poco de las tecnologías, sabéis que yo siempre voy con mi cámara a cuestas para inmortalizar cualquier instante feliz que pasamos en familia, por lo que en la medida que la cobertura/wi-fi me lo permita podréis encontrarnos en nuestro facebook o intagram con nuestras aventuras y descubrimientos.

Familia, nos vemos en septiembre, por favor, no nos olvidéis en estas semanas… nosotras os echaremos mucho de menos!

Para todos aquellos que ya estáis de vacaciones como María, disfrutadlas minuto a minuto que luego se echan mucho de menos y para los que aun os quedan un pelín como a mí…  “Animo, no nos queda naaaaaaa”

¡FELIZ VERANO! Os esperamos a la vuelta con más aventuras y diversión para disfrutar con nuestros peques.

Tres, dos, uno…. «Desconexión por vacaciones»

Modo vacaciones[1]

Bs

 

Bem-vindo a Lisboa (2)

¿Preparados para el segundo día? Hoy nos toca Belém y parque de las Naciones.

Como nos acostamos relativamente pronto (estábamos muertos y encima nuestro reloj biológico aún tenia hora española) a las 8.30  tocó diana, aquí también hubo cambio de hora (una hora menos de una hora menos jajajaja) pero los teléfonos de hoy en día son súper inteligentes y nos despertaron a la hora correcta. 🙂 Entre duchas etc. bajamos a desayunar sobre las 9.20 y a las 10.00 estábamos listos para una nueva aventura.

El día estaba organizado para que tanto los mayores como los pequeños nos “divirtiéramos” y los destinos estaban un poco a desmano entre ellos, así que como sabíamos que habían parkings en ambos, decidimos ir en nuestro coche.

1er Destino…. BELÉM

Por lo que había leído en diferentes guías, Belem es una zona de los más agradable para los niños, si el centro histórico con sus cuestas y adoquines puede llegar a ser un poco pesado para ellos al final del día, Belém no, es una zona cercana al rio Tajo, rodeada de jardines donde poder descansar y jugar en alguno de los momentos muertos de la jornada.

¡Qué bonito! Yo nunca había estado, pero creo que es uno de los sitios obligados por conocer cuando se visita Lisboa.

Belém es un barrio al oeste de la ciudad, casi, casi a las afueras y alberga dos de las más importantes obras de la arquitectura manuelino (estilo de arquitectura gótico portugués que destaca por la cantidad de elementos decorativos propios), el Monasterio de los Jerónimos y la torre de Belém.

Como no podía ser menos no cabía un alfiler más. Domingo, puente y un tiempo espectacular eran las condiciones ideales para que cientos de personas tuvieran, una vez más, la misma idea que yo. 😦

Aparcamos justo delante del Museo de la Republica, una construcción rosa con soldados en la puerta que atrajeron más de la cuenta a Jorge jejeje, pero decidimos no ir (lo dejamos para la siguiente visita) al ver las riadas de personas que se dirigían al mismo punto que nosotros, al Monasterio de los Jerónimos.

Este monasterio que nada tiene que envidiar al nuestro en Madrid, fue construido a principios del siglo XVI para conmemorar el regreso del Navegante Vasco de Gama en su expedición a la India.

Se puede visitar, (los domingos es gratis) pero merece la pena por ver sobre todo el Claustro que es una maravilla.

Cotilleo de mamá practica: Al igual que digo que el centro histórico de Lisboa es complicado para ir con el carrito, la zona de Belém es todo lo contrario, sus calles son lisas y sin desnivel.  Además, tal y como os dije en el Castillo de San Jorge los niños y los carritos tienen preferencia en el turismo lisboeta, así que aunque la zona esté concurrida se pueden evitar las colas con ellos.  😉

 Si lo que acabábamos de ver era bonito, a menos de un kilometro de distancia y tras un agradable paseo por la orilla del Tajo nos encontramos con la Torre de Belém, construida como torre de defensa pero que en la actualidad, lejos de mantener su función original, es uno de los monumentos más turísticos y conocidos de la capital de Portugal.

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Como nos leyó Lucia en la guía, se construyó durante el siglo XVI con el objetivo de defender la ciudad por la orilla del Tajo. Pero esa no  ha sido su única función, también se usó como faro y como centro aduanero.

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No os digo nada de la cola que nos encontramos (los domingos su entrada es gratuita) ya que se pueden visitar por dentro, pero yo creo que merece mucho más la pena por fuera.

Los enanos se lo pasaron bomba contando los cañones que asomaban por cada una de las ventas de la torre (creo que son 16),  el puente colgante que une la torre a tierra firme y donde, según su padre, algún prisionero habrían tirado por ahí. Pero sobre todo descubriendo donde está uno de los adornos más originales de esta construcción, un rinoceronte que según nos contó nuestra guía más especial  tiene una historia fantástica, pues se cuenta que representa a un regalo que recibió el rey y al que se le hizo luchar contra un elefante para ver quien era más fuerte. El elefante huyo y el vencedor fue enviado como regalo al papa, con tan mala suerte que murió durante el naufragio del barco en el que viajaba.

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Apunte de mamá: La Torre de Belém, al igual que el Monasterio de los Jerónimos son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Aviso a navegantes: La Torre de Belem cierra todos los lunes, además de las fiestas típicas de navidad, Semana Santa y la del trabajo. Así que os recomiendo que cuando tengáis pensado ir a Lisboa echéis un vistazo primero a los horarios de apertura de vuestros destinos, los lunes suele ser mal día!

Ya se acercaba la hora de comer y decidimos volver a la zona del Monasterio. Lo hicimos por el mismo camino, el paseo es súper bonito y nos faltaba por conocer el tercer icono turístico de la zona,  el Monumento de los Descubridores que representa a algunos de los principales navegantes portugueses de la historia.

Se construyó en 1960 para la conmemoración del 500 aniversario del Infante Henrique el Navegante que descubrió Madeira, Cabo Verde y las islas Azores.

Nos llevamos un poco de chasco porque al llegar nos lo encontramos rodeado completamente por andamios,  estaba en plena rehabilitación snif, snif… Pero la foto no podía faltar….

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Aunque están en plenos trabajos  el ascensor sigue funcionando y puedes subir a disfrutar, una vez más, de unas vistas fabulosas del rio, del puente, de la zona oeste de la ciudad y del mosaico de mármol rosa de los vientos que está al pie del monumento, que según nuestra guía mide 50 metros de diámetro y fue un regalo de la Republica de Sudáfrica.

Nosotros no  subimos pero no perdimos la oportunidad de aprender con los peques donde estábamos en el mapa. 🙂

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Al final nos retrasamos con el paseo y llegamos justo a la hora “española” de comer. Con los miles de turistas españoles que había os podéis imaginar el estado de los restaurantes por la zona, así que antes de tener un problema con el “hambre” de los peques y no tan peques caímos en uno de los “clichés” del turista,  comimos en el Mc Donald´s jajajaja.

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Con foto incluida. (No podía ser menos) 😉

Lucia, que es igual que su madre, una golosa de pies a cabeza,  sabia (la noche anterior quiso ayudarme con el planning del día)  que una de las cosas típicas de Belém son sus pastelitos y aprovechando que el Tajo pasa por Lisboa, bueno, que el Mc Donald´s estaba justo enfrente de la pastelería Belem quiso comprar alguno de estos manjares.

¿Pero que son los pasteles de Belém, Lu?, preguntó Jorge mientras estábamos en la cola, porque aquí también tuvimos cola jajaja…

Lucia con esa voz dulce que pone cuando le explica algo a su hermano se lo explicó de maravilla…. “Jorge, en Portugal son típicos los pasteles de nata y estos que vamos a probar son iguales pero hechos con una receta secreta que solo hacen en esta tienda”.

La cola no fue exagerada, aun estábamos aún en hora de comida y añadido a la efectividad de los dependientes de la tienda, en apenas cinco minutos estábamos pagando nuestro pack de seis pastelitos de Belém.

Aunque puedes disfrutarlos junto a un café dentro de la cafetería, nosotros decidimos catarlos sentados en un banco del enorme parque de enfrente, disfrutando del solecito y mientras los enanos hacían alguna de las suyas.

