Post by María.
Como bien nos ha apuntado Marta esta semana, hace dos años visitamos Aranjuez viajando en el “Tren de la Fresa”.
Durante nuestra visita al Palacio Real de Aranjuez, nuestra guía nos comentó que en el mes de septiembre se representaba allí el famoso “motín” que en esta villa tuvo lugar en el año 1808. Así que me quedé con la copla y no ha sido hasta este año cuando mi familia y yo nos hemos ido hasta allí.
No os quiero dar una clase de historia, pero os hago resumen para poneros en antecedentes:
Carlos IV subió al trono en 1788 y puso en el gobierno a un joven militar, Manuel Godoy, de origen relativamente humilde.
En 1807 Godoy, con el consentimiento de Carlos IV firmó un tratado con Napoleón (Tratado de Fontainebleau) que autorizaba a los ejércitos napoleónicos a entrar en España para atacar Portugal. Con este tratado, los franceses atravesaron España, su presencia fue aceptada por los Borbones pero provocó la irritación de la población.
El 18 de marzo de 1808 estalló el motín de Aranjuez, donde se encontraban tanto los reyes como Godoy, quienes temerosos de que la presencia francesa terminase en invasión del país, pensaron en retirarse al sur. El motín, con participación popular, pero dirigido por la nobleza y el clero, partidarios del Príncipe de Asturias, perseguía la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando.
Los amotinados consiguieron sus objetivos, y se evidenció una crisis profunda de la monarquía española. Carlos IV escribió a Napoleón haciéndose saber los acontecimientos y reclamando se ayuda para recuperar el trono que le había sido arrebatado por su hijo Fernando. Ante esta situación de debilidad española, Napoleón pensó que era el momento oportuno para invadir España, y así lo hizo.
Después de este breve relato, deciros que estas fiestas, las “Fiestas del Motín”, son de Interés Turístico Internacional.
Este año se celebraron del 4 al 8 de septiembre.
Nosotros fuimos la noche del 5, que era cuando se representaba el motín, pero la noche anterior se escenificaba también el “asalto a la casa de Godoy”, donde los “amotinados”, gentes del pueblo caracterizados con trajes de época, partían de la plaza de la Constitución y recorrían algunas calles acompañados de los visitantes a las fiestas, hasta llegar al Palacio de Godoy, donde se realizaba el asalto.
Llegamos a Aranjuez a las 18:45 de la tarde, el motín estaba previsto para las 22h, pero pensando en aparcar el coche no muy lejos para evitar luego una caminata con niños cansados… me entendéis, verdad?.
Así, visitamos el Mercado Goyesco que montaron en el Paseo de Isabel II, al lado tenían un escenario donde más tarde actuaria algún grupo musical para la gran verbena. Los peques andaban algo distraídos, estaban buscando con la mirada las “atracciones”, así que dejamos el mercado y nos dirigimos hacia ellas.
Por el camino, pregunté amablemente a un policía donde se ubicaba la Plaza de las Parejas exactamente para luego ir encaminados, y el buen hombre me dijo que para ver “el motín” se necesitaba invitación.
Invitación????….. yo no vi nada de eso en internet, había opción de compra de entradas, pero lo asocié más bien a los diferentes conciertos de cantantes que había por la ciudad!!… Imaginar la cara que se me quedó.
Le dije a Nacho que fuese él con los niños hasta la feria y yo mientras echaba una carrerita hasta el Palacio Real para informarme e intentar conseguir “invitación”.
El guardia jurado de Palacio, no tenía ni idea, y eso que tenía el escenario y las 5000 sillas de madera delante de sus narices. Al final, me colé entre bambalinas y pregunté a uno de los actores, por cierto, los actores que representan el motín, son todos vecinos de Aranjuez.
La mujer, muy amablemente me explicó, que lo de las invitaciones era para los “vip”, o sea, amiguitos de las autoridades que tenían una zona acotada para ellos………aaaaahhhh…. que alivio sentí, y como me acordé del policía. Pero recobré mis nervios cuando me dijo que aunque fuese casi las ocho, mejor fuese cogiendo silla, porque aquello daba comienzo a las 21:30h con el discurso de la alcaldesa y el nombramiento de “Amotinado/a Mayor”.
Y carrerita de nuevo hasta el punto donde había dejado marido y niños para encontrarme con ellos y volver a la Plaza de las Parejas todos juntos.
En este punto, alivio fue cuando nos sentamos en las sillas de madera que allí teníamos. Siguiente paso: entretener a dos niños sentado hasta que diese comienzo todo aquello. Estaba empezando a arrepentirme de haber ido, ya podía ser buena la representación!.
