Si, si, lo confieso, soy fanática del chocolate… 🙂 pero en contra de lo que dice mi compi Maria, no solo del chocolate, todo lo dulce me apasiona, da igual que sea la cosa más simple como un suizo o sea la tarta más complicada de hacer del mundo, yo me muero por todo eso. Y si fuera cierto ese dicho que dice “uno es lo que come”, yo sería el mejor ejemplo de la persona más dulce del mundo… pero hablo en condicional porque tengo que reconocer que este dicho no funciona demasiado, a veces tengo un genio… que ni todo el azúcar del mundo me puede llegar a dulcificar :).
Pero esto no es una confesión de mis defectillos como persona, es más, esos prefiero guardármelos para mí ya que no son de esas cosas de las que más me pueda sentir orgullosa, así que vamos a lo que vamos…… jajajaja
Hace casi un año, escribí sobre uno de mis primeros descubrimientos como mamá bloguera y que si tengo que apostar algo, apostaría mi mano izquierda (soy zurda) que es el que más les ha gustado a mi pequeña, gran familia; “Mama Framboise”, una verdadera boulangerie francesa con aire provenzal y con cierto toque vintage que tenemos en la calle Fernando VI en Madrid.
Me enamoró su decoración, su ambiente, su personal, su toque provenzal y como no, cada uno de sus deliciosos pasteles. En poco tiempo se ha convertido en un lugar asiduamente visitado por mi familia, cualquier ocasión es la perfecta para ir, que si una mañana que papá no está en clase, un cumpleaños, la vuelta de un viaje en el que no tienes nada en la nevera… incluso ya tenemos lista de espera por parte de algún familiar que embelesado por las fotos que enviamos por watsapp quiere que le llevemos la próxima vez que venga.
No sé si ya habéis caído en esta dulce tentación, pero el boca a boca ha sido espectacular y o vas a horas tempranas o te tocar esperar seguro. Mama Framboise es el ejemplo típico de un negocio que ha tenido éxito y que en pocos meses se ha convertido en el local de moda en la capital. Esto, para la familia Naya-Rubio ha sido un pequeño jarro de agua fría ya que no nos deja disfrutar de esta dulce actividad tantas veces como quisiéramos 😦
Pero señores, los fanáticos del dulce hemos tenido suerte y Mama Framboise ha abierto una sucursal :), después del éxito obtenido con su primera pastelería, su creador ha decidido arriesgar y poner el punto dulce al recientemente inaugurado “Platea Madrid”, un antiguo teatro (antiguo cine Carlos III) reconvertido en espacio gastronómico, que se ha diseñado siguiendo la fórmula del Mercado de San Miguel y donde se puede disfrutar a cualquier hora del día de deliciosa gastronomía, nacional e internacional, de hoy y de siempre.
Ya sabéis que soy muy curiosa y desde que descubrimos MF (I) he querido saber un poquito más en la vida del creador de este nuevo tipo de pastelería. Una vez mis expectativas se han visto superadas con creces y he quedado maravillada de como un chico de tan solo 30 años ha conseguido tanto éxito en tan poco tiempo.
Alejandro Montes nació en 1984 en una la localidad de Langreo, Asturias. Su relación con este mundo nació cuando apenas tenía seis años y sus padres le dejaban en una pastelería del pueblo mientras ellos se iban a trabajar. Como dice él “El olor de la bollería conociéndose y ver la vitrina rebosante de pasteles a primera hora de la mañana, quedaron grabados en mi…”
Imagen del periodico LARAZON
Hace más o menos tres años decidió, con su socio Angel Sánchez- infantes, recuperar la idea romántica de la pastelería, que la gente volviera a disfrutar de un buen desayuno, cualquier postre o incluso una merienda sin tener que pagar barbaridades por ella. La idea de Mamá frambiose salió de uno de los libros favoritos de Alejandro, «Cinco cuartos de naranja» de la autora Joanne Harris , donde su personaje principal, Framboise, abre un pequeño restaurante en un pueblo de la Francia ocupada por los nazis y que tiene gran éxito gracias a las recetas que saca de un libro de su madre.
Los materiales que utilizan son de primera calidad y naturales ya que uno de sus principales objetivos es recuperar los sabores de pastelería de siempre. Todo es artesano y natural, la bollería la hacen en el obrador de la tienda y sobra decir que todo está para chuparse los dedos.
Madre mía, cuando nos lo dijo una de las camareras de Fernando VI, ¡otro Mamá framboise!, no nos lo podíamos creer y podéis imaginar cuanto me costó esperar para estrenarlo (me parecía muy fuerte ir ese mismo díaJ), pero finalmente llegó la ocasión…… elegimos el siguiente domingo, como no sabíamos nada sobre él, fuimos por la mañana prontito.
Nos encontramos un espacio enorme, con aire industrial y urbano, con semáforos y pasos de cebra, con paredes forradas de madera y metal, emulando a una antigua fábrica del Nueva York de principios del siglo pasado.
