Te invito al té de las cinco

Los que nos conocen de sobra es conocido que mi hija es una fanática de lo “ingles”, da igual  sobre que hablemos,  si está rico o no, si es horroroso o no… Si ella sabe que es ingles no dudará en decir que es fantástico.

Comentario de mamá: Vamos,  que no es nada objetiva, solo es una…  como la llamamos en casa, una “English fanatic”  y solo nos toca vivir con ello esperando a que pase rápido. 🙂

Ya sabéis que con la pubertad estas cosas pasan, unos se obsesionan con un grupo de música (que también), con un actor (no tanto) y otros sacan su amor “exagerado” a algo como una manera de vestir, un color o una filosofía.

Tengo que decir que nuestro caso particular  llegó  bastante antes del momento “pavo”, supongo que en parte gracias a que  una  parte de nuestra familia en un poco particular a la hora de nacionalidades  y porque su cole es británico y su día a día allí es inglés, pero como le decimos en casa…”Lucia, por mucho que sea inglés, el príncipe Carlos no es guapo, tienes que reconocerlo”.

En fin, lo llevamos como podemos.  🙂

Pero si mi hija es una “English fanatic” yo soy “Dulce fanática,   por lo que no me resisto a probar esos sitios nuevos que me llegan por las redes sociales que implican un sitio nuevo para desayunar o merendar y si encima las probabilidades que tiene de éxito son del al menos el  50% (25% por el género y 25% por lo de ingles)  no lo dudo un segundo, voy de cabeza el primer día que tenemos libre.

Sabía que con Manu y Jorge no iba a tener problema. Con Lucia en principio tampoco, pero con las hormonas revolucionadas como las tiene, la contestación podía ser “Lucia, he encontrado un sitio para merendar que se llama Living in London, ¿te parece que vayamos a merendar algún día?”. Os podéis imaginar la cara… 😉

Fuimos un sábado por la tarde, el día era uno de los últimos de Septiembre y en el que aún se podia ir sin paraguas por Madrid.  Estaba lleno pero tuvimos la suerte de que dejaban una mesa de cuatro en ese mismo momento.

Lo primero que pensé es que el nombre era todo un acierto. Cuando entras lo que ves es un salón de té de lo más british, convenciéndote de estar uno de esos locales de la capital inglesa y en vez de en  Madrid.

El espacio está dividido en dos zonas.

La tea room: con una decoración vitoriana maravillosa y acogedora, que no puede dejar  de sorprender al que entra con su vajilla de porcelana  retro y el olor de la bollería recién horneada.

 

La tienda: llena de estanterías con mermeladas, galletas, tés y demás productos ingleses; con platos y tazas de porcelana idénticas a las que usan en su salón de té, manteles, bandejas de melanina, bolsas como las que hay en Harrods, peluches, delantales y mil detalles más, ideales para regalar.

 

Confesión de mamá: No puedo decir otra cosa que la decoración es maravillosa, han conseguido convertir el espacio en un sitio muy acogedor y agradable, Sus sillones tapizados con exquisito gusto inglés, sus adornos y espejos colgados en  paredes empapeladas con unos originales papeles. Un sitio que llama a sentarte y pasar largas horas hablando mientras tomas un té.

No podíamos esperar más, no sabíamos que pedir, todo lo que veíamos a nuestro alrededor tenía una pinta estupenda. Las Tartas caseras que había…  de chocolate, zanahoria o red velvet nos estaban llamando todas al unisonó, tentándonos a pedir todas a la vez.  Pero hicimos un acto de constricción y esperamos a que nos dieran la carta.

 

La oferta es muy variada, pero a la vez sencilla, cafés, tés de todos los colores, infusiones, zumos de fruta, batidos, sándwiches ingleses, bollería caliente y tartas.

¡No sabíamos que elegir!

Los peques fueron los menos atrevidos, fueron a una opción muy segura, al sándwich mixto, pero los padres…. uy los padres, los padres dijeron que si estábamos en Londres tomaríamos el típico té inglés, así que nos pedimos un completo.

Dos tés, surtido de sándwiches ingleses, pastas y hasta dos scones. ¡Uno para cada uno!

Aclaración de mamá: ¡Mira que he lo había comido veces, pero nunca he sabido el nombre! El scone es un dulce inglés, entre un bollo y una galleta que se sirve con mermelada con una especie de mantequilla, que por lo que me dijeron se llama algo así como… “clotted cream”.

Estábamos expectantes a que llegara todo a la mesa y cuando lo hizo… ¡Madre mía!, que maravilla, cada detalle cuidado al máximo. Los platos y las tazas preciosas y cada uno con un diseño, de esos que se venden en tiendas como Laura Ashley que denotan su tono inglés, las teteras, dos grandes teteras plateadas igualitas seguro a las que usan los Windsor. Y que decir de la bandeja de tres pisos en los que venían los sándwiches, las pastas y los scones.

 

Ya solo podíamos comenzar con la “Ceremonia del Té de las cinco”. Como nos íbamos a poner. 😊

Y llegó la pregunta del millón de Jorge… “mamá, ¿Quién inventó la hora del Té?”.

Ay madre… Esta ansia de curiosidad no pude saciarlo en el momento al 100%, la historia me sonaba de haberla escuchado en alguna ocasión, pero tengo que reconocer que cuando llegué a casa la busqué para cerciorarme de que no me había colado.

La explicación que di fue a grandes rasgos similar a la real, pero como ya se me la verdadera, a vosotros os doy la buena, para que cuando os pregunten vuestros peques o surja en alguna conversación, quedéis como unos campeones. 😉

Hay pocas referencias sobre el origen del “Té de las cinco” pero la mayoría de los historiadores afirman que fue Ladi Anna María Stanhope (7ª Duquesa de Bedford) que una tarde cualquiera de 1840 y tras despertarse de una pequeña siesta tras el almuerzo, sintió una sensación de vacío en el estómago que no le gustó nada.

Aclaración de mamá: En esa época en Inglaterra era costumbre no comer nada desde la comida hasta la cena.

Como esa tarde tenia una visita en casa, decidió pedir al servicio que preparasen unas tazas de te con pastas y sándwiches. La idea le gustó tanto que decidió imponerla como costumbre en su día a día.

Una de las invitadas a ese “Tea party” era la mismísima reina Victoria y como la idea le gustó tanto o más que a la anfitriona, el “afternoon tea” se convirtió en costumbre generalizada en la aristocracia. burguesía y no tardando en llegar a la clase obrera, siendo hoy una de las costumbres más características de los británicos.

Madre mía, que merendola nos dimos, No dejamos ni las migas, estaba todo TAAAAAAN RICOOOOOOO.  Eso sí, creo que hoy aún no he bajado todas las calorías ingeridas por mucha sesión de boxeo que haya tenido desde entonces. Jajajaja.

Después de hacernos la foto con la reina…

Nos fuimos a casa, no sin antes apuntar en nuestra lista de “sitios a los que repetimos seguro” Living in London ya que además de ser un sitio, hoy por hoy, único en Madrid, se come de maravilla.

De hecho, ya volvimos.

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¿Os animáis?

Si te ha gustado, ¿nos compartes?

Bs

Datos que os pueden interesar.

Dirección: Calle Núñez de Balboa, 76

OJO. En todas las reseñas que aparecen en internet aparece la dirección de Santa Engracia, 4 pero esa creo que ya cerró.

Horario: de 9.30 a 22.00

OJO. Aunque en las R.S.S pone que el domingo cierre, desde hace un mes abre también los domingos.

Recomendación: No es un local demasiado grande y se llena rápido. No se puede reservar así que, si vais en hora punta, id con paciencia 😉

Sitio web: www.livinginlondonshop.es

Estamos de vuelta!

Que nerviosas estamos… mañana sale nuestra primera entrada desde hace algún tiempo!

Antes de nada queríamos pediros PERDÖN por este parón en el blog (no en R.S.S).  Ambas hemos pasado una época un poco caótica con tema de niños, trabajos, obras en casa y alguna piedrita que te pone la vida en el camino, circunstancias que no nos permitían estar al 100% con nuestro proyecto y como a nosotras nos gustan las cosas bien hechas, preferimos frenar un poco y esperar a que todo volviera más o menos a la normalidad para volver a retomarlo con las mismas ganas que antes.

Pero bueno, ya está, mañana comenzamos con nueva temporada, nuevas aventuras, nuevas actividades y nuevas opciones para disfrutar con nuestros hijos.

¿Nos acompañáis?

Bs

Marta y María

 

De Madrid al cielo

Cuántos de vosotros no habéis soñado alguna vez con volar…. bueno, yo no demasiado pues soy una persona con mucho, mucho, mucho  vértigo.  Jajajaja soy de esas que va al teleférico con sus hijos y se pone unas gafas de espejo para que no vean que voy con los ojos cerrados.

Pero a lo que íbamos… Seguro que muchos/as de vosotros, o vuestros peques habéis soñado con ser alguna vez como “Superman”, ese personaje que saca su capa, alza el puño hacia el cielo y sube flotando hasta el infinito. Tengo que deciros que salvando las distancias este deseo no se tiene porque convertir en frustración, desde hace relativamente poco se puede cumplir. Una vez más el hombre ha superado a la naturaleza y lo ha conseguido.

Desde hace  relativamente poco, el sistema que se ha usado por los paracaidistas profesionales para entrenar sus saltos se ha adaptado para que cualquier persona que tenga entre  5 y  100 años pueda experimentar la sensación de volar y sentirse como un pájaro.

Y esto, ¿Cómo funciona, en qué consiste?

Podéis imaginar que el mundo del paracaidismo no es uno de mis fuertes, nunca me había parado a pensar si entrenaban o se lanzaban al vacío directamente.  Así que cuando vi que existían este tipo de actividades para niños (para toda la familia) me puse a investigar un poquito en qué consistía.

Se trata de un cilindro vertical de aproximadamente 20 metros de altura y 4 de ancho, donde se suelta un flujo de aire que puede variar entre 180 y 300 kilómetros por hora, que dependerá de las condiciones físicas y habilidades deportivas que tenga el aspirante.

Después de leer esto la idea me atraía, pero me quedé un poco inquieta, soy aventurera pero no inconsciente. Si llevo a mis peques a un sitio como este habrá alguien supervisando el percal, ¿no?

Tranquilos… La actividad siempre se hace bajo la supervisión de profesionales certificados que antes de entrar en el túnel dan siempre unas nociones básicas para disfrutar al máximo la experiencia.

Ahora sí, una vez comprobada la seguridad de la aventura podía proponérsela a la familia. Y fue en las navidades del 2016 cuando nos estrenamos en esto de volar……

Buscando por internet descubrí que En Madrid hay hasta tres empresas que se dedican a volar:

*Madrid fly.

*Hurricane factory.

*Windobona.

Nosotros elegimos el tercero, por nada en especial, simplemente en ese momento la opción de niños estaba mejor.

Consejo 1 de mamá previsora: Este tipo de actividad es mejor reservarla con tiempo no vaya a ser que vayáis y os encontréis con 10 personas delante y os toque esperar, con peques esa espera se puede convertir en un calvario de preguntas y comentarios de que se aburren etc.