Cotilleo de mamá golosa: Estos pasteles es el mejor regalo que puedes llevar a casa, son ricos, baratos y aguantan hasta tres días en un estado perfecto.

 2do Destino…. PARQUE DE LAS NACIONES

 Después de un receso tan dulce nos convenía andar un poquito, justo el camino hacia el coche,  introdujimos la dirección en el GPS y  nos dirigimos próximo destino el “Parque de las naciones”.

Una zona moderna y alejada del centro donde se instaló la Expo 1998 y que muchos aún  no saben la cantidad de ofertas de ocio que hay para los peques….

Está situado en la zona noreste de la ciudad junto al rio y además de numerosos bares y restaurantes cuenta con edificios de construcción moderna con acero y cristal,  entre los que se encuentran la estación de Oriente de Calatrava o el Pabellón Atlántico que hoy en día se usa para celebrar conciertos y  algún evento deportivo.

Nuestro primer objetivo por cuestión de horarios era el Pabellón del conocimiento y ciencia viva donde se encuentra un museo interactivo de tecnología y ciencia para niños, allí ellos serán los protagonistas. Un museo donde todo lo que hay se puede tocar.

Como todo museo tiene sus exposiciones permanentes…

“Explotarorium”. Primera zona del museo y  en la que se llevan a cabo diferentes experimentos científicos y algunos tan chulos como estos.

“Mira, haz y aprende”. Zona en la que los más peques pueden desde construir una casa hasta descubrir si están en forma.

 “Doing”. Un espacio para crear, hacer, experimentar, construir…. 500 metros cuadrados para los niños curiosos e ingeniosos que quieren descubrir cómo se hacen las cosas. Desde cómo hacer un zapato, coser, hacer un avión de papel que vuele, hasta crear un circuito eléctrico.

Y exposiciones temporales…. Como la que nos tocó a nosotros y que por cierto nos encantó. “Riesgo”, exposición destinada a todos los públicos, sobre todo a partir de los 6 años, en la que a través de sus diferentes módulos interactivos nos permiten medir el nivel de riesgo que tienen cada una de nuestras acciones del día a día.

Nos lo pasamos genial pero como todo lo bueno acaba… Suerte que aun nos quedaba el Oceanográfico.

Justo al  lado del Ciencia viva esta el oceanográfico de Lisboa, otra apuesta segura para que los peques se diviertan y donde nos podemos encontrar más de 15.000 animales de 450 especies diferentes provenientes de los cuatro ecosistemas que tenemos en el planeta… Indico, Atlántico, Pacifico y Antártico.

Vasco (mascota del Oceanográfico) nos recibió en la mismísima puerta. No pudimos evitar hacernos una foto con él.

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Ojo al dato: El oceanográfico de Lisboa es el segundo más grande de Europa, después del de Valencia.

Desde la mismísima entrada íbamos con los ojos sin pestañear, las instalaciones estaban  “flotando” en el rio, y el gran tanque central que nos recibió nada más cruzar el torno de seguridad era alucinante, en él conviven en plena armonía especies que en un principio te pueden parecer tan dispares como son tiburones, peces tropicales, rayas, besugos, barracudas o mantas. ¿Habéis visto buscando a Doy? , pues es igualito… 🙂

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Los enanos se quedaban mirando hipnotizados cada vez que se nos cruzaba por nuestro recorrido…

La visita no tuvo desperdicio, vimos pingüinos, peces de colores, pulpos, ranas, las nutrias (las más famosas del lugar aunque a nosotros nos tocó verlas en su hora de la siesta), cangrejos enormes, medusas….

Recomendación de mamá No apta para los que sufran de vértigo: No se puede ir uno de la zona de la Expo sin subir al teleférico, 1300 metros  sobre el rio que te lleva desde el Oceanográfico hasta la Torre de Vasco de gama. Yo sufro de vértigo y  no subimos, pero que conste que me quedé con las ganas….

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Foto: http://www.oguiadeportugal.com

Fue una tarde súper divertida y los enanos se lo pasaron en grande. ¿Qué más se puede pedir?

Os podéis imaginar que a nuestro día le quedaba poro recorrido… vuelta al centro, una cena ligera (después del Mc Donald´s no podía ser de otra manera) y a mimir….

Día 3… Sintra.

Después de una noche reparadora (y eso que nos retrasamos al ver el famoso y comentado concierto de O.T “El reencuentro”) estábamos preparados para nuestra última jornada en Lisboa.

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En Lisboa faltaban muchos museos que ver (otra excusa para volver 😉 ) pero queríamos que vieran algo diferente, un pueblito entre montañas, escondido entre bosques y con multitud de castillos que a los niños les llevaría a los escenarios de muchos de sus cuentos de fantasía.

Es un destino súper visitado por los turistas, esta súper cerca de Lisboa así que aquí si me voy a parar a daros algunas pistas para que vuestra visita no sea un fracaso.

Confesión de mamá: La nuestra lo fue un poquito,  se juntaron muchas situaciones adversas,…se me olvidó la cámara, el móvil no tenía mucha batería pues se me olvidaron los cargadores en Madrid y teníamos uno para dos, más gente que en la guerra… jajajaja pero aun así, mereció la pena. (Aunque volveremos 😉 )

Un poquito de historia….

Sintra, ya era importante en la época de los descubridores, muchos de ellos establecieron allí su residencia. El terremoto de 1755 no fue justo con ella y se llegó incluso a pensar que ya no volvería a ser la que era. Pero no,  en el siglo XIX la monarquía, aristocracia, comerciantes y artistas participaron en su resurrección como villa romántica y de ensueño.

Cotilleo de mamá: Por lo que he leído en muchas guías y páginas web sobre esta pueblecito con encanto… mucho se ha estudiado sobre ella y cuenta la leyenda que en la nueva era de la vieja Sintra se convirtió en el refugio veraniego de monarcas, ricos y masones con escasez de cordura que reflejaron en sus palacetes, secretos inconfesables al mundo y que cuyos orígenes solo se podrían llegar a entender en los sueños.

1er consejo de mamá para que la visita sea un éxito. Sintra no es un sito que se pueda ver en una vez, hay que elegir entre las múltiples opciones que nos ofrece. Ni una súper mamá acostumbrada a los encajes de bolillos podría cuadrarlo en una sola jornada y  conseguir que todos disfruten y sobrevivan a la excursión. Por eso  aquí sí o SI, HAY QUE PROGRAMAR la visita.

2do consejo de mamá para que la visita sea un éxito. Revisad tanto la situación como  los horarios de apertura y de cierre de cada uno de los sitios que vayáis a visitar. Casi todos suelen abrir sobre las 9.30, pero el cierre suele ser diferente y puede que si os pillan lejos el uno del otro os quedéis a medias en vuestro programa.

Por ejemplo. Ver el Palacio de Sintra y la Quinta da Regaleira no necesita coche pues están relativamente cerca. Igual pasa con el palacio de Pena y el Castillo de Mouros que se pueden hacer a la vez, pero para ellos hay que ir en coche, andando puede ser una hora larga y cuesta arriba. Hay parkings gratuitos pero se llenan enseguida así que… “toca madrugar para no lamentar”. 🙂

3er consejo de mamá para que la visita sea un éxito. Cuidado con los precios de las entradas, no son demasiado económicos, pero existen opciones para que salgan un poco más baratos.

Se puede comprar la Lisboa card con la que te hacen un descuento entre 1 y 2 euros y además te sirve para los transportes públicos de la capital, o se pueden compra paquetes de entradas para ver varios sitios a la vez en la Oficina de turismo de Sintra.

Sintra bien merece una entrada aparte, por eso hoy tan solo  os voy a dar unas pinceladas sobre  algunos de sus sitios más característicos para ir abriendo boca.

Palacio Nacional. (Horario: 9.30 a 19.00 con última entrada a las 18.30)

Se encuentra justo en el centro de Sintra, a los pies de la montaña. Su color es blanco y no tiene perdida, sus chimeneas en forma de cono (su elemento más característico) se ven desde cualquier punto de la villa.