Nacho se acercó al bar más cercano para coger unas bebidas y algo de picoteo para los enanos. Entre juegos y picoteo, nos dieron las 21:30h…. discurso de la alcaldesa: Dña. Cristina Moreno Moreno, que después de reivindicar “un Tajo vivo”, en contra de los trasvases, nombró “Amotinada Mayor” a Dña. María Luisa Nieto, presidenta de una asociación de vecinos que desarrolla una gran labor con los más desfavorecidos de la Villa.
Después de un largo discurso de agradecimiento de esta señora (cada vez que la mujer se sacaba un papel más para leer, la gente suspiraba), al fin dio paso a la representación del motín…. Biennnnnn!!!!!……Eso sí, Alejandro os puedo decir que no se enteró de nada, se me había quedado dormido!!!,…. pobrecillo hijo mío.
Y ahora os digo que: IMPRESIONANTE! Valió la pena nuestra pequeña “odissea”, la puesta en escena, esos casi 200 vecinos ataviados con preciosos trajes de época, tan bien dirigidos por Paco Carrillo. La obra en sí, esta basada en los “Epìsodios Nacionales” de Galdós, recreando intrigas palaciegas de aquellos días hasta el desenlace final con el apresamiento del favorito Godoy.
Como fondo del escenario teníamos el Palacio Real, sobre el que iban proyectando diferentes imágenes según el recorrido de la escena, sobretodo, la proyección de diferentes cuadros de Goya: “Cuadro de la Familia de Carlos IV”, “La Gallina Ciega”, “El Quitasol”, “Las floreras”, “Duquesa de Alba”, ”Saturno devorando a un hijo”, “El Pelele”, “Duelo a garrotazos”… Genial, y genial el trovador que salía en algunas escenas.
Broche final, todos los actores que salen con antorcha encendida en mano, y recorren a la carrera los pasillos entre todos los asistentes, simulando al asalto a Palacio, apresando a Godoy.
Sí, valió la pena, y queremos volver otro año, sobretodo para que pueda disfrutarlo el pobre Alejandro!….. ja, ja,… Se despertó justo al final. Mi espalda y mi culo, que estuvo en esa silla de madera con un niño en brazos durmiendo hasta las doce de la noche, se resintieron; pero de verdad nos encantó, sales con un buen sabor de boca.
Durante esos días de fiesta para los ribereños, también tuvieron lugar, pasacalles y rondallas durante el día, actividades infantiles, pero yo me quedaría con el descenso pirata por el Tajo, donde a lo largo de casi 3 km, rememorando los antiguos transportes de troncos o maderadas, centenares de vecinos surcan las aguas a bordo de cualquier tipo de embarcación, cuya característica común es la imaginación (esta me la anoto para ver con los niños la próxima vez!, tiene que ser muy divertido!).
Esta fue nuestra experiencia este año.
Por cierto, en los últimos tiempos, lamentablemente, en España se utiliza mucho, demasiado, la expresión «chorizo» para aplicársela al corrupto. Es una expresión una tanto extraña. ¿Qué relación hay entre el chorizo y el corrupto? Ninguna. No tiene lógica ni filológica ni semántica. En cambio, tiene una lógica histórica:
«El motín de Aranjuez, que derribó a Godoy y a su rey, no fue obra, sin embargo, de la opinión «liberal» informada. Fue maquinada por un grupo de nobles descontentos en alianza con la facción del Principe de Asturias, empleando como instrumentos suyos a los oficial del ejército y la multitud. El vago reformismo de la época iba emparejado en estos círculos con una tendencia todavía más vaga de constitucionalismo aristocrático que reafirmaba los privilegios de los ricos hombres de Castilla; los grandes podían tolerar ser gobernados por burócratas de carrera, pero la carrera de favorito de la corte era un privilegio aristocrático que no debía ser ejercido por el «choricero» Godoy.»
«El apodo hace referencia a la provincia natal de Godoy, Extremadura, centro de la ganadería porcina.» Choricero porque Godoy era extremeño. Era una palabra despreciativa en boca de la Corte. Se podría especular que a este desprecio aristocrático, el pueblo añadió el significado que hoy manejamos. Godoy era acusado de ser la quintaesencia del corrupto. El desprecio de la Corte se convirtió, en boca del pueblo, en desprecio por ser corrupto. Con el paso del tiempo, la relación con los extremeños desapareció quedando únicamente la asociación con los corruptos. Los choriceros dejaron de ser los extremeños para circunscribirse a los corruptos porque, como es evidente, no hay una relación entre el territorio y la corrupción. Todos los corruptos pasaron a ser choriceros o chorizos. Esta es la relación que ha permanecido. Es una hipótesis. Una curiosidad.