Consejo 2 de mamá previsora: Si tenéis hijos tímidos (como los míos) es mucho mejor reservar la primera hora, así se sentirán menos observados y evitareis una posible situación de… “yo no vuelo, que hay mucha gente”, lo digo por experiencia… ☹

Consejo 3 de mamá previsora: Toda la indumentaria va incluida en el precio, pero no olvidéis llevar zapatillas de deporte.

Yo, como mamá “hiper-mega previsora” compré las entradas con un par de semanas de antelación y a primera horita… mis peques aún eran de los que madrugaban todos los días como si fueran lunes, así que podíamos aprovechar esas horas que nadie en su sano juicio estaba activo.

La cita la teníamos a las 11.00 pero era necesario estar una hora antes para registrarnos, vestirnos, conocer a quien iba a ser nuestro instructor y que nos daría las nociones básicas para un primer vuelo, así que a las 10.00 ya estábamos cruzando la puerta.

Los niños estaban super nerviosos y yo la verdad es que yo un poquito también, en esta ocasión solo había cogido un bono para ellos dos y me preocupaba un poco que no congeniaran demasiado con el monitor. Pero tuvimos suerte, nos tocó Benjamín un argentino encantador que rápidamente se los metió en el bolsillo.

Tras vestirnos con el mono típico de vuelo (meno mal que yo no, hay que tener un cuerpecito perfecto para que eso te quedara bien 😊) fuimos al aula donde Benjamín les dio las nociones básicas para el vuelo y los gestos que tenían que hacer con las manos para ellos entenderse en el túnel.

Aclaración de mamá inexperta que pregunta todo lo que no entiende: Con la velocidad que corre el viento dentro del túnel, el hablar y escucharse es imposible así que aprender tres o cuatro gestos básicos es importante para tener un vuelo perfecto.

Ya estábamos listos para volar, ahora solo tocaba esperar a que nuestros nombres aparecieran en las pantallas como siguiente volador.

Fueron escasamente cinco minutos, pero a los peques se les hicieron eternos… menos mal que lo matamos poniéndose los tapones, las gafas y el casco.

Casi sin darse cuenta ya estaban dentro del túnel a la espera de poder entrar.  Nosotros desde fuera estábamos alucinados con el chico anterior, era fascinante como controlaba cada uno de los movimientos y las acrobacias que llegaba a hacer junto a su instructor.

Ya no quedaba nada y la cara de Jorge me iba avisando que probablemente ese día no iba a estrenarse en esto de volar. Jajaja.

 

Tras una exhibición de como se las gastaba nuestro instructor dentro del túnel en la que disfruté como una enana con tanta pirueta…

¡LLEGÓ LA HORA! Benjamín metió a Lucia en el túnel y ¡ZAS, Mi bicho grande volaba!

Los vuelos eran de escasamente de un minuto, pero se la veía disfrutar. Segundo a segundo, a medida que Lucia iba cogiendo confianza, Benjamín iba soltándola un poquito, primero la agarraba por la cintura, después por los hombros y finalmente por las manos.

La cara de Lucia (además de estar un poco deformada por el viento) era de felicidad, me encantó verla así pues suele ser una niña muy prudente, a veces incluso en exceso, característica qua la frena muchas veces a hacer cosas, pero en esta ocasión no, en esta ocasión se lanzó y estaba disfrutando.

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El minuto terminó y llegó el turno de Jorge, pero como venía sospechando desde hacía un ratito, el bicho pequeño no se atrevió. Pobre, se le veía con una encrucijada interior de por una parte le apetecía a morir, pero por otra su “osadía” le jugó una mala pasada. ☹

 Que no, que no, que no… Benjamín lo intento en varias ocasiones y nosotros desde fuera hasta le sobornamos con algo que ahora mismo no me acuerdo. Pero nada de nada, que no subía y que no… La única que estaba feliz era Lucia ya que, si él no volaba, su tiempo en el aire se doblaba.

Y así ocurrió, Lucia entró en el túnel hasta cuatro veces y en cada una de ellas se sentía más cómoda y suelta, verla así fue lo único que me consoló de la pena que Jorge no disfrutara de esta experiencia, estaba segura de que se iba arrepentir enseguida y así fue. ☹

“Mamá, que sensación más chula, así se tienen que sentir los pájaros cuando los vemos volar sobre nuestras cabezas. Mamá la próxima vez tenéis que hacerlo vosotros, es divertidísimo, he intentado reírme un montón de veces, pero el aire no me dejaba”  

YO, como mamá sorprendida en el cambio de papeles de mis hijos (Jorge suele ser el valiente y que todo le da igual, mientras lucia suele ser la más parada) la pregunté si no había tenido vergüenza, el túnel está en medio de la sala, junto a la cafetería y todo el mundo que esta esperando te mira. Pero ella me contestó…. “Mamá, eso se te pasa en el primer segundo, desde que Benjamín te invita a entrar y te recuerda la postura (tumbada con barbilla hacia arriba) tienes que estar más atenta a eso que a la gente, además, con las turbulencias que sentía en mi cuerpo solo veía cabecitas borrosas a mi alrededor, jajaja”. Toda esta parrafada sin parar de reír.

Fueron escasamente cuatro minutos y viéndolo así puede parecer poco para el precio que se paga, pero os puedo asegurar que para los peques es más que suficiente, aun es hoy dos años después, que me recuerda esos cuatro minutos fantásticos volando sobre la cresta del viento.

Al terminar la experiencia la salida de cada uno de los cuatro miembros de esta familia fue totalmente diferente.

Lucia salió encantada con su diploma que guarda en nuestro álbum de recuerdos familiares con mucho orgullo y con el que quiso fotografiarse a la salida.

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Jorge salió enfadado, quería haberse montando y antes quitarse el caso se estaba arrepintiendo. “Mamá vamos a volver, que ahora si me monto, te lo prometo”

*No hay foto del momento, no me dejó.

Y Manu y yo…… por una parte alucinados de como nuestra hija se había lanzado a la aventura sin ningún tipo de reparo. Por otra parte, un poco tristes porque sabíamos que el enano en el fondo tenia ganas de intentarlo y estaba enfadado consigo mismo por no haberlo hecho. Y por otro lado… MUERTOS DE ENVIDIA con la experiencia, tanto que a la siguiente nos prometimos que nos apuntábamos nosotros también.

Con la vida del día a día lo hemos ido dejando, pero ahora que Jorge ha crecido un poco ya le estamos dando vueltas para coger un bono familia y a ver lo que pasa. Cuando ocurra, prometo foto.  😊

Os dejo aquí el enlace de Windobona para que veáis las diferentes opciones que tienen… vuelos individuales, vuelos en grupo, cursos de iniciación o perfeccionamiento. ¡Ah! No se me puede olvidar deciros que hasta organizan cumpleaños

Venga, ahora decidme que después de leer esta entrada no os pica, aunque sea solo un poquito, la curiosidad de cómo será…. 😉

Bs

 

 

 

 

El desierto de Madrid

Yo trabajo en impuestos y para mi, hay ciertos periodos en el año que tengo que hacer verdaderos malabares para conseguir cuadrar mi vida familiar con el trabajo.

Octubre es uno de esos meses y éste en especial, Jorge se ha apuntado al equipo de baloncesto del cole y aunque estoy encantada con ello, es algo que ha complicado un poquito más si cabe mi horario laboral. Si a esto le sumamos las maravillosas innovaciones de nuestro Ministro de Hacienda que suponen más obligaciones fiscales para los contribuyentes…  mi conciliación es casi un encaje de bolillos jajaja.

En fin, todo esto para decir que Octubre no es un mes muy activo a la hora de hacer cosas en familia, algo que me da mucha rabia, sobre todo en estos días que aun contamos con el buen tiempo y que ya echaremos de menos cuando llegue el frio y la lluvia. Pero ya sabéis que una no es capaz de estar quieta, siempre tengo un as escondido en la manga y aunque sean planes cortitos, alguno se está haciendo.  😉

El año pasado Jorge estudió los climas del mundo y le sorprendió bastante el tema del desierto, de como un sitio tan árido y con tan poca agua como ese podía tener árboles, plantas e incluso esas cosas llamadas “Oasis”.

Ya sabéis que soy de esas personas que cree que todo se aprende mejor de una manera divertida y experimentándolo uno mismo, por eso comencé a buscar (sin prisa alguna) alguna actividad que me ayudara a explicar esto del desierto. Refresqué la idea de visitar con los peques el “Jardín Botánico de Madrid, (destino que desde hace mucho tiempo está en mi lista de pendientes, pero que aún no he conseguido ir) pero rápidamente se  volvió a colocar en el cajón de ciencias de mi memoria al descubrir  un plan que se adecuaba al 100% en  mi búsqueda  y que se encontraba a tan solo 25 kilómetros de casa.

DESERT CITY….es un alucinante jardín botánico de cactus y plantas xerofíticas.

Inciso de mamá ignorante: ¿y qué es eso de “plantas xerofíticas”? Reconoced que la mayoría se ha quedado igual que yo a leer esta palabra un poco complicada de pronunciar….

“Mamá, mamá. que es eso de plantas Xerofíticas?

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(foto: http://thecreativejunkie.com)

Pues para  que vayáis con la lección aprendida y quedéis como unos campeones delante de vuestros peques os diré que no son más que aquellas plantas que han conseguido evolucionar de tal manera que son capaces de adaptarse a condiciones de aridez y sequía, absorbiendo, reteniendo o impidiendo la pérdida del agua. (Toma ya jajaja)

Desert City. Es un espacio dedicado al culto del cactus, (de las 400 variedades de especies xerofíticas que hay, 250 son cactus) en el que merece la pena perderse un rato y pasear sin prisa, enseñando a grandes y pequeños un proyecto tan bonito y a la vez ecológico.

Pero que es una entrada de Marta sin un poquito de historia… 🙂

Desert City es mucho más que un jardín botánico. Tal y como ellos cuentan en su web, son un vivero especializado en Xeropaisajismo, en el que cultivan, exponen, investigan y venden plantas con estas características.

La creadora de este sueño es Mercedes García, farmacéutica de profesión y enamorada de este tipo de plantas desde siempre. Las estudió minuciosamente durante años, viajando por los cinco continentes y de los que siempre traía una planta nueva.

Su pasión la llevó a estudiar ingeniería agrónoma a los 45 años y aunque siempre ha estado ligada a su profesión de farmacéutica decidió empezar con esta aventura, un proyecto en el que se crean paisajes con plantas que necesitasen poca agua, buscando siempre la sostenibilidad del planeta.

Curiosidad de mamá: ¿Sabías que un jardín de este tipo puede llegar a ahorra un 80% de agua? Por eso a este tipo de plantas se les llaman los “camellos” del reino vegetal.