Se Pueden ver casi todas sus estancias… salones, habitaciones, capilla…  pero lo que sin duda tuvo más éxito con los peques fue la cocina, enorme y con todo el menaje necesario para hacer un gran banquete señorial.

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Quinta da Regaleira. (Horario: 10.30 a 17.30 a 20.00 dependiendo del mes)

Los que nos seguís en Instragram o facebook habéis visto que hace unos días publicamos una foto preciosa de una cascada, ¿os acordáis?. Muchos me habéis preguntado dónde era cuando os contestaba os sorprendíais y me comentabais que habíais estado en Sintra y no lo habíais visto…. Esa foto es de aquí, de uno de los secretos mejores guardados de Sintra.

Esta quinta no es solo una finca enorme con un palacete. Si tuviera que describirlo diría algo así como que es un viaje a un mundo mágico y misterioso, lleno de laberintos subterráneos, torres invertidas, lagos de nenúfares que si los cruzas con el pie equivocado tienes que dar marcha atrás y cientos de hectáreas de jardines en los que si no vas con un mapa te puedes perder con facilidad.

Ojo: Esta maravilla no entra dentro del pack de entradas de la Oficina de turismo, está gestionado por una empresa privada.

Castillo de Mouros. (Horario: 9.00 a 20.00 con última entrada a las 19.00)

Aunque a día de hoy casi solo queda la muralla y es una visita más natural  que de conocer… este Castillo fue construido por los árabes allá por el siglo VIII en la cima de la Sierra de Sintra con el objetivo de podía controlar las principales vías de acceso de sus posibles enemigos, llegando incluso a otear el océano.

Foto: http://www.traveladventures.org

Palacio de Pena. (Horario: 9.45 a 18.00con última entrada a las 17.00)

Sin lugar a dudas el lugar más conocido de todo Sintra. Un castillo de los que nada tienen que envidiar los cuentos de princesas y caballeros.

Castillo construido por el rey Fernando II de Portugal y lugar donde veraneó la familia real hasta 1910. Su característica más llamativa son los colores con los que están pintados sus muros,  rojo,  Amarillo y azul.

Foto: http://www.Qvisitar.com

Comentario de mamá: Todo esto y mucho más es lo que ha hecho que Sintra fuera declarado  Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995.

El día se nos hizo corto y nos quedaron muchas cosas por visitar: El Convento de los Capuchinos, el Palacio de Monserrate, el chalet de la Condesa de Elda o el Palacio Nacional de Queluz (por eso volveremos 🙂 ). Pero estábamos cansados y aún teníamos que volver a Lisboa y  cenar en uno de los sitios más típicos de la capital, “la casa do Alentejo”.

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Al día siguiente… vuelta a casa, no sin antes parar a comer en el Parador de Trujillo que no conocíamos y nos encantó.

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Después de estas dos últimas entradas no os descubro nada si os digo que nos ha encantado esta zona del país Vecino. Portugal lo tiene todo….Está cerca; es económico; tiene buen tiempo; es rico en cultura, paisajes, gastronomía y sobre todo en hospitalidad, su gente enseguida se esfuerza en hablar castellano y ayudarte con cualquier duda que tengas.

En resumen…. PERFECTO PARA IR CON NIÑOS.

Nosotros volveremos  y  vosotros… ¿Os animáis?

Bs

 

 

Bem-vindo a Lisboa (Parte 1)

Llevaba una temporada queriendo ir a Lisboa. Además de bonito, no excesivamente lejos de Madrid, (bueno unos 625 kilómetros 🙂 , pero acostumbrados a subir a Galicia podríamos decir que no está excesivamente lejos) y siempre  había oído que era perfecto para ir con los peques.

La verdad es que desde que tomé la decisión hasta que lo llevamos a cabo ha pasado tiempo, siempre surgía otro plan que hacia retroceder a Lisboa en el escalón de las preferencias. Pero aprovechando los días de vacaciones de los enanos por “culpa” de Halloween y que nosotros en el trabajo no teníamos mucho follón  me lancé a organizarlo.

Tengo que reconocer que aunque el planing estaba muy calculado, la puesta en práctica fue un poco a “mata caballo”.  Manu como buen gallego me decía que en esas fechas nos podíamos encontrar con cuatro días horribles de lluvia y parte de razón tenía pues no dejaba de ser finales de Octubre, pero a medida que avanzaba la semana las previsiones de tiempo  parecían buenas y  mi compañera Inma (extremeña) me  decía que por en ese puente nunca llovía, así que en un ataque de “me lanzo a la piscina” me puse a buscar hotel.

Aquí es donde mi nube de algodón se deshizo, haciéndome caer de golpe a la realidad… la feliz idea de viajar a Lisboa no era solo  mía, otros tropecientos turistas la habían tenido igual y  gracias a mi indecisión la oferta de habitaciones en la ciudad no era demasiado amplia. Pero a toro pasado tengo que decir que la elección de hotel que tomé (eso sí, por eliminación) no fue para nada mala, aunque me sigue dando un poco de rabia no haberlo hecho con más tiempo ya que había oído que  las opciones que la ciudad lusa ofrece al hospedaje en familia son magnificas.  (Habrá que repetir jajajajaja).

Hice las maletas el jueves y el viernes por la mañana las cargamos en el coche, así que cuando salimos de trabajar solo tuvimos que recoger  a los peques y nos pusimos rumbo a la A5 que prometía estar colapsada.

Si, la A5 estaba hasta arriba, pero no fue tan trágico como me lo imaginaba y  el viaje no se hizo demasiado largo con siestas del papá y  peques, sumado con algún receso para repostar.

A las 21.45 hora española, 20.45 hora portuguesa (siiiii tienen una hora menos) estábamos cruzando el puente 25 de abril, ¡alucinante aun siendo de noche! y veinte minutos después (con un par de vueltas de más por eso de perdernos) entrando por la puerta del hotel.

Al día siguiente nos despertamos pronto y no por voluntad propia sino por lo de la hora menos jajaja. Hacia un día precioso que no podíamos desaprovechar así que cogimos fuerzas con el desayuno y a la calle… 🙂

Inciso de mamá: Si sois de los míos que os estudiáis los viajes antes de ir genial, pero si no os recomiendo que en Lisboa al menos lo hagáis  por encima,  tiene tantas opciones y cosas que ver que un poquito de organización anticipada  os hará ganar tiempo.

Si os parece…  este viaje os lo voy a contar en dos partes, los tres días de golpe  en un solo post puede llegar a ser hasta un poco pesado, así que en cuando acabe nuestro primer día pondré un “to be continue…“ y la próxima semana publicaré el resto con más visitas y experiencias.

Pero como siempre y antes de nada os quiero dar algún consejo para que vuestra visita sea perfecta.

Consejo 1: Lisboa, al igual que Roma está construida entre colinas, así que os vais a pasar mucho tiempo subiendo y bajando cuestas. Tenedlo en cuenta para llevar un calzado cómodo y un poquito de paciencia con los peques. Diría que el carrito no es buena idea en esta ciudad, pero no os agobiéis, el transporte público es bastante bueno para movernos por la ciudad.

Consejo 2: Lisboa es una ciudad templada. Los otoños y los inviernos en esta zona no son demasiado duros ni con demasiada lluvia. A partir de primavera las temperaturas son muy agradables pero con mucho sol desde Mayo a Septiembre, (y este año hasta noviembre) si vais por estas fechas, no olvidéis crema  y una gorrita para los peques.

Por eso, Lisboa es una ciudad que se puede visitar durante todo el año si adecuamos un poco la ropa con la época.

Consejo 3: Hay que tener mucho cuidado con las carteras y mochilas, las zonas turísticas de Lisboa son de las favoritas para los carteristas.

Consejo 4: Los horarios de Lisboa son algo diferentes a los nuestros. Aprovechando la luz del sol. Las tiendas y los museos suelen abrir a las 9.00 y cerrar sobre las 17.00-18.00, aunque siempre hay excepciones, sobre todo los Centros comerciales que abren de 10.00 a 22.00.