Aunque tiene dos puertas de acceso nosotros entramos por la calle Marqués de Zurguena.
La puerta de entrada nos lleva a un gran pasillo separa los diferentes ambientes de este dulce paraíso. A la derecha, nos encontramos con una barra de cafetería estilo industrial, con sus taburetes de cuero, un gramófono y hasta una bici vintage en cuyo cesto nos se encuentra la carta de la pastelería impresa en papel imitando periódicos neoyorkinos.
A la izquierda, una zona de tienda que entre sus exquisiteces de siempre, cuenta con una zona con maquinas y cafés del mundo para los mas cafeteros, sin olvidarse de un rinconcito para los amantes del té.
Y en el centro se puede ver una zona que parece una redacción de periódico, decorado hasta el mínimo detalle con objetos retro que da un encanto especial al local.
Todo en su conjunto engloba un mundo acogedor que invita a sentarte y pasar un buen rato de relax acompañado con un buen café y un trozo de bizcocho de la abuela.
En seguida vino una camarera y nos preguntó si sabíamos el funcionamiento del local, la verdad es que la pregunta nos sorprendió y preferí pecar de novata más que de listilla ;), nuestra respuesta fue no y ella inmediatamente, sin perder la sonrisa nos explicó que a diferencia del primer MF, aquí se solicitan y pagan las viandas en la barra y los camareros nos la servirían en la mesa lo más rápido posible.
Pero mamá, dijo Lucia «¿cómo saben que es para nosotros?». La camera enseguida la contestó…. » te voy a contar un secreto, el truco está en que cuando pidas en la barra te van a dar una letra o número que a nosotros nos ayuda a saber para quien es, pero shhhhhhh, es un secreto» .
Ahí nos sentamos los cuatro y con el periódico en mano nos pusimos a elegir…. Fue más difícil que poner de acuerdo las agendas de los dirigentes de la ONU.
Que si un croissant, pero…… ¿de qué? de chocolate, frambuesa o de mantequilla.
Que si un bizcocho de la abuela, pero… ¿de qué? de mantequilla o de chocolate.
Que si una tostada. Pero…. ¿de qué? Normal, de brioche, payesa o cereales
Como veréis la variedad es interminable, lo único que tuvimos claro fueron las bebidas y la tartaleta de frambuesa para Jorge, zumos de naranja natural, cafés para os papis y leche fría para los peques.
También innovamos un poco y probamos los batidos de fresas y frmabuesas que habían sacado como producto “estrella” del verano ;). Sin palabras…..
Tengo que reconocer que tuvimos un momento de crisis y que me hizo temer que no volveríamos a esta desahogada nueva opción que nos daba nuestra pastelería preferida, NO HACEN CREPPES :(, la cara de Lucia era un poema, lo que más le gusta del mundo y este nuevo MF no lo hacía, menos mal que pudimos sustituir su carencia con un pastel de galleta que quita el hipo.
Y ¿Qué pasa para la gente que no es tan golosa como yo? No os preocupeís, Madame Framboise no es solo una pastelería y salón de té, además de su inmejorable gama de bollería, cuenta también con quiches, sándwiches y ensaladas que pueden acompañarse con un vino o un champagne francés.
Madame Framboise es un ambiente que acoge a todo tipo de gente, desde niños a personas mayores, desde golosos hasta lo que no lo son tantos. MF acoge a toda aquella persona que esté buscando esos sabores perdidos y que recordamos con anhelo.
Desde que lo conocimos, lo hemos visitado varias veces. (siempre que a Lucia no le apetezca un creppe que nos toca ir al hermano mayor en Fernando VI) Incluso en mi baja del mes de junio, junto a mi enfermera particular, mi mami, he aprovechado más de una vez que los niños estaban en el cole para conocer las otras posibilidades que la carta ofrece. De ellas tengo que decir que nada tienen que enviar a las que ya conocíamos… los macarons, para morirse; las tartaletas/tartas, sin palabras y los eclairs de chocolate mmmmmmm…..
POR CIERTO: Gracias mamá por engordar un par de kilos conmigo en estas mañanas gastronómicas 😉
Madrid tiene muchas cosas buenas y una de ellas es que nunca sabes lo que puedes encontrar paseando por sus calles. A mí me encantan los pequeños placeres de la vida y si es como dulce mucho más, me encanta investigar y pasear buscando sitios para poder ir con mis peques a desayunar un domingo por la mañana o merendar una tarde tonta de la semana. Mama Framboise (I y II) es un espacio que hace las delicias para los más golosos de la casa, sean pequeños o grandes. Es cierto que no hace falta ser tan exagerados como nosotros que repetimos y repetimos, pero si tiene que ser uno de esos sitios de obligada visita, al menos una vez en la vida.
Besos
c/ Goya 5-7 (PLATEA)
28001 Madrid