Ahora sí, ahora ya estáis preparados para comenzar la visita…

Hace un par de domingos, mientras mi compi Maria estaba recogiendo castañas… (creo que os contará su experiencia próximamente) decidimos llevar a los peques a desayunar fuera de casa. Han abierto un nuevo “Mamá framboise” cerca de mi oficina (pastelería fetiche de mis peques y de la que ya hemos hablado aquí un par de veces 😊 …. 1 y 2) y desde que se enteraron insistían en ir.

Después del desayuno no querían volver a casa y la verdad es que yo tampoco, así que encontré la excusa perfecta para visitar este Oasis de Madrid.

A pesar de que está en la vía de servicio de la carretera de Burgos, nos sorprendió que al aparcar no se oía ni un ruido y parecía que entrabamos en un verdadero desierto.

Nada más cruzar la puerta de entrada nos encontramos «el vivero», un espacio super luminoso y amplio en el que pudimos descubrir multitud de cactus y otras especies divididos en función del continente de donde eran originarios.

Norte América, África, Sudamérica, Oceanía y Asia.

Aquí conocimos a unos “tipos” super chulos….

*La pata de Elefante.

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*El “Echinopsis pasacana”. El cactus más longevo del centro, un cactus que mide más de 6 metros, de más de 90 años y que pesa cuatro toneladas.

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*El” Ferocactus” o “cactus salvaje” que es el favorito de Mercedes.

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*El “cephalocereus” o “cabeza de viejo”, que crece muy lentamente, que puede llegar a medir hasta 10 metros de altura y que puede vivir hasta 200 años.

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*El cactus que puede soportar hasta los -22 grados centígrados.

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*EL cactus que más piensa.

*La planta del incienso. (¡Realmente huele a incienso!)

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Y descubrimos cosas tan interesantes como…

*Que los cactus pueden llegar a vivir entre 300 y 400 años.

*Que a los cactus solo hay que regarlos desde primavera a otoño, nunca en invierno.  Hay que regarlos en función de la temperatura que haga y haciéndole “creer” que sigue en su lugar de origen.

*Que muchas de las plantas que viven en zonas áridas y secas del planeta se adaptan perfectamente al clima de Madrid.

*Que los cactus han desarrollado sus espinas por protección.

Nos quedamos con ganas de más, así que junto a “Pincho Rancho” nos dirigimos al Jardín botánico, toda una aventura que tardaremos en olvidar por sus caminos, que nos llevaron desde la Toscana, pasando por Sonora (México), Guajira, el desierto de Tabernas o Arizona, terminando en un Oasis y por las cosas curiosas que aprendimos en cada uno de ellos.

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Comenzamos en ARIZONA. Una zona donde vimos cactus de diferentes colores y formas y que está compuesto por tres colinas separadas por lo que parece el Gran Cañón del Colorado.

Curiosidad de mamá: En este paisaje descubrimos que unos cactus que tienen forma esférica se llaman “asientos de suegra”, pero ya os decimos desde aquí que uno, no se puede sentar en ellos… ¿Quién les habrá puesto este nombre? Jajaja.

 

Casi sin darnos cuenta cruzamos al OASIS. Tal y como nos lo imaginábamos este espacio emanaba tranquilidad, con palmeras, colores verdes y agua resbalando entre las piedras. Nosotros no tuvimos suerte ya que había mucha gente, pero si vais un día que haya poca y os concentráis, podéis llegar a percibir un cierto olor a menta o melisa.

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TABERNAS. A diferencia del resto de zonas, es un espacio minimalista, con poca vegetación y en el que su punto de interés es una lámina de agua en la que, según a la hora a la que vayas, se puede ver reflejadas cada una de las plantas que la bordean.

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Curiosidad de mamá: En este paisaje volvimos a coincidir con “cabeza de viejo” o viejito” que lo llaman así por el pelo blanco que le cubre.

TOSACANA. Un jardín italiano en el que vimos olivos, granados y lavanda.

Curiosidad de mamá: En este paisaje hemos descubierto que en España tocamos a 6 olivos por persona, esto quiere decir que ¿en España tenemos unos  300.000.000?

GUAJIRA. Un paisaje que atraviesa el jardín y que cuenta con plantas del mediterráneo. Es una zona con sombras en la que crecen diferentes especies adaptadas a este entorno.

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Una zona que cuenta con el «SHOOT POINT»,  punto estratégico para cualquier «instagramer»  o amante de las redes sociales que se tercie, ya que  según dice el cartel.. «está comprobado que las personas que comparten fotos desde este lugar, consiguen más likes».

Y si en el invernadero descubrimos cosas super curiosas aquí también….

*¿Habíais oído alguna vez que, si colocas un cactus cerca del ordenador, éste te defiende de las radiaciones malignas que el aparato emana? Yo no lo había oído, pero tengo que deciros que solo es una leyenda urbana. 😦

*¿Sabíais que hay plantas xerofíticas que purifican el aire?

*¿Sabíais que, a diferencia del resto de plantas, con el cactus si puedes dormir en la habitación?

*¿Sabíais que hay algún cactus que puede llegar a absorber más de una tonelada de agua?

*¿Sabíais que al Aloe vera es una planta xerofita?

Nos lo pasamos genial y no puedo decir otra cosa que fue un rato super divertido, con los enanos corriendo de un lado a otro buscando las pistas “Pincho Rancho”.

Aunque fue una visita corta, Desert City en un sitio que merece la pena conocer. Al estar cerca de Madrid cualquier momento es perfecto para acercarse hasta allí, una mañana de domingo que quieras salir un rato con los peques, un viernes por la tarde que no os apetezca meteros en casa después del cole o incluso un sábado por la tarde después de una merienda fuera de casa.

Jorge ya tiene mucho más claro cómo es posible que haya plantas en la arena del desierto gracias a esta visita y de la manera que a mí me gusta… divirtiéndose y viéndolo en primera persona.

Ahora os toca a vosotros,  ¿os animáis a conocer un poquito más sobre el cactus y sus amigos?

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Bs.

Algunos datos que os pueden interesar…

*La visita al centro es gratuita.

*Abre todos los días de 10.00 a 20.30.

*Se aceptan mascotas.

*El parking es gratuito.

*Durante el fin de semana hay visitas guiadas (11,12,13 y 17.30)

*Realizan talleres y actividades para niños muy divertidas (consultar en su página web)

*Para cualquier consulta adicional… www.desertcitiy.es

Mamá, ¡un bicho!

Con el buen tiempo, durante los fines de semana que me quedo en Madrid, me gusta  hacer alguna excursión en familia por algún sitio cerca.

Algunas nos han gustado tanto o hemos comido tan bien que solemos repetir y El Escorial es una de ellas. No os preocupéis, no os voy a remitir a la entrada que hicimos en su día, esta vez os vamos a contar un motivo más  por el qué tenéis que acercaros a este sitio mágico y que tanto a mi familia como a mi nos gusta tanto.

En alguna ocasión cotilleando por “San google” leí, que justo a la entrada de San Lorenzo del Escorial habían abierto un museo de insectos, un museo de esos que apetece ir con los peques, en los que se descubre cosas y se aprende de una manera divertida.

Insectpark, que es así como se llama, no es el típico museo en el que se ven miles de «bichos» en urnas con un alfiler con su nombre, todo lo contrario, es un espacio en el que sus creadores, han querido buscar el atraer la atención de grandes y pequeños, contándonos su lado más divertido y curioso.

Pero… ¿Qué es insectpark?

Insectpark es un centro de Naturaleza donde se puede descubrir los secretos mejor guardados de la fauna más “pequeña” en cuanto a su tamaño que vive en los diferentes ecosistemas del planeta.

Y… ¿Quiénes son sus creadores?

Insectpark es una idea de Pedro y Paloma, que tras recorrer el planeta durante años en busca de todo tipo de insectos y arácnidos, quieren compartir sus conocimientos con todo los que quieran visitar su centro.

Ya sabéis que soy muy “cotilla”,  he intentado conocer un poco más sobre la vida de estas dos personas y tengo que decir que he descubierto más sobre él que sobre ella. Pedro comenzó con su curiosidad por estos pequeños “bichitos” gracias a su abuelo, que le llevaba de paseo durante los veranos de su niñez y con el que se pasaba las horas persiguiendo mariposas.

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(foto: http://www.todoescorial.com)

Se puede decir que el origen de su colección comenzó ya durante esos años, cuando comenzó a guardar  los bichitos que le resultaban más curiosos. Esta  afición nunca cesó y ya de más mayor se dedicó a realizar expediciones científicas en busca de nuevos tesoros. Así, hasta conseguir la extensa colección que se puede ver aquí.

En cuanto a Paloma he descubierto que se ha dedicado durante años al estudio y a la reproducción de reptiles, participando también en expediciones científicas en lugares tan remotos como Borneo o Mauricio.

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(foto: http://www.insectpark.es)

¿Dónde se encuentra Insectpark?

Este centro está ubicado en un sitio precioso de la sierra, en el kilometro 5.800 de la carretera M-600 entre Guadarrama y San Lorenzo del Escorial. No tiene perdida ya que esta justo en el área recreativa del Tomillar.

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(foto: http://www.onsectopark.es)

Y ahora que tenéis todos los datos importantes… ¿Nos acompañáis a esta nueva aventura?

Salió un sábado con sol, de esos en los que aún no hacía demasiado calor pero en los que apetece salir de casa.

Ya habíamos comprado las entradas por internet, así que en cuanto entramos ya nos estaban esperando… 🙂 también esta enorme mantis de la que necesitamos unos segundos para recuperarnos del susto jajajaja.

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La chica de recepción era un encanto y nos explicó que Insectpark cuenta con cinco salas.

*Dos de ellas están dedicadas a especies vivas.

*Otra dedicada a una extensa colección de mariposas.

*Otra que está reservada para insectos naturalizados, distribuidos de una manera especial para que se pueda aprender sobre biodiversidad del planeta un poco más científica

*La última, con una colección de insectos de todo el mundo agrupados por temáticas.

Y allí que fuimos……

1 SALA. Veo, veo…

No era un sala muy grande pero si divertida. 🙂 En ella pasamos un buen rato descubriendo donde estaba un insecto palo o uno corteza.

En esta sala se quiere enseñar la capacidad de integración de ciertos insectos con el medio ambiente y en ella aprendimos que ese camuflaje y la inmovilidad son técnicas que muchos de estos bichitos usan para hacerse invisibles frente a sus depredadores.

2 ZONA mariposas ibéricas.

Aquí aprendimos un montón de cosas… sobre todo de las  diferentes clases de estos bellos insectos que viven en nuestro país.

Mis peques pasaron un buen rato en este pasillo  leyendo cada uno de los carteles explicativos con el que se cruzaban.

Observación de mamá: Me pareció una idea súper práctica el separar la información de cada comunidad autónoma por paneles, hacen la visita más atractiva para los peques y sin avasallarles con demasiada información.

Aunque es cortita esta sección, aprendimos un montón…

*Que Las mariposas tienen una vida muy corta pero muy activa. Comienzan en un huevo, después pasan a oruga, luego a crisálida y finalmente llega a adulta.