También existen diferencias en los horarios de comidas. Los portugueses suelen comer entre las 12.30-13.30 y cenan de 19.30 a 21.30, así que tenedlo en cuenta si pensáis vómer en algún restaurante que no sea de la zona turística.

Ahora ya,  si podemos empezar….

DIA 1. Centro histórico.

No se puede decir que se  conoce Lisboa sin visitar su casco histórico.

Jorge tenía muchas ganas de conocer «su» Castillo por lo que no podíamos empezar nuestra aventura lisboeta de otra manera que subiendo al Castillo de San Jorge (Castelo de Sao Jorge), así que nos dirigimos al barrio de la Alfama, el barrio más antiguo de Lisboa, con pequeñas callejuelas en las que se puede ver lo más tradicional de la ciudad. En definitiva, una de las zonas más típicas de la ciudad  y en la que circula uno de los iconos de Lisboa, el tranvía, con una de las rutas más famosas, la ruta del 28.

Confesión de mamá: Tengo que reconocer que nuestro primer destino iba a ser en la primera parada de este mítico tranvía, pero cuando llegamos a las 10.00 de la mañana (hora portuguesa) la cola era de 3 horas según el encargado, así que os podéis imaginar que con dos niños pequeños esa opción no se podía ni considerar por lo que tiramos de piernas y la hicimos andando.

Moraleja de mamá: Si queréis montar en este tranvía, tenéis que hacerlo a primerísima hora de la mañana o a ultima, sobre todo en época de primavera- verano y festivos. 😉

Tras un par de cuestas empinadas o quizás tres, llegamos al Castillo de Lisboa, símbolo de la ciudad, un edificio fundamental en la reconquista portuguesa y  desde donde, gracias a su situación privilegiada encima de una de las siete colinas de Lisboa, se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad.

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Jorge estaba emocionado paseando encima de sus murallas, sus cañones,  viendo las alacenas y subiendo a cada uno de los torreones.

OJO. Hay que estar atento con los niños, algunas de las zonas tienen poca altura de protección para ellos y puede que lo que es algo divertido se convierta por alguna imprudencia en algo peligroso.

Consejo de mamá: A nosotros no nos tocó una cola excesivamente pesada pero en el hotel nos comentaron que si vais en uno de esos días de turismo total, la cola para comprar las entradas puede ser muuuuuy larga, así que mientras un adulto se queda en la cola (por si acaso… 😉 , el otro se puede acercar con los peques directamente al mostrador y comentar que vais con niños, suelen vender las entradas sin esperar.

Por la tarde, tras reponer fuerzas en un restaurante que aunque original no os voy a recomendar jajaja, nos dirigimos  la zona de la Baixa, otro de los puntos importantes del casco histórico de la ciudad y que sería un pecado no conocer.

La Baixa (barrio Bajo) es la zona llana de la ciudad, con calles rectas en forma de cuadricula y cuya arteria principal es la Rua Augusta que atraviesa el barrio de Norte a Sur.

Aunque esta visita debería empezarse por el Norte, por la plaza de Don Pedro IV más conocida como el Rossio, nosotros lo hicimos al revés… Empezamos por parte más bonita para mi gusto, por la Plaza del comercio, también llamada la terraza de Palacio. Flanqueada por los costados con las colinas de Alfama y el Chiado y por el sur con la orilla del rio Tajo.

Qué bonito…. Cuantas fotos nos hicimos y a pesar de la gente que había cuanta tranquilidad se respiraba con el sonido del rio. Aprovechando que los enanos estaban sentados junto a la orilla les conté que la explanada que teníamos delante era la plaza más importante de la ciudad pues simboliza la apertura de Lisboa al exterior.

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Cotilleo histórico de mamá. Esta plaza era donde se recibían a las autoridades que visitaban la ciudad y era donde, antes del terremoto del siglo XVIII se encontraba el Palacio Real. En la actualidad la plaza está rodeada de edificios porticados entre los que se encuentran muchos de los ministerios de Portugal.

Tras un ratito aquí, nos dirigimos a la Rua Augusta y  mientras cruzamos el imponente arco de la entrada, les explicaba que los que las calles que veíamos no eran así antes, las olas que provocaron el terremoto en el siglo XVIII arrasaron la ciudad y se tuvo que reconstruir casi al completo.

Se notaba que esta calle es la zona turística por excelencia, sus aceras estaban llenas de restaurantes, tiendas de recuerdos y espectáculos callejeros.

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En nuestro paseo descubrimos el “Elevador de Santa Justa”, una imponente construcción en hierro que muchas veces, por su fisionomía se le atribuye a Eiffel pero no es correcto, su constructor fue portugués aunque discípulo del francés.

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Cuando leí sobre él me sorprendió descubrir que aunque su uso en la actualidad es casi en exclusiva para el turismo, tiene uno de los muchos miradores con los que cuenta la ciudad, aún hoy forma parte del sistema de transporte de Lisboa pues une los barrios de Chiado y la Baixa.

Consejo de mamá: Os digo lo mismo que en el tranvía, para subir aquí o venís a deshoras o con mucha carga de paciencia. 🙂

Casi sin darnos cuenta habíamos llegado a la plaza de Don Pedro IV(por la estatua del centro) o del Rossio, antiguo mercado medieval y punto de encuentro de los lisboetas, donde se encuentran la estación central y el Teatro Nacional Maria II.

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(foto: http://www.aboslutportugal.com)

Los enanos estaban cansados y buscamos una cafetería cerca para poder repostar energías, tuvimos la suerte de dar con la Confitería Nacional cuya terraza (en la Plaza da Figueria) tienen unas vistas espectaculares al Castillo de San Jorge.

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Los papis sabemos de sobra que si a un peque o no tan peque se le deja descansar después de un largo paseo será difícil volverlo a encauzar en la excursión y eso nos pasó con nuestros hijos. Menos mal que en esta plaza estaba una de las paradas de los autos turísticos de moda en Lisboa jajajaja. Los TUKTUK.

Yo solo había visto estos elementos de transporte en Italia, me parecían súper curiosos viendo a la gente dentro recorriendo las carreteras a una velocidad media no superior a los 80 kilómetros por hora.

Estos vehículos motorizados de tres ruedas  se inauguraron en  2012 y hoy en día es una de las opciones más usadas por los turistas en la capital. Hay mil opciones, recorridos y precios, a nosotros nos faltaba por conocer la zona del Chiado (barrio Alto) para acabar con el planning del día, así que contratamos una hora por 50 euros.

Cotilleo de mamá: El nombre del barrio procede de un fraile franciscano del siglo XVI que colgó los hábitos para dedicarse al teatro y  que se hizo tan famoso que hasta su nombre le pusieron a una de las zonas más elegantes de la ciudad en esos años.

Como nos reímos, parecía una atracción del parque de atracciones con las cuestas, los adoquines y el tráfico. En alguna ocasión llegué a asustarme un poco, pero lo tienen totalmente controlado. Como pasa en Italia…. “es un casino (lio) controlado”. 😉

Con nuestro TUKTUK paseamos por las callejuelas del barrio más intelectual y bohemio del casco histórico.

Cotilleo de mamá. Según nos comentó nuestro guía, este barrio también se ha tenido que reconstruir tras un incendio de 1988 y la pena es que con ella se perdió un poco el estilo tradicional, convirtiéndolo en más comercial.

Conocimos el Teatro Trinidade, la plaza “Largo de Camöes y la Iglesia dos Mártires. Llegamos incluso al Parlamento portugués y la Basílica da Estrala que la Princesa María Francisca Isabel ordenó construir en pago a su promesa al tener un hijo varón.

Pero lo que más nos gustó y me es imposible pasar por alto…

El mirador del jardín de San Pedro de Alcántara, que está al final de la Rua del mismo nombre , justo al lado del Funicular de la Gloria,  es un balcón perfecto para ver la imagen típica de Lisboa… fachadas de colores y tejados rojos.

Inciso de mamá: Los enanos se quedaron tan alucinados con el «funivía» que tuvimos que volver un par de veces para experimentarlo en persona….