*Que las mariposas son uno de los indicadores con el que se demuestra la buena salud de un entorno y que desgraciadamente en los últimos 20 años ha disminuido tanto que hasta es difícil encontrarlas.

*Que las mariposas necesitan su carnet de identidad para poder viajar.

*Que las mariposas necesitan también un espacio silvestre en el que desarrollarse y que con nuestro progreso les estamos privando de él.

*Que los políticos ya han comenzando a elaborar programas de conservación alarmados por los innumerables avisos que los científicos están dando.

3 SALA. Curiosidades de los insectos.

Una sala muy divertida en la que han clasificado los insectos según sus categorías y en la que los peques lo pasaron en grande descubriendo los que parecían joyas, los barrenderos, los transparentes, los que pueden picar, los que se asemejan a guerreros medievales, las mariposas bañadas de colores metalizados o incluso algunos que con sus lanzas pican y son venenosos.

4 SALA. Bichos espeluznantes.

Tengo que reconocer que al 50% de la familia nos costó entrar en esta sala. Lucia tiene fobia a las arañas y tuvimos que arrastrarla casi literalmente para seguir con la expedición.

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En esta sala solo hay arácnidos, peludos y muy, muy, muy grandes. Ellas también se escondían como en la sala Veo, veo y pasamos un buen rato descubriendo sus escondrijos.

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3 SALA Biodiversidad inmensa.

Una sala  un poco más científica en la que se explica por qué son como son debido a su evolución  y adaptación al medio.

Las vitrinas están con cristales “lupa” que permiten ver a los bichitos más “GRANDES”  y con todo lujo de detalles. 🙂

Pero desgraciadamente, como toda actividad divertida, ésta, también llegó a su fin. Salimos encantados, fue una visita corta pero intensa, divertida y educativa a la vez. El plan perfecto para un domingo por la mañana que os apetezca salir de Madrid, pero sin necesidad de hacer demasiados kilómetros…. Un día en el que pasear por San Lorenzo del Escorial, El Valle de los caídos y conociendo Insect park… Ala, que os he hecho una ruta sin quererlo jajajaja.

Por cierto… justo delante de Insectpark hay un merendero fantástico con juegos para niños, ideal para hacer un picnic en familia. Pero si sois un poco tiquismiquis como yo, no os preocupes, también hay un restaurante llamado “Tomillar” al lado.

En resumen. Después de lo que hemos aprendido en esta visita tengo que decir que casi es una actividad obligada para ir con nuestros peques. Estamos hartos de ver campañas de protección del oso pardo o del lince ibérico, pero no somos conscientes de que también tenemos que intentar salvar a estos bichitos, sin ellos ninguno podríamos sobrevivir.

Dicen las estadísticas que los insectos suponen un 77% de los animales que están con nosotros en el mundo pero que solo se conocen la quinta parte y visto el ritmo que llevamos, nuestros peques no llegarán a conocer de la existencia de muchos de ellos.

Así que…. ¿Qué mejor excusa, para enseñárselos ahora que siguen entre nosotros?

No puedo terminar este post sin decir… “Gracias Insectpark por permitirnos conocer este pequeño gran mundo”

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Bs

Datos de interés

Página web. http://insectpark.es/

Horarios de apertura.

Lunes a viernes de 10:30 a 14:30

Sábados de 10:30 a 14:00 y 16:30 a 19:30

Domingos de 10:30 a 14:30

Lunes cerrado.

Se pueden concertar visitas guiadas para grupos

Tienes talleres y actividades para niños que se anuncia en la web.

Y ahora que llega el verano hacen salidas nocturnas para conocer a la estrella del museo, la mariposa isabelina.

 

Barbie, más allá de un juguete.

Cuando por casualidad me enteré de había una exposición de Barbie en Madrid no lo dude ni un momento. ¡Qué ilusión enseñar a mis peques la historia de una de las muñecas que me acompañó durante parte de mi infancia!

Desgraciadamente de los juguetes de mi niñez, entre mudanzas, legados a mi hermana etc… pocos son los que aun siguen en mi poder. L Por eso cuando se lo comenté a Lucia (y eso que ella ha sido más de “Monster High” aunque alguna Barbie tiene) no dudó ni un segundo en acompañarme, quería ver cómo eran las muñecas con las que jugaba mamá.

Comentario de mamá orgullosa: OJO que el enano también quiso venir a esta visita tan “rosa”.

Ya sabéis lo “maniática” previsora que soy y antes de nada intenté comprar las entradas online, Chasco, no había esa posibilidad,  por lo que el día que eligiéramos para nuestra “Barbie” aventura teníamos que elegirlo minuciosamente. A la muestra no le han dado excesiva publicidad pero es de sobra conocido  la cantidad de admiradores y coleccionistas que tiene esta icónica muñeca, ¿verdad?,  si a eso le añadimos que la entrada es gratis….  el miedo a encontrarnos una cola lo suficientemente larga que nos obligara a volver otro día no nos atraía nada.  😦

Así que aprovechamos uno de esos días raros en los que la mayoría de  coles tenían clase y nosotros no. Un lunes cualquiera del mes de Febrero,  mami trabajadora salió “puntual” del trabajo (cosa rara en mí 🙂 ), recogió a los súper niños de casa de la abuela y juntos fuimos hacia nuestro Objetivo… “el maravilloso mundo de Barbie”.

Consejo de mamá: La exposición está en la fundación Canal (plaza Castilla) pero no se entra en el lado de Castellana si no por la entrada de la calle Mateo Inurria.

Nuestros cálculos no habían fallado, la entrada estaba vacía y no tardamos nada en entrar.

Lucia iba emocionada, solo había que ver su cara… (La mía no se ve al ser la fotógrafa jajajaja)

Tras bajar las escaleras de la entrada ya vimos el enorme cartel con letras rosas que nos indicaba el principio de esta  aventura.  438 piezas, separadas en ocho secciones diferentes, que  buscan enseñar a grandes y pequeños la historia y evolución de esta icónica muñeca.

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Tengo que reconocer que en esta ocasión no tenía muy claro que es lo que me iba a encontrar, si, muñecas, pero al no ser una fanática del tema poco podía contar a los enanos que se saliera del tópico de la muñeca que desde su nacimiento en 1959 ha sido capaz de transmitir a la sociedad valores tan importantes como el de la igualdad, el respeto, la amistad, la integración racial  o la educación.

Por eso esta visita no ha sido “normal”….  Mamá no enseñó a los peques anécdotas y curiosidades sobre el tema, en esta ocasión los tres aprendimos a la vez.  🙂

¿Nos ponemos en marcha?

Primera parada…  “Barbie evolution”, donde aprendimos la cantidad de cambios que ha experimentado Barbie durante todo este tiempo, algunos han sido leves y tan sutiles que solo los más expertos pudieron apreciarlos y otros que fueron más notables, pero siempre sin romper con su origen.

Pero para una madre cotilla como yo, lo que más me gustó descubrir  fue el origen de la muñeca. Allá por los años cincuenta, Ruth, una mamá normal, como tú y como yo, (bueno… también era cofundadora de la empresa de juguetes Mattel) estaba cansada de ver como su hija solo podía jugar a ser mamá con muñecos que parecían bebes y que la única manera que tenía de jugar  a ser mayor era vistiendo y desvistiendo a muñecas de papel que imitaban a actrices y modelos.

En un primer momento Mattel rechazó la idea y en un viaje familiar a Alemania, Ruth descubrió una muñeca llamada Lilli que tuvo tanto éxito que había traspasado las fronteras y llegado incluso a EEUU. Mattel compró los derechos de esa muñeca y comenzaron a fabricar una nueva de escasos 29 cm, con una edad poco definida (podía ir desde la adolescencia hasta los veintitantos), que se podia vestir y peinar, permitiendo jugar, no solo a ser mamá, si no a cualquier cosa que la imaginación de una niña pueda llegar a crear.

Fue en marzo de 1959 cuando la primera Barbie, (nombre que se le dio en honor a la hija del matrimonio) se da a conocer en la “Feria del juguete de Nueva York” y a partir de aquí no ha hecho más que crecer….

Alguna curiosidad más….

*El verdadero nombre de Barbie es Barbara Millicent Roberts.

*El novio de Barbie, Ken, también está inspirado en otro de los hijos del matrimonio.

*En 1967 nació su amiga Francine, primera muñeca de color, pero hubo que esperar a 1980 para ver a la propia Barbie negra o con rasgos hispanos.

*En 1960 Barbie llegó a la luna, cuatro años que el propio Neil Amstrong.

*En España tuvimos que esperar a 1978 a que Barbie llegara a nuestras tiendas.

*En los años 90 Barbie fue la primera mujer presidenta de EEUU.

*En 2016 Barbie nació con nuevas formas físicas… tall, pettite y curvy.

*En 2016 y con motivo del lanzamiento de su última película “Barbie aventura en el espacio”, Barbie hizo su primer viaje “real” al espacio y, además, desde España.

Segunda parada…. “De modelo a fashionista”. Aquí pudimos comprobar la relación que siempre ha mantenido esta muñeca con la moda y los infinitos complementos creados por la marca para ella, que se pueden comprar por separado, para cualquier ocasión que le pueda surgir. 😉

Tercera parada … “La familia de Barbie” donde conocimos a todos aquellos personajes que le han acompañado a lo largo de los años. (primos, hermanos, novio…)

Comentario de mamá: Me desilusionó un poco el escaso material que hay sobre Ken en la exposición; Jorge lo espera con ganas, pero se quedó en eso, en las ganas…

Cuarta parada …“Barbie, ciudadana del mundo”. Parada obligada para nuestro trio de descubridores. Aquí nos encontramos a todas esas muñecas con los rasgos, vestidos y accesorios de las diferentes partes del mundo.

Pasamos un buen rato buscando a la Barbie Italiana, la holandesa, la rusa o como no, la nuestra, la Barbie española. 😊

Justo en la vitrina de enfrente, se encuentra la quinta parada de la exposición, “Puedo ser…” en la que se exponen más de 100 profesiones que ha tenido Barbie a lo largo de su vida.

Confesión de mamá: la parte que casi menos interés no causó fue la llamada “silkstone Barbie Dolls”, donde se recopilan algunas piezas de colección fabricadas en un material parecido a la porcelana.

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La Séptima y octava parada nos enamoraron, sobre todo a Lucia y a mí. “Barbie en la pasarela” donde a lo largo de un pasillo pudimos ver a Barbie vestida de diseñadores tan conocidos como Christian Dior, Armani o Calvin Klein.

Y “Barbie y la cultura” en la que pudimos ver a esta famosa muñeca emulando a personajes históricos tan importantes como Cleopatra o Isabel I de Inglaterra, famosos cantantes como Cher o Jennifer López e incluso a actrices tan famosas como Audrey Hepburn o Marilyn Monroe.