A Brasileira, uno de los cafés más populares de Lisboa y que, aunque se fundó como tienda especializada en la venta de café de Brasil, en los años 30 se convirtió en el punto de encuentro de los artistas de la época.

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No pudimos evitar hacernos una foto con la estatua de Fernando Pessoa sentado en una de las mesas junto a la puerta.

El día acabó cenando en la Cervecería Trinidade, uno de los restaurantes más típicos del barrio Alto. Perteneció a un antiguo convento y está decorado con el típico azulejo portugués.

Consejo de mamá practica: Si os decidís a probarlo os recomiendo reservar antes, es muy conocido y siempre está lleno, en muchas ocasiones hay que guardar cola.

Ahora sí, no podemos más, nos vamos a la cama que mañana nos espera un día igual de intenso que el que estamos dejamos atrás…. “Sweet dreams”

Bs

To be continue……

Visitamos un museo divertido

Como sabéis siempre pasamos en Galicia una parte de nuestras  vacaciones de verano y su clima no es el típico de esas fechas, Galicia y sobre todo la zona norte tiene esa variedad climatología en la que tres días te hacen  unos días preciosos como que al cuarto te despiertas con un temporal que parece que se acaba el mundo.

Por eso siempre tengo que tener planes alternativos a un día de playa y uno muy socorrido en estos casos es la visita a un museo divertido. 😉

 Galicia es una de esas comunidades que a muchos sorprenden por la cantidad de opciones que tienen para los peques (yo, que soy así de tiquismiquis no esperaba menos  pues si el verano es como  es,  el invierno se tiene que hacer muy laaaargo). Solo en la ciudad de Coruña tenemos  museos súper chulos como “La Casa de las Ciencias”, “La Casa del Hombre” o “La Casa de los peces”  de los que os iremos hablando más adelante,  pero  hoy os quiero hablar de un museo que a día de hoy sigue siendo un poco desconocido para la gente  y que por su originalidad y exposiciones merece claramente estar en la lista de los top ten de los museos para familias en España.

¿Os acordáis de  esta entrada  (aquí)?  Pues tenemos la suerte que existe otra sede en La Coruña. 🙂

MUNCYT Coruña  (Museo Nacional de Ciencia y Tecnología)  se inauguró en el 2012  y cuenta con aproximadamente 15.000 piezas distribuidas en más de 4.000 metros cuadrados de superficie y  con las que se espera que grandes y pequeños conozcan mejor el mundo de la ciencia y tecnología, además de conservar el patrimonio histórico de las mismas.

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Consejo de mamá: El edificio en el que se encuentra no parece que albergue un museo, es un edificio moderno de hormigón y cristal. Además no tiene parking propio por lo que una vez que lo encontréis, tendréis que buscar donde dejar el coche por las calles de alrededor.

Confesión de mamá: tengo que reconocer que a pesar de que Manu es gallego y conoce la ciudad muy bien nos costó un par de vueltas encontrarlo… así que un poquito de paciencia para los que no seáis de allí. 😉

¿Entramos en el museo?

Ya solo cruzar la puerta los enanos alucinaron, una avioneta colgada en el techo planeaba sobre nuestras cabezas.

Tras comprar las entradas entramos en la “Sala Miscelánea”, una sala en la que encontramos retales de diferentes ramas científicas y en las que dos robots muy simpáticos (Pepexan y Mari luz) nos explicaron en apenas cinco minutos que es lo que íbamos a ver en nuestra visita.

En esta sala todo era nuevo para los peques y Lucía que es un poco más mayor disfrutó de lo lindo aprendiendo cómo nacieron cosas que se usan en el día a día, cosas como…..

El Citroën 5Cv que se convirtió en el primer coche de masas en Europa y que por su tamaño y fácil manejo se hizo muy famoso entre las consumidoras femeninas.

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Cotilleo de mamá curiosa: Este coche estuvo al servicio de las Casa Real española durante 1924 a 1927.

El primer libro mecánico. Inventado por Ángela Ruiz robles (ferrolana como Manu y de la que hablamos en nuestra entrada del museo madrileño) en 1949  y que estaba compuesto por una serie e cintas de texto e ilustraciones que iban pasando en carretes. Contaba hasta con luz para poder leer por la noche.

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Comentario de mamá: Lo que más me gusto de este invento fue que entre sus objetivos estaba hacer más atractivo el aprendizaje entre los niños, adaptándolo al ritmo de cada uno y sobre todo el aligerar el peso de las mochilas de los peques. Ya en el siglo pasado era un problema pero me en la nariz que  a día de hoy no está del todo resuelto porque hay días que la mochila de mis peques no la puedo llevar ni yo de lo que pesa. 🙂

La maquinilla de afeitar  desechable. Inventada por Gillette que buscaba  “algo” que una vez usado tuviese que desecharse y comprar uno nuevo.

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Cotilleo de mamá cotilla: ¿Sabíais que a pesar del exito que tienen actualmente,  tan solo 51 maquinillas y 168 cuchillas se vendieron durante el  primer año en el que se comercializó  este producto?

Atención mujeres del mundo. ¿Os habéis preguntado alguna vez quien inventó el tampón? Pues tengo la contestación a esta pregunta que al menos  yo me he hecho alguna vez… jajaja. Este maravilloso invento que nos ayuda a pasar mejor “esos días” se creó en 1929 por un doctor llamado Earle C. que intentaba ofrecer a su esposa algo más práctico que las toallitas que se usaban entonces. La idea le llegó inspirándose en el algodón que se usaba para absorber la sangre de las heridas o incisiones.

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Cotilleo de mamá cotilla: Un hombre llamado Tenderich compró la patente al doctor Earle en 1933 y creó la marca Tampax. Los primeros tampones los hizo en su casa con una máquina de coser y un compresor de algodón manual.

Otros inventos de los que aprendimos fueron… La cremallera que se inventó en 1917, el teléfono, la bombilla inventada por Edison en 1879 y el plástico de burbujas que se inventó en 1957 de manera accidental, ya que lo que pretendían era crear un papel de plástico para embalar pero no funcionó.

Pasamos a la “Sala Mayúsculas” en la que descubrimos piezas mucho más grandes y emblemáticas que forman parte de nuestra evolución e historia… La rueda, el primer ordenador que hubo en España, una linterna de la Torre de Hércules instalada en 1957 y que se sustituyó en 1904, una bomba de gasolina antigua…

Los niños alucinaron con toda la sala, pero se pararon sobre todo en el rincón en el que se homenajea al arte del cine.

Ataque nostálgico de mamá: ¿Os acordáis del Cinexín? Yo tenía uno en casa, mis peques tienen la versión moderna, pero como el original ninguno. ¿No os parece?

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Después paseamos por un par de salas que aun siendo muy importantes en nuestra historia a los peques les llamaron menos la atención, ya que a diferencia de las otras, estas salas no están formadas con objetos con los que puedan sentirse atraídos. La “Sala Patrimonio” con artilugios e instrumentos científicos de los últimos siglos y la “sala Innovación española”  que hace mención a las investigaciones más importantes de nuestros científicos españoles de ayer y de hoy.

Tras esos minutos de “no me interesa demasiado esta sala” por parte de los peques y “dame un par de minutos que a mi si” por parte de los padres llegamos a la “Sala Iberia”, espacio en el  que los niños alucinaron con la inmensidad del objeto central de la sala…

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¡Un jumbo de iberia, modelo Boing  747! (espero no haberme equivocado 😉 ), bueno solo el tren de aterrizaje y el morro, que si no haría falta un museo adicional jajaja y llamado “Lope de vega”

Cotilleo de mamá listilla: Puede que este nombre no os diga mucho en un principio, pero es el avión en el que viajó el Guernica de Picasso en 1981, cuando  que volvió a España de su “retiro” estadounidense.

Los enanos se lo pasaron en grande descubriendo para que sirve el ala del avión,  para qué sirven los sillones además de para sentarse, lo que es un tren de aterrizaje, como es una cabina de pilotos o para qué sirve la caja negra de un avión.