Después de esta visita que se nos hizo corta, podemos decir que Barbie se ha ganado a pulso ser la muñeca más famosa del mundo. Fue un juguete pionero por ser la primera muñeca infantil con aspecto de mujer. A lo largo de sus más de 55 años ha sabido adaptarse a la estética, a las situaciones y a la moda de cada época. Ha sido vestida por los mejores diseñadores del mundo, e incluso ha sido protagonista de diferentes dibujos animados, películas o series de televisión. ¿Qué más puede pedir?

Solo nos queda decir que si os animáis a esta “Barbie aventura”

*Tenéis de plazo hasta el día 2 de mayo de 2017.

*Que la entrada es gratis.

*Que los horarios son (laborables y festivos) de 11:00 a 20:00, salvo los miércoles que cierran a las 15:00.

OJO, un consejo tengo que dar: Las vitrinas son un poco altas, así que no es una exposición para ir con carritos….

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Ahora sí, tenéis todos los datos. ¿A qué esperáis para ir?

bs

 

Una escalera en el agua.

Ramón, mi profesor de tenis llevaba tiempo  diciéndome que a mí, que me gusta salir de Madrid y conocer cosas bonitas, no podía perder la oportunidad de conocer uno de los pueblos más escondidos de la provincia de Guadalajara  y a la vez, uno de los más bonitos de España. Así que aprovechando uno de esos fines de semana de Diciembre  en el que un sol radiante invitaba a estar fuera de casa no lo dudados y nos fuimos a la aventura.

Salimos prontito por la mañana, nuestro destino está a unos 130 kilómetros de Madrid y algunos de ellos pasan por carreteras comarcales, así que aquí va el primer consejo de mamá precavida: Tomaos el viaje con calma, no hay prisa y el paisaje bien merece la pena disfrutar.

Pero este primer consejo se tiene que completar con el segundo: El pueblito al que vamos es uno de los más visitados en la zona, sobre todo en primavera, así que no os retraséis en salir ya que en el pueblo está prohibido pasar en coche (algo que se agradece) y aunque habilitan un parking gratuito durante los fines de semana, se llena rápido.

Sobre las 11.30 y después de alguna curva que otra comenzamos a ver nuestro destino al fondo del paisaje. Un cartel que ponía  “Valverde de los Arroyos, uno de los pueblos más bonitos de España” nos recibió en la entrada y la verdad, es que solo habiendo echado un vistazo general ya nos dijimos que no se equivocaba.

Este pequeño municipio que apenas llega a los 100 habitantes censados, se encuentra en las faldas del Pico Ocejón en la sierra de Ayllón y a medida que te vas acercando sientes como, a pesar de no estar lejos de Guadalajara o incluso de Madrid, es un pueblo que gracias a su situación entre montañas parece en cierta manera oculto al resto, algo que creo le ayudado a mantener su identidad y esencia a lo largo de los años.

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(Foto: Wikipedia)

Valverde de los Arroyos al igual que Patones, (del que ya os hablamos aquí)  pertenece a esos pueblos denominados de “Arquitectura negra” que se caracterizan sobre todo por  la pizarra usada en sus construcciones.

casas con habitaciones pequeñas, grandes chimeneas y  paredes gruesas  cubiertas de ese material de color negruzco  surgen por la necesidad de los habitantes de estos pueblos para protegerse del clima tan extremo que tienen durante los inviernos.

Curiosidad de mamá: ¿Sabíais que este tipo de pueblos que se encuentran en la sierra de Guadalajara están en proceso de declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO?

Una vez aparcado el coche nos pusimos a caminar y a escasos metros ya nos topamos con la Plaza mayor del pueblo, plaza muy cuidada con una gran fuente en el centro que me recordó a los típicos pueblitos de montaña suizos.

Valverde es un pueblo chiquito que no se tarda en recorrer.  Rodeado de naturaleza,  envuelto en silencio que solo se rompe con el sonido de algún pájaro o ráfaga de viento, con sus chimeneas humeantes para calentarse del frio y dentro de un escenario de pequeñas casitas de de piedra y madera que  ayudan a que los peques se vean paseando dentro de un cuento de hadas, por ejemplo y como me dijo Lucia, por las calles de “la bella y la Bestia” 🙂

Pero no se puede venir a Valverde de los Arroyos y quedarse en el mero turismo «urbanita». Todo el que venga hasta aquí tiene la obligación de conocer la parte  “natural” de la zona y que mejor manera de hacerlo que con   una pequeña excursión hasta la  Cascada o chorrera  de Despeñalagua.

¡No os asustéis! ya sabéis que yo no soy mucho de campo y  puedo asegurar que la experiencia  me encantó y los enanos se divirtieron de lo lindo.

Fijaos si la ruta es sencillita que  casi todo el mundo que viene a descubrir Valverde aprovecha la ocasión y la hace, de aquí que haya ciertas épocas del año que la ruta puede estar bastante concurrida o incluso parecer la Gran vía en época navideña jajajaja.

Por eso y antes de empezar con nuestra experiencia con la aventura os doy  mi primer consejo de mamá aventurera: Esta ruta no es apta para gente claustrofóbica o que no le guste la multitud.

Si,  la mejor época para ir es primavera que es cuando mayor caudal de agua cae, pero no busquéis el fin de semana idóneo con un solazo tremendo y unas temperaturas ideales, esa idea la tendrán  muchos más y aunque el  inicio del camino es amplio, a media que se acerca a la cascada se va estrechando y si en algún punto queréis dar la vuelta… con  mucha gente será difícil hacerlo de manera sencilla.

Ojo que nosotros hemos ido en Diciembre y la vista era espectacular.

Segundo consejo de mamá aventurera: Hay que llevar calzado apropiado, incluso me atrevería a decir que llevéis uno de repuesto con un par de calcetines de más. , es fácil sí, pero no dejas de estar caminando en un paisaje rocoso con tramos al lado de arroyos y creo que a todos os pasará eso de que cuando un niño ve agua….. la toca, ¿no? jajajaja

¿Empezamos?

El inicio de la ruta no tiene perdida. Dejamos la fuente de la Plaza Mayor a nuestras espaldas y subimos el camino que llevaba a los campos de futbol. Aquí nos encontramos un cartel que nos indicaba las posibilidades de rutas que hay en esa zona y seguimos  hacia la chorrera.

Al principio el recorrido era prácticamente llano, los cuatro íbamos paseando y saludando a los que nos cruzábamos que ya venían de vuelta. Tras unos 15 minutos el sendero se va metiendo en caminos más rocosos, estrechos y con un poco más de pendiente.

En cierto punto nos encontramos una especie de bifurcación, pero tomando la cascada como guía, tiramos a la izquierda y empezamos a ser  conscientes de la grandiosidad de la Chorrera.

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Yo como siempre, antes de hacer cualquier cosa ya había explicado a los enanos y al padre de las criaturas que es lo que íbamos a ver, nos apetecía un montón pero no esperábamos  sorprendernos después de lo que habíamos visto en una de nuestras excursiones en Alemania (aquí), pero  cuando vimos al fondo del paisaje toda esa agua cayendo a esa altura se nos abrió la boca involuntariamente. Si se veía así a nuestra distancia, ¡como tenía que ser desde alli!

En fila india íbamos subiendo poco a poco por el caminito. Cruzamos riachuelillos, seguimos saludando, dejando pasar a aquellas personas que iban más rápidas que nosotros mientras nos contábamos historias o escuchábamos las de otros que nos ayudaban a conocer un poco más este tesoro Natural.

Confesión de mamá: Tengo que reconocer que la que escuchaba a los demás era sobre todo yo pues desde muy pequeñita tengo fama de cotilla…. Mi madre siempre cuenta la vergüenza que pasó un día en una terraza cuando la mandé callar muy enfadada ya que no oía a la mesa de al lado.  Cosas de niños  pensareis, esto no de vergüenza, pero la cosa cambia cuando termina el relato diciendo que ella no fue la única que escuchó mi reprimenda, fue ella y el resto de mesas de la terraza (incluida la que me interesaba a mi 😉  ) .

Esta habilidad fue creciendo con los años hasta conseguir atender dos conversaciones a la vez, además de mantener una yo coherentemente. ¿Cotilla? no lo sé, quizás un poco.  No lo hago a todas horas, solo en momentos puntuales y sobre todo cuando tengo que estar atenta con lo que me pueden liar los enanos mientras creen que estoy a otra cosa jajaja, además  como se aprovechan los demás cuando me preguntan (que también son cotillas sin admitirlo) y lo que se aprende escuchando….

En fin, a lo que vamos…. De todas estas historias me quedé con una en especial,  no sé si será verdad pero me cayó tan bien el personaje de la historia y el narrador parecía experto en la materia así que os la voy a contar.

Contó el experto a su grupo  que este camino no tiene un origen natural sino que fue una idea de un tal Agapito, un habitante de Valverde que a finales del siglo XIX empezó sin ayuda de nadie, con su pico y su pala, a cavar para llevar el agua a las huertas de pueblo. Eso sí, cuando la gente vio que la cosa funcionaba y que no quedaba casi nada para terminar decidieron participar.  Os podéis imaginar que supuso eso para el pueblo, ¿verdad?

“Claro, cuando ya no quedaba nada (me dijo Lucia cuando se lo conté) que cara tenían en esa época”.

Inciso de mamá: ¿veis como escuchando se aprende mucho? 🙂

Tras aproximadamente 35 minutos llegamos al destino. Justo a los pies de un gran nogal se encuentra la cascada a la que nos podemos acercar junto hasta sus pies por un pequeño senderito. Las cabezas de los niños miraban al cielo viendo con que fuerza caía el agua a escasos metros de ellos. La página oficial del pueblo indicaba que la caída vertical del agua es de unos 80 metros aunque a nosotros,  desde ahí abajo, nos perecieron  muchos más.

Estuvimos  un buen rato allí… era un gusto ver correr el agua y escuchar el rumor de la cascada. El sitio es precioso, respiras una tranquilidad que incluso llega a ser un poco abrumadora si estas acostumbrada, como yo, al ruido de la ciudad.  El agua es totalmente cristalina y te permite ver lo que hay en el fondo.

Además, si el nivel del agua os lo permite os podréis acercar a la cascada a sacaros una foto, incluso podréis cruzar al otro lado, pero cuidado, nunca lo hagáis por las piedras que estén mojadas, resbalan mucho.

Comentario de mamá: Nosotros optamos por comer en uno de los restaurantes del pueblo, pero justo debajo de la cascada hay varias zonas donde se puede descansar e incluso hacer un picnic si os lleváis la comida.

Pero todo lo bueno llega a su fin y nuestro amigo el hambre ya llamaba a la puerta de los enanos, un hecho que no nos permitió demorar la vuelta ni un minuto más.  Como ya sabíamos a dónde íbamos el regreso fue más divertido, saludamos  a los que iban subiendo o ayudamos a los que iban un poco perdidos.  Teníais que ver a los enanos dando indicaciones como verdades boyscouts. 🙂

Si tengo que poner un punto negativo a nuestra experiencia diría que al ser Valverde de los arroyos un pueblo pequeñito tiene poca oferta de restaurantes y  si a eso le súmanos que fuimos un fin de semana en el que había un encuentro familiar con más de 50 personas y que se nos olvidó reservar…….. Pues eso, que acabamos picoteando algo rápido  en uno de los bares.

Así que… OJO, consejo súper importante de mamá escarmentada: Si decidís venir a Valverde de los Arroyos sin idea de hacer un picnic.. RESERVAD el día anterior. 😉

A pesar de eso, tenemos que decir que nuestra excursión fue  todo un éxito. Nos encantó el pueblo, nos encantó el paseo, la cascada y lo más importante…. pasamos un día  fantástico en familia.

Ya nos enamoró Patones en su día y con Valverde de los Arroyos  hemos comprobado una vez más  que la fama que tienen estos rincones de la arquitectura negra es de sobra merecida, así que seguiremos descubriéndola. ¿Nos acompañáis?

Bs

Visitamos un museo divertido

Como sabéis siempre pasamos en Galicia una parte de nuestras  vacaciones de verano y su clima no es el típico de esas fechas, Galicia y sobre todo la zona norte tiene esa variedad climatología en la que tres días te hacen  unos días preciosos como que al cuarto te despiertas con un temporal que parece que se acaba el mundo.

Por eso siempre tengo que tener planes alternativos a un día de playa y uno muy socorrido en estos casos es la visita a un museo divertido. 😉

 Galicia es una de esas comunidades que a muchos sorprenden por la cantidad de opciones que tienen para los peques (yo, que soy así de tiquismiquis no esperaba menos  pues si el verano es como  es,  el invierno se tiene que hacer muy laaaargo). Solo en la ciudad de Coruña tenemos  museos súper chulos como “La Casa de las Ciencias”, “La Casa del Hombre” o “La Casa de los peces”  de los que os iremos hablando más adelante,  pero  hoy os quiero hablar de un museo que a día de hoy sigue siendo un poco desconocido para la gente  y que por su originalidad y exposiciones merece claramente estar en la lista de los top ten de los museos para familias en España.

¿Os acordáis de  esta entrada  (aquí)?  Pues tenemos la suerte que existe otra sede en La Coruña. 🙂

MUNCYT Coruña  (Museo Nacional de Ciencia y Tecnología)  se inauguró en el 2012  y cuenta con aproximadamente 15.000 piezas distribuidas en más de 4.000 metros cuadrados de superficie y  con las que se espera que grandes y pequeños conozcan mejor el mundo de la ciencia y tecnología, además de conservar el patrimonio histórico de las mismas.

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Consejo de mamá: El edificio en el que se encuentra no parece que albergue un museo, es un edificio moderno de hormigón y cristal. Además no tiene parking propio por lo que una vez que lo encontréis, tendréis que buscar donde dejar el coche por las calles de alrededor.

Confesión de mamá: tengo que reconocer que a pesar de que Manu es gallego y conoce la ciudad muy bien nos costó un par de vueltas encontrarlo… así que un poquito de paciencia para los que no seáis de allí. 😉

¿Entramos en el museo?

Ya solo cruzar la puerta los enanos alucinaron, una avioneta colgada en el techo planeaba sobre nuestras cabezas.

Tras comprar las entradas entramos en la “Sala Miscelánea”, una sala en la que encontramos retales de diferentes ramas científicas y en las que dos robots muy simpáticos (Pepexan y Mari luz) nos explicaron en apenas cinco minutos que es lo que íbamos a ver en nuestra visita.

En esta sala todo era nuevo para los peques y Lucía que es un poco más mayor disfrutó de lo lindo aprendiendo cómo nacieron cosas que se usan en el día a día, cosas como…..

El Citroën 5Cv que se convirtió en el primer coche de masas en Europa y que por su tamaño y fácil manejo se hizo muy famoso entre las consumidoras femeninas.

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Cotilleo de mamá curiosa: Este coche estuvo al servicio de las Casa Real española durante 1924 a 1927.

El primer libro mecánico. Inventado por Ángela Ruiz robles (ferrolana como Manu y de la que hablamos en nuestra entrada del museo madrileño) en 1949  y que estaba compuesto por una serie e cintas de texto e ilustraciones que iban pasando en carretes. Contaba hasta con luz para poder leer por la noche.

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Comentario de mamá: Lo que más me gusto de este invento fue que entre sus objetivos estaba hacer más atractivo el aprendizaje entre los niños, adaptándolo al ritmo de cada uno y sobre todo el aligerar el peso de las mochilas de los peques. Ya en el siglo pasado era un problema pero me en la nariz que  a día de hoy no está del todo resuelto porque hay días que la mochila de mis peques no la puedo llevar ni yo de lo que pesa. 🙂

La maquinilla de afeitar  desechable. Inventada por Gillette que buscaba  “algo” que una vez usado tuviese que desecharse y comprar uno nuevo.

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Cotilleo de mamá cotilla: ¿Sabíais que a pesar del exito que tienen actualmente,  tan solo 51 maquinillas y 168 cuchillas se vendieron durante el  primer año en el que se comercializó  este producto?

Atención mujeres del mundo. ¿Os habéis preguntado alguna vez quien inventó el tampón? Pues tengo la contestación a esta pregunta que al menos  yo me he hecho alguna vez… jajaja. Este maravilloso invento que nos ayuda a pasar mejor “esos días” se creó en 1929 por un doctor llamado Earle C. que intentaba ofrecer a su esposa algo más práctico que las toallitas que se usaban entonces. La idea le llegó inspirándose en el algodón que se usaba para absorber la sangre de las heridas o incisiones.

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Cotilleo de mamá cotilla: Un hombre llamado Tenderich compró la patente al doctor Earle en 1933 y creó la marca Tampax. Los primeros tampones los hizo en su casa con una máquina de coser y un compresor de algodón manual.

Otros inventos de los que aprendimos fueron… La cremallera que se inventó en 1917, el teléfono, la bombilla inventada por Edison en 1879 y el plástico de burbujas que se inventó en 1957 de manera accidental, ya que lo que pretendían era crear un papel de plástico para embalar pero no funcionó.

Pasamos a la “Sala Mayúsculas” en la que descubrimos piezas mucho más grandes y emblemáticas que forman parte de nuestra evolución e historia… La rueda, el primer ordenador que hubo en España, una linterna de la Torre de Hércules instalada en 1957 y que se sustituyó en 1904, una bomba de gasolina antigua…

Los niños alucinaron con toda la sala, pero se pararon sobre todo en el rincón en el que se homenajea al arte del cine.

Ataque nostálgico de mamá: ¿Os acordáis del Cinexín? Yo tenía uno en casa, mis peques tienen la versión moderna, pero como el original ninguno. ¿No os parece?

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Después paseamos por un par de salas que aun siendo muy importantes en nuestra historia a los peques les llamaron menos la atención, ya que a diferencia de las otras, estas salas no están formadas con objetos con los que puedan sentirse atraídos. La “Sala Patrimonio” con artilugios e instrumentos científicos de los últimos siglos y la “sala Innovación española”  que hace mención a las investigaciones más importantes de nuestros científicos españoles de ayer y de hoy.

Tras esos minutos de “no me interesa demasiado esta sala” por parte de los peques y “dame un par de minutos que a mi si” por parte de los padres llegamos a la “Sala Iberia”, espacio en el  que los niños alucinaron con la inmensidad del objeto central de la sala…

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¡Un jumbo de iberia, modelo Boing  747! (espero no haberme equivocado 😉 ), bueno solo el tren de aterrizaje y el morro, que si no haría falta un museo adicional jajaja y llamado “Lope de vega”

Cotilleo de mamá listilla: Puede que este nombre no os diga mucho en un principio, pero es el avión en el que viajó el Guernica de Picasso en 1981, cuando  que volvió a España de su “retiro” estadounidense.

Los enanos se lo pasaron en grande descubriendo para que sirve el ala del avión,  para qué sirven los sillones además de para sentarse, lo que es un tren de aterrizaje, como es una cabina de pilotos o para qué sirve la caja negra de un avión.

Os podéis imaginar que la visita tuvo momentos de “hacer el payaso” un poco jajajaja.

Y como todo en la vida la visita estaba llegando a su fin, pero no si antes pasear por la sala dedicada al siglo XX donde se exponen muchos objetos de nuestro día a día y que se inventaron durante ese siglo.

En esta sala nos lo pasamos en grande los cuatro. Los papis recordando momentos de nuestra vida en los que cada uno de los objetos expuestos habían formado parte de ella. Y los enanos alucinando con muchos de ellos, a la vez que intentaban entender cómo se podía llevar un móvil tan grande en el bolso, como era posible que la música saliera de eso llamado tocadiscos o incluso como se podían poner en contacto dos personas de ciudades diferentes con ese aparato con cables….

Si, reconozco que esta sala me dejó un poco marcada, me he di cuenta que los años pasan, pasan muy rápido y si no fueran por las cosas especiales que nos han ido ocurriendo en cada uno de ellos (el año el que uno termina el cole, cumple 18, nos compramos el primer coche, terminamos la carrera, nos dan el primer beso de amor, nos casamos o tenemos a nuestros hijos) se archivarían en nuestra cabeza como una cosa más. Pero esto no debería ser así, todos los años han sido, son y serán importantes para todos nosotros, en cada uno de estos años se han ido descubriendo, inventando, fabricando y poniendo a disposición de la humanidad cosas que hoy nos pueden parecer normales por su uso cotidiano, pero que en sus origines eran todo un logro para la evolución.

Algunos tan curiosos como por ejemplo….

En 1934 nació el primer neumático y fue de la marca Michelin.

En 1946 se fabricó el primer tupper con tapa hermética.

En 1968, RNE comienza a emitir en FM y se inaugura la primera central nuclear española en Zorita.

En 1970 se abre el puente aéreo entre Madrid y Barcelona.

En 1973 TVE comienza a emitir en color.

En 1974 un tal Giogio Fischer (ginecólogo) inventó la técnica de la liposucción y que se lanzó el primer satélite artificial español.

En 1979 Sony crea el Walkman.

En 1976 la banca generaliza la instalación de cajeros automáticos.

En 1977 además de ser el año en el que yo nací, pasaron cosas tan importantes como la primera resonancia magnética o la llegada de los códigos de barras llegan a España.

En 1978 nace el primer bebe probeta, los coches comienzan a usar gasolina sin plomo, se empieza a comercializar los laser-disk y llega la famosa Thermomix a España.

En 1980 todos podemos comprar un post-it o esos pañales clasificados como súper absorbentes.

En 1982, Phillips lanza al mercado los primeros CD´s, se comienza a vender el Comodore 64 y se inaugura “el Pirulí”.

En 1984, Apple saca su Macinstosh 128 y Seat saca al mercado el modelo Ibiza que aún hoy sigue en activo.

En 1985 nace Windows, se conoce la hoja de cálculo Excel y nace internet.

Así me podría pasar líneas y líneas, pero no quiero chafaros la visita y  creo que es hora de terminar… No puedo hacerlo  sin decir que una vez más hemos descubierto otra opción de ocio diferente y perfecta para grandes y pequeños, aquí, sea cual sean nuestros gustos, encontraremos alguna cosa que nos pique la curiosidad o nos interese.