Os podéis imaginar que la visita tuvo momentos de “hacer el payaso” un poco jajajaja.

Y como todo en la vida la visita estaba llegando a su fin, pero no si antes pasear por la sala dedicada al siglo XX donde se exponen muchos objetos de nuestro día a día y que se inventaron durante ese siglo.

En esta sala nos lo pasamos en grande los cuatro. Los papis recordando momentos de nuestra vida en los que cada uno de los objetos expuestos habían formado parte de ella. Y los enanos alucinando con muchos de ellos, a la vez que intentaban entender cómo se podía llevar un móvil tan grande en el bolso, como era posible que la música saliera de eso llamado tocadiscos o incluso como se podían poner en contacto dos personas de ciudades diferentes con ese aparato con cables….

Si, reconozco que esta sala me dejó un poco marcada, me he di cuenta que los años pasan, pasan muy rápido y si no fueran por las cosas especiales que nos han ido ocurriendo en cada uno de ellos (el año el que uno termina el cole, cumple 18, nos compramos el primer coche, terminamos la carrera, nos dan el primer beso de amor, nos casamos o tenemos a nuestros hijos) se archivarían en nuestra cabeza como una cosa más. Pero esto no debería ser así, todos los años han sido, son y serán importantes para todos nosotros, en cada uno de estos años se han ido descubriendo, inventando, fabricando y poniendo a disposición de la humanidad cosas que hoy nos pueden parecer normales por su uso cotidiano, pero que en sus origines eran todo un logro para la evolución.

Algunos tan curiosos como por ejemplo….

En 1934 nació el primer neumático y fue de la marca Michelin.

En 1946 se fabricó el primer tupper con tapa hermética.

En 1968, RNE comienza a emitir en FM y se inaugura la primera central nuclear española en Zorita.

En 1970 se abre el puente aéreo entre Madrid y Barcelona.

En 1973 TVE comienza a emitir en color.

En 1974 un tal Giogio Fischer (ginecólogo) inventó la técnica de la liposucción y que se lanzó el primer satélite artificial español.

En 1979 Sony crea el Walkman.

En 1976 la banca generaliza la instalación de cajeros automáticos.

En 1977 además de ser el año en el que yo nací, pasaron cosas tan importantes como la primera resonancia magnética o la llegada de los códigos de barras llegan a España.

En 1978 nace el primer bebe probeta, los coches comienzan a usar gasolina sin plomo, se empieza a comercializar los laser-disk y llega la famosa Thermomix a España.

En 1980 todos podemos comprar un post-it o esos pañales clasificados como súper absorbentes.

En 1982, Phillips lanza al mercado los primeros CD´s, se comienza a vender el Comodore 64 y se inaugura “el Pirulí”.

En 1984, Apple saca su Macinstosh 128 y Seat saca al mercado el modelo Ibiza que aún hoy sigue en activo.

En 1985 nace Windows, se conoce la hoja de cálculo Excel y nace internet.

Así me podría pasar líneas y líneas, pero no quiero chafaros la visita y  creo que es hora de terminar… No puedo hacerlo  sin decir que una vez más hemos descubierto otra opción de ocio diferente y perfecta para grandes y pequeños, aquí, sea cual sean nuestros gustos, encontraremos alguna cosa que nos pique la curiosidad o nos interese.

MUNCYT Coruña es una forma diferente de aprender y estoy segura que si sigue así conseguirá  su objetivo de divulgar el mundo de la ciencia y la tecnología entre la gente de a pie.

Para los que vivís fuera de Galicia, apuntadlo en vuestra agenda para la próxima escapada que hagáis por esas tierras y a los que vivís cerca solo recomendaros que no perdáis la oportunidad de conocerlo.

Que, ¿Os animáis?

Bs.

Un paseo entre las nubes

Queda apenas una semana para que el verano nos deje dando paso al otoño y aunque parece que lo está haciendo por la puerta grande, no olvidemos que el otoño sigue regalándonos esos días con buena temperatura, que, aunque no sean para ir a la playa o a la piscina, si son para hacer alguna escapada que otra.

En casa nos gustan mucho estos días de finales de septiembre e incluso de octubre para conocer algunos de esos sitios que hemos ido apuntando en mi agenda de pendientes. No creáis que solo yo apunta cosas en ella, todos han ido cogiendo la rutina de que, si en alguna ocasión vemos algún lugar o actividad chula en una revista, televisión o que simplemente alguien nos haya  comentado, enseguida avisamos a mamá para que lo apunte en la sección adecuada de la agenda. 🙂

¿No opináis que muchas personas salen fuera de España buscando sitios que los dejen fascinados sin ser conscientes de que los tienen mucho más cerca de lo que jamás podrían haber imaginado? Yo sí… España tiene muchos de esos sitios alucinantes que la gente busca a miles de kilómetros, la diferencia con ellos es que muchos de los nuestros están escondidos y hay que saber descubrirlos….

Hoy os quiero contar uno de esos sitios…. Sé que es de sobra conocido por estos lares que soy una enamorada de Cantabria, que siempre que puedo (no tantas como me gustaría) me escapo a la “tierruca” para pasear por sus pueblitos de calles empedradas y prados verdes. Pero el lugar que os voy a contar hoy es diferente a todos los demás…. Hoy vamos a dar un paseo por las nubes.

Tengo la enorme suerte de tener familia allí, sobre todo a mi prima Pilar, somos de la misma edad y hemos pasado muchos veranos juntas… Ahora que somos mayores nos vemos mucho menos, pero pase el tiempo que pase, cuando lo hacemos es como si no hubiera pasado apenas un segundo. En fin, todo este inicio nostálgico para contaros que con ella redescubrí hace un par de años, dos de los sitios más bonitos de Cantabria, Fuente Dé y  Potes.

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Comienzo con Potes,  un pueblito pequeñito de los que tanto me gustan… con suelos empedrados, callejuelas, puentes medievales y casonas con blasones.  Ella tiene parte de su familia allí, así que hizo de nuestra anfitriona. 😉

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Creo que Potes es uno de los pueblos más curiosos de Cantabria. Está en un llano entre montañas, justo a los pies de los Picos de Europa y en el centro de la comarca de Liébana, donde si no me equivoco se unen los ríos Quiviesa y Deva.

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Fuente: http://www.turismocantabria.es

Su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural desde 1983, está repartido entre las dos orillas del rio y unidos por diferentes puentes, entre los que se encuentran el de San Cayetano y el de la cárcel, de aquí a que se le conozca también como la villa de los puentes y creo que también el de las Torres (por la del infantado y la de Orejón de Lama).

Curiosidad de mamá: Al contrario de lo que muchos puedan pensar, Potes está bastante protegida de los vientos húmedos del norte al estar rodeada por montañas, por lo que su temperatura es un poco más suave y seca de la que muchos puedan imaginar.

No podemos pasar por Potes y no….

Conocer la Torre del infantado.

Construcción de tipo militar que fue testigo de muchas batallas crueles con el único objetivo de conseguir el control de la comarca. Perteneció a familias nobles como la del Marqués de Santillana. A lo largo de la historia ha pasado de ser desde casa de nobles, a cárcel o ayuntamiento de la villa, actualmente una sala de exposiciones.

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Fuente: http://www.turismocantabria.es

Si es época, probar un cocido liebanego, a base de garbanzos pequeños y tiernos, acompañados de cecina o carne, berza y relleno.

Beber orujo, de elaboración artesanal que es tan famoso que tiene hasta su propia fiesta durante el mes de octubre.

Inciso de mamá: Pilar, corrígeme si me equivoco jajaja..

Consejo de mamá: El camino a Potes es entre montañas, un paisaje precioso pero que se hace un poco largo por todas las curvas que tiene, así que si tus peques tienen tendencia a marearse, ¡id preparados!.