MUNCYT Coruña es una forma diferente de aprender y estoy segura que si sigue así conseguirá  su objetivo de divulgar el mundo de la ciencia y la tecnología entre la gente de a pie.

Para los que vivís fuera de Galicia, apuntadlo en vuestra agenda para la próxima escapada que hagáis por esas tierras y a los que vivís cerca solo recomendaros que no perdáis la oportunidad de conocerlo.

Que, ¿Os animáis?

Bs.

Mamá,  los autobuses hab sido siempre rojos? 

Desde muy pequeñitos cuando mis peques veían un autobús de la EMT por la calle, lo señalaban y siempre teníamos pollo porque querían montar en uno de ellos.  Una mañana de domingo, allá por el 2011, nos montamos en uno de ellos y tal fue su fascinación que lo que iba a ser una vueltita de nada acabaron siendo varias vueltas de Colón a Rosales y de Rosales a Colón jajajaja.

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Ahora que son un poco más mayores esa emoción ha cambiado pero aun  me miran  con esa media sonrisa cuando nos cruzamos con uno. Tengo que reconocer que nosotros no somos mucho de autobús, tanto Manu como yo vamos al trabajo en coche y durante el fin de semana nuestra vida “poco activa”  nos obliga casi siempre a desplazarnos también coche.

Quizás por esto tienen tanta curiosidad sobre el tema  pues siempre andan preguntando si nosotros de “jóvenes” (parece que ya no lo somos 🙂 ) íbamos en autobús al cole o a la universidad, que qué quieren decir los números que tienen en las pantallas de delante, que por qué unos son largos y otros pequeñitos, que si alguna vez han sido de otro color  o siempre han sido de color rojo…. Y no sigo porque podría dedicarme toda la entrada a enumerar cada una de las preguntas que mis dos “cotillas” favoritos me han hecho alguna vez sobre el tema jajajaja.

Cuando me enteré por la televisión que habían abierto este museo no lo dude ni un segundo, me pareció una idea perfecta para que conocieran, una vez más de manera divertida, la historia de algo que ven todos los días.

El museo de la EMT se encuentra en las cocheras de Fuencarral, justo enfrente de las cuatro Torres de la Castellana  y es el resultado de diez años de duro trabajo de recuperación, restauración y reparación del patrimonio histórico de la empresa.

No tenía demasiado información, sabía que existía pero no tenía claro donde estaba, horarios etc… Por eso recurrí a mi amigo del alma, a Don Google, que una vez más no me falló y  me facilitó toda la información que necesitaba.

Menos mal que no pequé (como suelo hacer casi siempre 😉 ) de impulsiva y antes de llevar a la familia a la aventura entré en la web de la EMT y me enteré  que como aún están viendo la acogida del museo y estrenándose como quien dice, solo se puede visitar a través visitas guiadas con reserva y compra de entradas anticipadas, así que las reservé  para el último sábado de Julio a las 11.30.

Nos tocó una mañana soleada y sin demasiado calor. A pesar de la hora no nos tocó madrugar demasiado porque por suerte no pillaba cerca  de casa.

Confesión de mamá: Tengo que reconocer que cuando llegamos sobre las 10.50 me “preocupaba” un poco el ser los únicos visitantes, pero nada parecido a la realidad, sorprendentemente  hay más gente como yo (rarita  jajajaja) y aunque no los conté,  pudimos llegar a ser un grupo de 17-20 personas.

A las 11.30 en punto, dos personas de la plantilla de la EMT nos salieron a recoger y mientras validaban las entradas nos dijeron que iban a ser nuestros guías esa mañana.

Inciso de mamá: Cuando compré las entradas me sorprendió que hasta me pidieran el DNI de los adultos, algo que entendí  cuando nuestros guías empezaron con la explicación.  Aunque ibamos a conocer un museo, éste esta dentro de unas  instalaciones que siguen siendo las cocheras de parte de la flota de la EMT.

Nada más cruzar la puerta de la entrada retrocedimos de golpe varias décadas en la historia. Tres maquetas nos recibieron y como en toda visita que se tercie, los guías nos pusieron en situación….

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El año 0 de la historia en la que nos íbamos a meter esa mañana data de hace más de 140 años, cuando nació La primera línea de transporte público en Madrid, la línea de tranvía que unía el Barrio de Salamanca con Argüelles, una aventura que no hizo más que crecer a la vez que lo hacia Madrid…

Pero unos datos antes de empezar este paseo por la historia. …

*La EMT nació en 1947 por la disolución de la empresa Mixta de Transportes. Aunque en Madrid no solo se viajaba en autobús. Hasta 1966 existió  también el trolebús y hasta 1972 el tranvía.

*Que si hacia 1956 la EMT movía 260 millones de viajeros en tranvía, 100 en autobús y 22 en trolebús, el año pasado solo fueron 406 millones, algo que solo se explica por el uso del metro.

*La EMT cuenta con más de 1900 autobuses en los que viajan al día  unos 1.5 millones de personas, 200 líneas diferentes  distribuidas en unos 3.600 kilómetros y más de 10.000 paradas.

*La flota de la EMT se renueva cada poco, la media los autobuses no están en activo más de 6 años y cuando se cambian siempre es buscando la comodidad del viajero y una menor contaminación.

 “Jolines mamá, el autobús esta aquí desde hace más tiempo que tu y los abuelos”. Os podéis imaginar mi cara al escuchar esto jajajaja… “Si Lucia, el autobús lleva en nuestras vidas mucho más tiempo…”  😉

“¿Y a quien se le ha ocurrido crear este museo?” (preguntó un niño). la verdad es que cada vez que la EMT cambiaba un modelo de autobús decidía salvar del desguace al número uno de la serie “jubilada” y gracias al duro trabajo de muchos aficionados que durante más de 10 años invirtieron su tiempo libre en recuperarlos, restaurarlos y repararlos, hoy podemos estar aquí, viendo este trocito de la historia de nuestra ciudad”. (dijo uno de los guías)

Entre las maquetas de la entrada nos llamó la atención la recreación del primer tranvía tirado por caballos. Se les llamaba “tranvías de sangre” y nos quedamos alucinados al descubrir que las postas eran los lugares donde se cambiaban a los caballos ya cansados por unos más frescos para continuar con la marcha.

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Confesión de mama: Algo que hizo saltar las alarmas de mi espíritu melancólico fue cuando el guía nos dijo que desgraciadamente y salvo el modelo que se encuentra en la estación de metro del Pinar de Chamartín, en Madrid no se conserva ni un solo modelo de tranvía, ¡todos los que había se llevaron al chatarrero para aprovechar el metal! ¿A quién se le ocurrió tal barbaridad?

Antes de entrar en la nave central vimos los diferentes carteles de paradas de autobús, carteles que hemos descubierto que entre los entendidos las llaman “termómetros”, por eso de la forma que tenía el trazado de la ruta con las diferentes paradas y cuyo final se representaba con un círculo rojo.

Confesión de mamá melancólica: Que ilusión me hizo ver que estaba mi «termómetro» de  la línea 82 🙂

Ya en la nave central entramos en materia….

A la derecha estaban expuestas varias fotos donde se cuentan la historia del billete del autobús a lo largo de los años. Desde los sistemas más antiguos donde el cobrador vendía y cancelaba el billete de manera manual, hasta llegar al de la actualidad con el sistema de tarjetas de transporte público.

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Como me reí ensenando a los enanos el bonobus de nuestra época, ese que era de papel, alargado, con diez viajes y que teníamos que meter en una especie de taladradora que se iba comiendo un cuadradito en cada viaje y que yo no sabía cómo lo hacía, pero siempre se me trababa cuanta más gente tenía detrás esperando.

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Imagen: http://www.todocoleccion.net

Y a partir de aquí los 26 autobuses que son las joyas de esta exposición, de los que gracias a los guías de excepción que tuvimos aprendimos un montón de cosas y curiosidades…

Por ejemplo:

Conocimos el primer autobús que circuló por Madrid, allá por 1947. Modelo que tenía bastantes accidentes por sus dos plantas que provocaban no tener demasiada estabilidad y en un intento por evitarlos se obligaba a los viajeros a permanecer sentados durante todo el trayecto.

Este autobús (creo que se llamaba Leyland) y el siguiente (Guy) eran prácticamente iguales salvo el volante. Los dos son modelos ingleses y aunque el segundo tenía el asiento del conductor a la derecha como nosotros, el Leyland no. Al comprarlo la EMT intentó que el fabricante lo modificara, pero no fue posible.

Aquí hicimos una paradita un poco más larga ya que uno se puede subir y visitar por dentro. 🙂

Después conocimos a los “Pegaso”, los MAN”, algún” Renault” y los “Mercedes” ….

Nos dijeron que el primero de la marca “Pegaso” se trajo de Valladolid  para transportar a los propios trabajadores de la EMT, pero con el tiempo se usó para el público en general. Eran muy curiosos pues se entraba por detrás para poder pagar al cobrador y cuando esta costumbre se dejó atrás, se les tuvieron que pintar una línea roja en los cuartos traseros para indicar a los viajeros que subieran por delante.

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Cotilleo de mamá: Con estos modelos “Pegaso” descubrimos que no siempre el autobús había sido rojo, el rojo se impuso con una directiva europea sobre seguridad que sostenía que este color era el más llamativo para que los peatones lo pudieran ver mejor.

En este paseo por la historia también conocimos a los pequeños de la familia,  microbuses que circulaban por la periferia durante los años 70, más caros, pero más cómodos.

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Los articulados, que a día de hoy (en una versión más moderna) los vemos recorriendo la castellana de arriba abajo en la línea del 27.

Curiosidad de mamá: ¿Sabíais que a estos modelos se les llama los “oruga”? aunque también se conocen como las “escobas” ya que van barriendo las largas colas que se acumulan en sus paradas.

Los ecológicos…  como el alimentado por hidrogeno que duró en la calle poco tiempo por su altísimo coste. Los eléctricos cuyo principal problema es su autonomía, apenas 9 horas que les obliga a volver a la central antes de acabar su turno además de su alto coste en el tema de las baterías.

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El Pegaso Samur que ha permitido transportar de manera rápida a gran cantidad de personal sanitario a zonas en las que ha ocurrido alguna catástrofe.

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O el autobús más largo de toda la flota (16 metros) que es el que hace el servicio desde la Avenida de América hasta el aeropuerto.

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Curiosidad de mamá: Por cierto, ¿Sabéis que significa este diseño que está en todos los autobuses?

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Imagen: www.http://www.emtmadrid.es/museo/galeria.html

Quiere decir «ven», «ven», una manera original de indicar  que el recorrido es de ida y vuelta.

Después de una visita a la fragua donde se hacían ciertas reparaciones (menudo calor) y una sesión de fotos…

Entramos en la “Sala Alcántara”, ultima parte la visita y donde se recoge parte del mobiliario que tenía las oficinas de la calle Alcántara y donde vimos cosas tan curiosas como el uniforme de un antiguo conductor, útiles para hacer el examen psicotécnico a los futuros conductores de la flota, herramienta, motores, algunos de los asientos que hemos visto en los autobuses o incluso el despacho del director de la oficina.

Terminada la visita solo puedo decir que nos ha encantado. Lo que empezó siendo un trabajo para evitar el desguace de algunos vehículos históricos, se ha convertido en una fantástica opción para poder conocer una pequeña parte de nuestra historia.

Experiencia totalmente recomendable, para grandes y pequeños.  Amena, educativa, nada larga (apenas una hora) y totalmente interactiva, además es una de esas visitas con valor añadido pues los guías forman parte de la plantilla activa de la EMT, algo que te permite hablar y preguntar a gente de dentro que te cuenten, no lo que se han aprendido de un guion o lo que han oído por ahí, sino lo que ellos han vivido y han experimentado.

¿Os animáis? Seguro que sí, así que os dejo algunos datos importantes.

Recordad que solo se puede ir con reserva y compra de entradas previas. Las podéis comprar aquí.

En la propia pagina os informarán de las fechas de apertura, pues nos avisaron que podían estar cerrados en algún periodo del año. 😉

Museo de la EMT (Cocheras de Fuencarral)

Mauricio Legendre 38-40
Madrid – 28009

Bs.

Un paseo entre las nubes

Queda apenas una semana para que el verano nos deje dando paso al otoño y aunque parece que lo está haciendo por la puerta grande, no olvidemos que el otoño sigue regalándonos esos días con buena temperatura, que, aunque no sean para ir a la playa o a la piscina, si son para hacer alguna escapada que otra.

En casa nos gustan mucho estos días de finales de septiembre e incluso de octubre para conocer algunos de esos sitios que hemos ido apuntando en mi agenda de pendientes. No creáis que solo yo apunta cosas en ella, todos han ido cogiendo la rutina de que, si en alguna ocasión vemos algún lugar o actividad chula en una revista, televisión o que simplemente alguien nos haya  comentado, enseguida avisamos a mamá para que lo apunte en la sección adecuada de la agenda. 🙂

¿No opináis que muchas personas salen fuera de España buscando sitios que los dejen fascinados sin ser conscientes de que los tienen mucho más cerca de lo que jamás podrían haber imaginado? Yo sí… España tiene muchos de esos sitios alucinantes que la gente busca a miles de kilómetros, la diferencia con ellos es que muchos de los nuestros están escondidos y hay que saber descubrirlos….

Hoy os quiero contar uno de esos sitios…. Sé que es de sobra conocido por estos lares que soy una enamorada de Cantabria, que siempre que puedo (no tantas como me gustaría) me escapo a la “tierruca” para pasear por sus pueblitos de calles empedradas y prados verdes. Pero el lugar que os voy a contar hoy es diferente a todos los demás…. Hoy vamos a dar un paseo por las nubes.

Tengo la enorme suerte de tener familia allí, sobre todo a mi prima Pilar, somos de la misma edad y hemos pasado muchos veranos juntas… Ahora que somos mayores nos vemos mucho menos, pero pase el tiempo que pase, cuando lo hacemos es como si no hubiera pasado apenas un segundo. En fin, todo este inicio nostálgico para contaros que con ella redescubrí hace un par de años, dos de los sitios más bonitos de Cantabria, Fuente Dé y  Potes.

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Comienzo con Potes,  un pueblito pequeñito de los que tanto me gustan… con suelos empedrados, callejuelas, puentes medievales y casonas con blasones.  Ella tiene parte de su familia allí, así que hizo de nuestra anfitriona. 😉

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Creo que Potes es uno de los pueblos más curiosos de Cantabria. Está en un llano entre montañas, justo a los pies de los Picos de Europa y en el centro de la comarca de Liébana, donde si no me equivoco se unen los ríos Quiviesa y Deva.

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Fuente: http://www.turismocantabria.es

Su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural desde 1983, está repartido entre las dos orillas del rio y unidos por diferentes puentes, entre los que se encuentran el de San Cayetano y el de la cárcel, de aquí a que se le conozca también como la villa de los puentes y creo que también el de las Torres (por la del infantado y la de Orejón de Lama).

Curiosidad de mamá: Al contrario de lo que muchos puedan pensar, Potes está bastante protegida de los vientos húmedos del norte al estar rodeada por montañas, por lo que su temperatura es un poco más suave y seca de la que muchos puedan imaginar.

No podemos pasar por Potes y no….

Conocer la Torre del infantado.

Construcción de tipo militar que fue testigo de muchas batallas crueles con el único objetivo de conseguir el control de la comarca. Perteneció a familias nobles como la del Marqués de Santillana. A lo largo de la historia ha pasado de ser desde casa de nobles, a cárcel o ayuntamiento de la villa, actualmente una sala de exposiciones.

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Fuente: http://www.turismocantabria.es

Si es época, probar un cocido liebanego, a base de garbanzos pequeños y tiernos, acompañados de cecina o carne, berza y relleno.

Beber orujo, de elaboración artesanal que es tan famoso que tiene hasta su propia fiesta durante el mes de octubre.

Inciso de mamá: Pilar, corrígeme si me equivoco jajaja..

Consejo de mamá: El camino a Potes es entre montañas, un paisaje precioso pero que se hace un poco largo por todas las curvas que tiene, así que si tus peques tienen tendencia a marearse, ¡id preparados!.

Como veis Potes es muy pequeñito así que el mismo día lo podéis  aprovechar para  conocer una de las siete maravillas naturales de España y mi segundo destino redescubierto, Fuente Dé. 🙂

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Después de comer, dar un paseo por la villa  y saludar a la familia decidimos ir hasta el teleférico de Fuente Dé donde se puede visitar la parte cántabra del Parque Nacional de los Picos de Europa. Yo no iba muy convencida.  recordaba que eso estaba muy, muy, muy alto y para una persona que sufre de vértigo agudo no es la mejor actividad, pero esto es una democracia y si de nueve personas, ocho quieren subir, la que queda poco tiene que decir. 🙂

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Cogimos el coche y en apenas 20 minutos estábamos allí. Yo rezaba para que hubiera mucha gente y me padre se echara para atrás (odia la multitud) pero desgraciadamente no fue el caso, así que tocó aparcar en el gran parking que tienen montado y nos dirigimos a las taquillas.

Curiosidad de mamá: ¡Fuente Dé No es un pueblo! Es solo la estación del teleférico pero que a pesar de ello tiene muchos de los servicios que ofrece un núcleo urbano. Un parking, un Parador Nacional, un hotel, algún restaurante que otro, bares, camping y hasta un albergue.

¿Nos ponemos un poquito en antecedentes?

Este teleférico es uno de los sitios más visitados de toda Cantabria. Lleva abierto unos cincuenta años, sube a 20 visitantes a la vez hasta una altura de 1823 metros y en tan solo cuatro minutos. (yo no he querido hacer el cálculo, pero según el conductor de la cabina que nos tocó,  se hace a una velocidad de aproximadamente 10 metros por segundo, dios… solo de pensarlo ahora se me ponen los pelos como escarpias jajajaja)

La idea de montar este enorme teleférico fue entre otros de un ingeniero llamado José Antonio Odrizola, cuya familia era de la comarca e ideó la manera de instalar un teleférico para viajeros en el mismo lugar donde había un cable que utilizaba la Real Compañía Asturiana de Minas para bajar mineral a las minas de Aliva.

Inciso de mamá: Tanto el teleférico como las instalaciones de arriba y abajo están totalmente adaptadas para sillas de ruedas.

Pagamos unos 16 euros por persona ida y vuelta (creo recordar que los niños tenían precios especiales), a mí me pareció un poco caro (que voy a decir yo que no iba a disfrutar nada el paseo :)) pero luego entendí que subir esa montaña andando costaría mucho más, así que nada, sin rechistar.

Después de esperar tres turnos y  superar un par de ataques de subo o no subo, llegó nuestro momento. Entramos en la cabina y al cerrarse las puertas comenzó a moverse. Yo había mirado desde abajo el recorrido que íbamos a hacer, al principio la subida no era muy pronunciada pero después la cosa se volvía más y más vertical. Los peques iban pegados al cristal admirando el paisaje, mientras yo tenía mi cara hundida en el hombro de Manu rezando para que eso no se soltara jajajaja.

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Fuente: Cantur.com

Por el rabillo del ojo comprobé como las cosas de fuera pasaban de pequeñas a diminutas y a medida que nos íbamos acercando a la cima, las paredes de la montaña se aproximaban cada vez más, pero gracias al cielo los cuatro minutos que dijo la encargada (30 para mi) pasaron y el recorrido vertical terminó.

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Fuente: Cantur.com

Yo me puse a buscar tierra firme, mientras que los valientes se dirigieron hacia un pequeño saliente metálico (con una rejilla para sentir toda la inmensidad del vacío a tus pies) para poder observar todo el valle desde esa altura.

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Fuente: Cantur.com

Inciso de mamá: Veréis que alguna foto no es mía.. quiero mucho  a este blog, pero  mi vértigo es más grande.

Dimos un paseo por la zona viendo como las nubes que nos habían acompañado esa tarde quedaban bajo  nuestros pies.

Mientras preparaba esta entrada he gastado mucho tiempo en intentar encontrar la manera de describir los paisajes que vimos, pero sin éxito 😦 , son tan diferentes a todo lo que os podéis imaginar,  que me voy a limitar a usar esa frase tan socorrida y usada en muchas de las guías de viaje que suelo comprar… “el paisaje era de una belleza indescriptible”. 🙂

Dicen los entendidos que la mejor hora para hacer esta subida  en teleférico es la primera de la mañana (porque las nubes suelen quedar debajo del cable) o la última de la tarde (porque las puestas de sol son un espectáculo). Nosotros estuvimos sobre las 19.00, era verano y el sol tardaba más en bajar, pero creo que no me equivoco si digo que, aún no siendo las horas perfectas, poco tenía que envidiar la imagen que nosotros pudimos disfrutar del paisaje.

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Nos encantó y aunque no hicimos ninguna de las rutas porque los peques aun no tenían edad nos lo pasamos en grande….  Hicimos mil fotos, saltamos, corrimos, vimos alguna cabra pastando. Toda una aventura para grandes y pequeños.

Me lo pasé tan bien con los enanos que casi se me olvidó que tenía que volver abajo de la misma manera que había subido, aunque tengo que reconocer que la vuelta fue más llevadera… no se si porque se me había pasado un poco el miedo, o por pensar que si caía bajando la caída podía ser menor. jajajaja.

El caso es que.. ¡Superé el reto!

 

Consejo de una mamá práctica. ¡No olvidéis llevar calzado cómodo!

¿Os animáis? Yo creo que ofrecer la posibilidad a nuestros peques de cruzar las nubes y pasear por encima de ellas es única e inolvidable. ¿No os parece?

Pues ala, si tenéis pensado en escaparos un fin de semana a Cantabria, apuntad esta opción a vuestro itinerario, a los niños les gustará y seguro que querrán repetir.

Bs