Como veis Potes es muy pequeñito así que el mismo día lo podéis  aprovechar para  conocer una de las siete maravillas naturales de España y mi segundo destino redescubierto, Fuente Dé. 🙂

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Después de comer, dar un paseo por la villa  y saludar a la familia decidimos ir hasta el teleférico de Fuente Dé donde se puede visitar la parte cántabra del Parque Nacional de los Picos de Europa. Yo no iba muy convencida.  recordaba que eso estaba muy, muy, muy alto y para una persona que sufre de vértigo agudo no es la mejor actividad, pero esto es una democracia y si de nueve personas, ocho quieren subir, la que queda poco tiene que decir. 🙂

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Cogimos el coche y en apenas 20 minutos estábamos allí. Yo rezaba para que hubiera mucha gente y me padre se echara para atrás (odia la multitud) pero desgraciadamente no fue el caso, así que tocó aparcar en el gran parking que tienen montado y nos dirigimos a las taquillas.

Curiosidad de mamá: ¡Fuente Dé No es un pueblo! Es solo la estación del teleférico pero que a pesar de ello tiene muchos de los servicios que ofrece un núcleo urbano. Un parking, un Parador Nacional, un hotel, algún restaurante que otro, bares, camping y hasta un albergue.

¿Nos ponemos un poquito en antecedentes?

Este teleférico es uno de los sitios más visitados de toda Cantabria. Lleva abierto unos cincuenta años, sube a 20 visitantes a la vez hasta una altura de 1823 metros y en tan solo cuatro minutos. (yo no he querido hacer el cálculo, pero según el conductor de la cabina que nos tocó,  se hace a una velocidad de aproximadamente 10 metros por segundo, dios… solo de pensarlo ahora se me ponen los pelos como escarpias jajajaja)

La idea de montar este enorme teleférico fue entre otros de un ingeniero llamado José Antonio Odrizola, cuya familia era de la comarca e ideó la manera de instalar un teleférico para viajeros en el mismo lugar donde había un cable que utilizaba la Real Compañía Asturiana de Minas para bajar mineral a las minas de Aliva.

Inciso de mamá: Tanto el teleférico como las instalaciones de arriba y abajo están totalmente adaptadas para sillas de ruedas.

Pagamos unos 16 euros por persona ida y vuelta (creo recordar que los niños tenían precios especiales), a mí me pareció un poco caro (que voy a decir yo que no iba a disfrutar nada el paseo :)) pero luego entendí que subir esa montaña andando costaría mucho más, así que nada, sin rechistar.

Después de esperar tres turnos y  superar un par de ataques de subo o no subo, llegó nuestro momento. Entramos en la cabina y al cerrarse las puertas comenzó a moverse. Yo había mirado desde abajo el recorrido que íbamos a hacer, al principio la subida no era muy pronunciada pero después la cosa se volvía más y más vertical. Los peques iban pegados al cristal admirando el paisaje, mientras yo tenía mi cara hundida en el hombro de Manu rezando para que eso no se soltara jajajaja.

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Fuente: Cantur.com

Por el rabillo del ojo comprobé como las cosas de fuera pasaban de pequeñas a diminutas y a medida que nos íbamos acercando a la cima, las paredes de la montaña se aproximaban cada vez más, pero gracias al cielo los cuatro minutos que dijo la encargada (30 para mi) pasaron y el recorrido vertical terminó.

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Fuente: Cantur.com

Yo me puse a buscar tierra firme, mientras que los valientes se dirigieron hacia un pequeño saliente metálico (con una rejilla para sentir toda la inmensidad del vacío a tus pies) para poder observar todo el valle desde esa altura.

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Fuente: Cantur.com

Inciso de mamá: Veréis que alguna foto no es mía.. quiero mucho  a este blog, pero  mi vértigo es más grande.

Dimos un paseo por la zona viendo como las nubes que nos habían acompañado esa tarde quedaban bajo  nuestros pies.

Mientras preparaba esta entrada he gastado mucho tiempo en intentar encontrar la manera de describir los paisajes que vimos, pero sin éxito 😦 , son tan diferentes a todo lo que os podéis imaginar,  que me voy a limitar a usar esa frase tan socorrida y usada en muchas de las guías de viaje que suelo comprar… “el paisaje era de una belleza indescriptible”. 🙂

Dicen los entendidos que la mejor hora para hacer esta subida  en teleférico es la primera de la mañana (porque las nubes suelen quedar debajo del cable) o la última de la tarde (porque las puestas de sol son un espectáculo). Nosotros estuvimos sobre las 19.00, era verano y el sol tardaba más en bajar, pero creo que no me equivoco si digo que, aún no siendo las horas perfectas, poco tenía que envidiar la imagen que nosotros pudimos disfrutar del paisaje.

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Nos encantó y aunque no hicimos ninguna de las rutas porque los peques aun no tenían edad nos lo pasamos en grande….  Hicimos mil fotos, saltamos, corrimos, vimos alguna cabra pastando. Toda una aventura para grandes y pequeños.

Me lo pasé tan bien con los enanos que casi se me olvidó que tenía que volver abajo de la misma manera que había subido, aunque tengo que reconocer que la vuelta fue más llevadera… no se si porque se me había pasado un poco el miedo, o por pensar que si caía bajando la caída podía ser menor. jajajaja.

El caso es que.. ¡Superé el reto!

 

Consejo de una mamá práctica. ¡No olvidéis llevar calzado cómodo!

¿Os animáis? Yo creo que ofrecer la posibilidad a nuestros peques de cruzar las nubes y pasear por encima de ellas es única e inolvidable. ¿No os parece?

Pues ala, si tenéis pensado en escaparos un fin de semana a Cantabria, apuntad esta opción a vuestro itinerario, a los niños les gustará y seguro que querrán repetir.

Bs

Colorín colorado, el verano se ha acabado…

Para casi el 100% de la gente las vacaciones llegaron a su fin, ahora toca “adaptarnos” a que estamos ya a mediados de septiembre.  Los peques están empezando el cole, volviendo a la rutina después de semanas “asilvestrados” por la falta de horarios o normas del día a día y nosotros los papás… llevando como podemos eso volver a la jornada completa, a que los días se nos queden cortos porque el sol nos deja antes, volver a poner el despertado cada noche, recuperar nuestra relación con el reloj de muñeca, a poner al día nuestra agenda, a la hora punta… buff prefiero no seguir. 🙂

Cada vuelta de vacaciones hablaba con mis amigas, mamás del cole o compis de trabajo que esto de la crisis postvacacional me traía por la calle de la amargura. Cada vez me costaba más volver y cuál fue mi sorpresa cuando muchos de ellos me decían que la evitaban con técnicas muy sencillas. Entusiasmada al saber que estos primeros días de la vuelta a la realidad se podían llevar con plena normalidad empecé a bucear por internet y poco me duró el positivismo…. 😦

Aquí algunos ejemplos, a ver qué os parecen….

Programar con tiempo la vuelta y no hacerlo el día anterior. ¿Cómo se le puede ocurrir a alguien que es bueno perder un solo día vacaciones para adelantar la vuelta? Jajaja.

Hacer deporte: Lo hago, día sí, día no… y me gusta mucho, pero no me quita la “depresión”.

Respetar las horas de sueño: Seguro que el que ideó esto no tenía hijos… ¡Ojalá fuera posible! ¿Quién puede conseguir esto con dos niños que llevan casi tres meses levantándose tarde?

Retomar las actividades profesionales progresivamente: Con esta opción no puedo… ¿Quién va a ser el gracioso que le diga a su jefe que tiene que retomar la rutina poco a poco para no deprimirse? Jajajaja.

Moderar el consumo de cafeína: ¿En serio?, entonces… ¿Cómo sobrellevo la falta del sueño?

Ser positivo: Evidentemente, si fuera al contrario me hubiera cortado las venas en alguna ocasión jajajaja.

Pero vale, no voy a ser una cafre y pensar que todas estas técnicas son inútiles, en una estoy totalmente de acuerdo y que es Pensar que no son los únicos días libres que tienes, siempre quedan los fines de semana o los festivos….  Es verdad, aunque tengamos que volver al trabajo o los peques al colegio siempre tenemos unos días para poder pasar en familia y aquí es donde entramos Maria y yo. Este año también hemos venido con las pilas recargadas, con muchas ganas de descubriros opciones y planes para disfrutar todos juntos en cualquiera de estos momentos libres que los expertos nos recomiendan que tengamos. 😉

En fin, de 7 consejos que todo experto da, solo estoy de acuerdo en uno, así que voy a cambiar de tema y preguntaros… ¿Cómo han sido vuestras vacaciones?

Si… sé que lo sabéis jajaja pero para los que sean nuevos en esta gran familia tengo que decir que soy de esas personas que al final de cada verano me gusta mucho echar la mirada hacia atrás y repasar una a una nuestras andanzas. No me gusta olvidar un solo detalle de ellas y por eso llevo siempre mi cámara encima, voy con ella a todas partes y si no siempre está el móvil en el bolso…  Con ellos saco miles de fotos de nuestro día a día.

Confesión de mamá: Ahora que nadie de la familia anda por aquí tengo que reconocer que puedo llegar a ser muy pesada con este tema. 🙂

Siempre, la misma noche de la vuelta de vacaciones (bueno, después de maletas, niños, cenas etc…) y cuando tengo a todos en la cama agotados por las horas en el coche, me pongo a recopilarlas en un pendrive y empiezo a hacer el álbum de fotos del verano.  Es una manía un poco rara, lo sé, pero  así estoy segura que no se me va a olvidar nada de nada.

Inciso de mamá: Ya os he dicho más de una vez que soy rarita… jajajaja

Gracias a esto y junto a mi “diario de vacaciones”, del que ya os he hablado alguna vez, …. os puedo contar ahora un poquito como han sido nuestras vacaciones 2016. 😉

Como en años anteriores y desde que el ministro Montoro, buscando una manera de ingresar antes, decidiera que las declaraciones mensuales se hicieran también en Agosto, hemos repartido nuestros días libres entre la parte de la familia italiana y la gallega.

La primera parte de Agosto (parte italiana) ha sido en la “Costa azul”, un destino que me apetecía mucho desde hace tiempo porque es de las pocas partes de Europa que no conocía. Pero este destino que se tornó un poco agridulce tras los acontecimientos ocurridos a escasas semanas de nuestra visita.

Nuestra base estaba en Biot, n una casa maravillosa de campo que nos prestó un familiar y a escasos 25 kilómetros de Niza, esto me hizo dudar mucho en seguir con el viaje por miedo.

Desde el terrible atentado cambiaba de canal cuando se hacia alguna mención sobre el tema y los niños estaban con nosotros. Manu y yo pasamos horas y horas analizando las opciones de ir o no ir porque en estos casos siempre tienes gente que te dice que no vayas sugerencias que te hacen dudar. 😦 pero al final decidimos ir, supusimos que la zona iba a estar protegida y segura después de esa atrocidad, que nosotros no somos de ir a sitios muy concurridos y menos en horas que pudiera haber mucha gente, no somos amigos de acudir a celebraciones multitudinarias, que estábamos en una zona relativamente alejada de cualquier núcleo urbano y, sobre todo, que no podemos vivir con miedo.

Fueron unos días fantásticos, con un sol radiante que nos permitió  disfrutar de la piscina por la mañana.

 Y conocer los alrededores por la tarde…

Ciudades que todos conocemos por su lujo y excentricismo pero que si sabes buscar tienen sus secretos….

Mónaco.

Cannes.

Niza.

Pueblitos de aspecto medieval como   Antibes.

O Saint Paul de Vence.

Con una madre como yo no podíamos perder la oportunidad de aprovechar las vacaciones y conocer cosas curiosas cómo la fabricación de perfumes, aprendimos el paso a paso de una de las fabricas más famosas de Francia, “Fragonard”.

O incluso de conocer el mundo marino dentro del parque acuático de Marineland”.

Hicimos barbacoas caseras, vimos volar al dron de Laura, buscamos estrellas por la noche e incluso jugamos al parchís…

Pero una visita no es completa si no conoces las urgencias del sitio al que vas. Al igual que el año pasado el mosquito tigre se “enamoró “de mí y sus visitas me provocaron una reacción alérgica alucinante. En menos de 24 horas mi cuerpo apareció lleno de ronchones enrojecidos e hinchados que asustaron a los oriundos de la zona y me obligaron conocer de primera mano el sistema sanitario de un pueblito francés de menos de 5000 habitantes.

Como eche de menos nuestras urgencias…. tardé exactamente 3 horas y media en que me vieran con tan solo 8 personas delante de mí. 😦

Inciso de mamá: al menos la doctora sabia ingles….

Volvimos a Madrid el día 11 de agosto, pero solo por menos de 24 horas, lo justo para deshacer maletas, hacer maletas e irnos a Galicia… no es que huyéramos del calor, es que ¡teníamos una boda!

A diferencia de otros años el inicio de la segunda parte de las vacaciones ha sido un poco diferente… Por motivos laborales dejé a Manu y a los peques solos un par de días, ha sido la primera vez que lo hacía y nunca me pude llegar a imaginar los lloros de mis peques cuando me iba. Siempre había tenido claro que si algún día me tocaba separar de ellos estarían encantados, yo soy el sargento en casa y su padre la fiesta…  pero no, parece ser que una madre es una madre, aunque sea mandona y gruñona jejejeje.

Para alegría de Manu volví rápido, pero creo que se arrepintió pronto ;), el tiempo ha sido fantástico y junto a mi cuñada aprovechamos este regalo del cielo para mover un poco a la familia y conocer más la tierriña de las Rías Altas.

Conseguimos tras algún intento fallido anterior, cruzar en lancha hasta Mugardos y repetir la foto que nos hicimos hace ya cinco años.

Nos fuimos hasta O Barqueiro a hacer una ruta en canoa por la ría. Fue una experiencia súper divertida y bonita.

Conocimos Bares donde vimos paisajes alucinantes desde el faro y nos bañamos en una playa fantástica e ideal para niños…

Fuimos a Ares, para mí la pequeña Venecia de las Rías Altas… un pueblito marinero con sus casitas a pie de playa, en las que cada casita cuenta con su embarcadero privadas con la lanchita atracada.

Fuimos a Coruña a descubrir cómo había quedado tras las obras de soterramiento de la carretera que pasaba al lado del puerto.

Nos hicimos una foto con Asterix y Obelix que estaban de visita en las fiestas de María Pita.

Incluso nos acercamos al Aquarium Finisterrae donde los peques alucinaron con las morenas, los pulpos y el pez martillo.

Pero no todo fue turismo…. también exprimimos el tiempo para disfrutar de nosotros, de estar con la familia, de ir a la playa, de dar de comer a las gallinas de Maruja, de largas tardes de verano en el campo con el sonido de olas como telón de fondo, de celebrar mi 39 cumpleaños, de pasear por las rocas, de saltar las olas, de las meriendas cenas improvisadas, de conocer lo que es una romería castreixa, de montar en bici, de pasear todos juntos…

Un año más, agosto ha sido maravilloso…. hemos estado juntos, hemos desconectado, hemos aprovechado cada minuto al máximo… HEMOS SIDO FELICES y hemos cogido fuerzas para este nuevo curso en el que esperamos que todos vosotros nos acompañéis y leáis semana a semana.

¿Nos acompañáis?

Solo me falta una cosa por decir…… “BIENVENIDOS”

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Bs

Detrás de mi mamá…..

Hola, os estaréis preguntando quien soy yo porque normalmente escribe Marta o Maria, pero veréis…  soy la hija mayor de Marta y la llevo preguntando mucho tiempo cuando me dejaría ayudar en el blog.  Hace unos días que me dijo que esta entrada iba a ser mía y aquí estoy escribiendo para vosotros. Perdón que aún no me he presentado, que torpe soy que me olvido de todo, 😉 me llamo Lucia y tengo 9 años.

Estuve hablando con mamá para buscar un tema sobre el que escribir, no se me ocurrían muchos porque estamos de vacaciones y casi todo el tiempo lo paso en la piscina.

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Pensando me di cuenta que todos me conocéis por las fotos de cada una de las cosas que hacemos con mamá y papá, pero así solo me veis quieta en un sitio, sonriendo o con cara de pillina 🙂